No es concebible una gama baja para la ventana del futuro
24 de noviembre de 2010
Cualquier persona entendida en materia de cerramientos sabe y reconoce que la ventana mixta de madera-aluminio representa el futuro de la ventana de calidad. Es difícil valorar la cantidad de ventanas mixtas que se fabrican e instalan en nuestro país, así como la cuota del mercado que ocupa en la actualidad, ya que el mercado de la construcción se encuentra en un una situación calamitosa y durante este año ha funcionado de una forma intermitente.
Cuando en España se exija, por fin, los mismos niveles de aislamiento para las ventanas que en los países europeos de nuestro entorno, la ventana mixta de madera-aluminio cobrará un protagonismo en alza.
Asoma (Asociación Española de Fabricantes de Ventanas de Madera y Mixtas Madera-Aluminio) trabaja en la actualidad para preparar este nuevo escenario. Su principal papel es informar al arquitecto y a la sociedad sobre las ventajas que comporta instalar en los edificios esta tipología de cerramientos. El mercado todavía no demanda con regularidad ventana mixta, pero el fabricante presiente que conviene ir un paso por delante, ya que tarde o temprano llegará un nivel de exigencia mayor que comenzará por los edificios oficiales y desembocará irremediablemente en las viviendas.
Múltiples prestaciones
Un prescriptor bien informado valora extraordinariamente el valor técnico del cerramiento de su proyecto. La ventana mixta de madera-aluminio garantiza, en igualdad de condiciones, medidas y secciones de perfilería y mayor eficiencia energética y confort que cualquiera otra ventana. Como mejor cerramiento del mercado, es siempre una ventana buena o muy buena y no admite gama baja. El propio proveedor de la perfilería conduce a ese grado de calidad. Sus fundamentos técnicos son superiores a la media. No requiere mantenimiento y permite seleccionar el color visto desde el exterior.
“Cuando el prescriptor exija lo que marque una normativa más exigente, los fabricantes españoles de ventanas mixtas ya estarán preparados con productos y servicios para satisfacerle –comenta José Palacios, gerente de Asoma-. Lo triste es que, mientras no se sientan obligados por la ley, la mayoría seguirán conformándose con prescribir calidades y prestaciones inferiores”.
Madera-aluminio y aluminio-madera
Es importante diferenciar la ventana mixta de madera-aluminio de la ventana mixta de aluminio-madera. No son, ni mucho menos, la misma cosa. De hecho, son dos productos completamente distintos. Una ventana de madera-aluminio es una ventana de madera forrada por su parte exterior con perfilería de aluminio, para eludir el mantenimiento. Una ventana de aluminio-madera es una ventana de aluminio revestida con una tapa de un centímetro de grosor de madera, para que ésta quede vista en su parte interior.
Atendiendo a sus prestaciones térmicas y capacidad de aislamiento, la primera tiene las prestaciones de la madera, mientras que la segunda tiene las del aluminio. En la ventana de madera aluminio, la perfilería de aluminio se une a la madera mediante unos clics salteados de nylon. En la ventana de aluminio-madera, la unión suele ser lineal. Con los cambios normales de dilatación de ambos materiales, la segunda puede experimentar deformaciones e incluso ruidos, ya que ningún elemento permite un margen de movimiento de los perfiles.
Sistemistas
Los especialistas en la fabricación de ventanas mixtas de madera-aluminio gustan autodenominarse “sistemistas”.
El sistemista no ofrece a su cliente sólo un producto, sino un sistema. Partiendo de una ventana de madera, al fabricante le queda básicamente forrarla de aluminio en la cara que mirará al exterior. La perfilería puede venir armada, con todos los componentes que requiere cada unidad de ventana, o bien en grandes largos, para que la carpintería mecanice y termine la misma.
En España aumenta paulatinamente el número de sistemistas. Esto es una solución ventajosa en un mercado donde no existe la unidad de hueco y cada ventana requiere unas medidas e incluso acabados diferentes.
Planes Renove
La reforma y la rehabilitación son las vías naturales de expansión de la ventana mixta de madera-aluminio. Así como la ventana de madera tiene su nicho en los edificios históricos, la mixta se impone allá donde se pretende sustituir un mal cerramiento y se persigue la eficiencia energética por encima de criterios estéticos o de preservación del patrimonio.
Cuando alguien decide poner en práctica un plan renove de sus ventanas, por regla general no escatima a la hora de seleccionar madera-aluminio, aunque ello suponga un sensible incremento en el coste de la obra.
Casas pasivas
La mayoría de los promotores (en una proporción de nueve de cada diez) seleccionan en los países más avanzados la ventana mixta de madera-aluminio para construir una casa pasiva. Son cerramientos con altísima capacidad de aislamiento térmico que contribuyen decisivamente a alcanzar los niveles exigidos para esta tipología de viviendas.
Por ello, la práctica totalidad de los fabricantes de ventanas de madera han desarrollado o planean fabricar una ventana mixta de madera-aluminio porque es el futuro, el desenlace lógico de la evolución del cerramiento de calidad. La ventana de madera es un producto exclusivo y de lujo que quedará limitado a ciertas zonas geográficas y a una clientela consciente de que tiene que realizar un mantenimiento regular si quiere que la ventana conserve sus prestaciones y luzca siempre su belleza, ciertamente insuperable.