Pedro Martínez, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Puertas de Madera
5 de juliol de 2010
El presidente de ANFPM confía en que, a pesar de la difícil situación del mercado y de la guerra de precios que, de nuevo, campea en España, la Asociación aún puede servir para afrontar proyectos técnicos y promocionales para el beneficio común de todos los Asociados
¿Es alcanzable, si no una concentración empresarial, al menos una colaboración entre diferentes fabricantes de puertas?
¿Quién pondría el cascabel al gato? El sector está pidiendo a gritos una concentración. Para operar en el exterior sería esencial al menos colaborar, complementar nuestra oferta, nuestros catálogos y redes comerciales. Podríamos emprender de forma colectiva proyectos de investigación y/o desarrollo de productos. Esta fórmula existe y funciona en otros países, como Italia. Pero en nuestro colectivo siempre reinó la desconfianza y la predisposición a trabajar juntos no existe.
Además, nos falta diferenciación como fabricantes. Casi todos hacemos lo mismo; ahora parece que asoman atisbos de singularidad, incluso de exclusividad. Pero probablemente serán imitados o incluso copiados, si los demás perciben que su idea es buena.
¿Exportan hoy los fabricantes de puertas más que hace unos meses?
Evidentemente, de alguna forma hay que compensar la fuerte caída del mercado nacional. Como Asociación pensamos que la marca ‘Puerta de España’ puede ser la herramienta ideal para mostrarnos en los mercados exteriores como sector con una capacidad productiva, un producto de calidad y variedad de oferta capaz de atender cualquier demanda en cualquier lugar del mundo.
¿En qué situación se encuentra el sector español de fabricación de puertas de madera?
La situación del sector es desastrosa. España ha pasado de construir una media de 700.000 viviendas anuales a hacer tan solo 100.000. El 70% de nuestra capacidad productiva para el mercado interior sobra. Quien no sea capaz de compensar esa falta de demanda interna con ventas en el exterior lo tiene muy difícil, por no decir imposible.
En cualquier caso, el sector requiere una profunda reestructuración que no termina de llegar.
Además y como efecto perverso de la falta de demanda del sector estamos viviendo una guerra de precios que lo único que hace es ahondar en la crisis para los fabricantes: pan para hoy, hambre para mañana.
¿Qué tipología de puerta es la que demanda actualmente el mercado nacional?
Como básicamente se construye vivienda social, la puerta que hoy prima en el mercado es de precio bajo. Son puertas de chapa lisa o melamina, lisas, con interior alveolar, de poco valor añadido. La puerta moldurada prácticamente ha desaparecido.
Conviene asimismo disponer de una gama de puerta técnica y con valor añadido: acústicas, resistentes al fuego, con dimensiones especiales; para atender las necesidades de edificios públicos y especiales.
Respecto a la puerta de diseño rechapada con madera, el problema es que el mercado no demanda prácticamente los modelos que muchos fabricantes exhiben en sus catálogos. Y el problema es que, cuando un particular desea algo que ha visto, lo pide y hay que hacérselo. Las líneas de producción españolas, en general, no están preparadas para atender ese tipo de demanda.
¿Es la rehabilitación la tabla de salvación del sector?
Sin duda es un paliativo. Ayudar al consumidor a rehabilitar su vivienda mediante una subvención o la desgravación fiscal serviría para incentivar a la sociedad, daría entrada al mercado, gran cantidad de producto y proporcionaría empleo a muchas personas.
Además, las exigencias de eficiencia energética que marca el Código Técnico de la Edificación aconsejan la sustitución de cerramientos y la incorporación de aireadores en puertas y ventanas.
En este escenario, ¿qué puede hacer la Asociación Nacional de Fabricantes para favorecer a las empresas y al sector?
En estos momentos es muy complicado emprender acciones conjuntas, porque ahora solo importa el “sálvese quien pueda”. Parece que las asociaciones en España apenas sirven para algo más que cambiar impresiones; sin embargo iniciativas como el grupo de trabajo de Puerta Resistente al Fuego (RF) demuestran que se puede llegar a hacer cosas en común que, de forma individual resultan muy caras o difíciles de obtener, como unificar un criterio para la aireación, potenciar una marca nacional o alcanzar la excelencia con puertas homologadas acústicas y resistentes al fuego ‘Made in Spain’.