Entre la calidez y el brutalismo en una vivienda de Rekalde (Bilbao)
Situada en el ensanche bilbaíno, esta vivienda de estilo moderno presenta unos usos muy definidos. Se trata de uno de los primeros edificios de estructura mixta (acero-hormigón) de la zona y Lázaro Estudio ha tenido el reto de mantener su esencia, aportando modernidad y funcionalidad en esta residencia.
La gran pared que preside el espacio es la original de la vivienda y es de hormigón macizo armado, pero, además, se han recuperado los pavimentos de pinotea, que le dan el punto de contraste de calidez necesario, frente al brutalismo del hormigón. También en distintos puntos de la vivienda pudieron recuperarse las molduras de escayola originales, que acentúan la personalidad de esta residencia.
Toda la distribución gira alrededor de la cocina, que ocupa el espacio central de la vivienda. Destaca una gran isla de la marca italiana Snaidero desde donde se puede acceder a la zona de comedor y salón, así como a los dormitorios y despachos, que a su vez comunican con el salón. Esta distribución circular es lo que permite la independencia de los usos.
El comedor, con muebles de Miniform y luminarias de Marset, une la estancia entre salón y cocina y hace las veces de biblioteca, ya que es ahí donde se encuentran parte de los libros de la vivienda, colocados en una estantería modelo String, gran icono de los años 50; al igual que el aparador estilo años 50 recuperado de un anticuario, que contrasta con los muebles de diseño de Roche Bobois o el sofá de Joquer. Toda la iluminación de este espacio tiene referencias industriales retro, como las luminarias de la cocina de DWC Lighting o el modelo de edición especial de Santa y Cole Gatcpac.
Precisamente, la estancia que linda con el salón es uno de los puntos neurálgicos del proyecto. Separada de ella por un cierre metálico, es uno de los espacios con más uso y el logro es que desde ese punto la sensación de amplitud es máxima, ya que se comunica visualmente tanto con el salón como con el vestidor que da acceso al dormitorio principal. Este espacio lo preside una gran estantería-librería realizada a medida y con puertas, para evitar así el desorden de la documentación y papeles necesarios para la actividad laboral. El mobiliario es también inspiración de los años 50 y el gran cuadro ha sido realizado por la artista bilbaína Lola del Arenal.
El dormitorio trasmite paz y refuerza el ánimo con el color azul navy intenso del armario principal lacado, al que se le añadieron unos tiradores de Formani, al igual que las manillas de toda la vivienda. Se realizó un cabecero a medida con telas italianas de Maria Fiora y mantas de Ezcaray. Toda la carpintería y cómodas han sido realizadas a medida tanto en los dormitorios como en aseos y resto de la vivienda por carpintería Iberre.