¿Es imprescindible la automatización del sector de la madera?

El sector de la madera en España “ha tenido que adaptarse a las nuevas tecnologías en la medida de lo posible con el fin de adaptar sus niveles de producción a la demanda”, afirma Laura Martín Linares, directora del departamento de Tecnología y Medio Ambiente de Confemadera. La Confederación Española de Empresarios de la Madera, constituida en 1977, es la organización empresarial encargada de la representación, promoción y defensa de los intereses profesionales de las asociaciones y federaciones que la integran. Sin embargo, “el grado de automatización en los procesos productivos no es tan elevado como en otros sectores industriales puesto que aún existen tareas que se realizan de manera manual”, continúa Laura Martín.

La automatización en los procesos supone una mayor optimización de los recursos y un aumento de la competitividad. Por ello, para la directora del departamento de Tecnología de Confemadera, “parece imprescindible un proceso de reestructuración, actualización de los procesos productivos y redimensionamiento que permitan a las empresas españolas del sector madera competir con el resto de países europeos”.

Sin embargo, si hablamos del sector primario de la madera, nuestra orografía impone serias dificultades a la hora de automatizar ciertos procesos en lo que a labores de aprovechamiento forestal se refiere. La mejora tecnológica en la primera transformación no ha avanzado demasiado. Simplemente se ha evolucionado en automatizar las líneas de producción haciendo que sean más productivas con menos gente o en la utilización de escáneres para observar el interior de los troncos. Además, “resulta imprescindible destacar que los procesos manuales resultan en muchos casos más efectivos y aportan un mayor grado de calidad al proceso”, como afirma Martín Linares.

Aunque la mayoría de los procesos se encuentran automatizados a un mayor o menor nivel tecnológico, en muchos aserraderos y fabricantes de chapa, las labores de clasificación se realizan de manera visual, así como ciertos trabajos de barnizado y pintura.

Parece unánime la opinión entre los profesionales del sector sobre la necesidad de automatizar la industria para poder competir con el resto de Europa. Sin embargo, como apunta Juan Manuel Álvarez, gerente de Maesma y representante español en Combois, “hay que tratar de exprimir tecnológicamente a los fabricantes de maquinaria para poder personalizar la oferta al cliente”. En este proceso de continua remodelación de la industria, Álvarez resalta “la importancia que debe tener la empresa de servicios por encima del fabricante”. No se trata de automatizar por automatizar, sino de hacer un análisis real de las necesidades de cada cliente y mejorar aquellas líneas que realmente puedan rentabilizarse mediante la incorporación de nueva maquinaria. “Las empresas de servicios llegan a conocer mejor las necesidades de cada cliente; mucho más que los fabricantes” afirma el representante español de Combois.

La tendencia actual es a hacer máquinas más específicas. Según Juan Manuel Álvarez “se está yendo a máquinas que se ajustan al trabajo que hay que hacer”, y no a máquinas de control numérico, habituales en el segmento del tablero para mueble, que realizan un gran número de tareas muchas veces innecesarias para algunas empresas. Esta situación no es nueva, pero viene agravada por la crisis. Las empresas fabricantes rebajan precios de máquinas capaces de realizar numerosas tareas pero que, a la hora de la verdad, “se están utilizando al 20% de su capacidad productiva”. Los clientes ven así cómo han invertido en máquinas que no van a poder rentabilizar, pero que adquirieron a precios inferiores dada la situación de mercado. Pero esto no es beneficioso para el sector: “hay que determinar las necesidades de cada cliente”, asevera Álvarez.

En el sector de la madera maciza “había una dependencia importante de un operario concreto que sabía manejar una máquina, y si éste fallaba, se usaba mucho tiempo en formar a otro”, asegura Álvarez. Actualmente se trabaja en la construcción de máquinas más sencillas de manejo para evitar esta dependencia.

El sector de la madera no escapa a aquella máxima tan de moda que dice que “en crisis, hay que invertir en I+D”. Como en todos los sectores industriales, diferenciarse de la competencia parece la clave para subsistir. La clave está en hacer mejores productos, en menos tiempo y con menor coste. Para ello, las empresas de servicios intentan que “se invierta en la tecnología necesaria”, afirma Álvarez. Para el gerente de Maesma, lo más importante es “determinar las necesidades del cliente. Olvidarse de las máquinas que hacen de todo y apuntar hacia soluciones personalizadas”.

Desde Maesma y desde Combois, Juan Manuel Álvarez cree que “es el mejor momento para invertir aunque suene extraño”. El descenso de la actividad “permite tanto a fabricantes de maquinaria, como a clientes de éstas, disponer de tiempo suficiente para experimentar y para plantear necesidades reales”.

Para Laura Martín Linares “el sector de la madera es un sector con una enorme proyección en un mundo cada vez más sensible con los temas medioambientales”. La utilización sostenible de un recurso, la madera, que es renovable, reutilizable, reciclable y al final de su vida útil valorizable energéticamente, es un importante escalón que permitirá alcanzar los compromisos en materia de cambio climático. Además, durante su crecimiento, la madera absorbe CO₂, mientras que en su proceso productivo emite sólo una mínima fracción del que ha almacenado y cuyo correcto aprovechamiento ayuda a que se fije más CO₂ en los bosques.

Desde Confemadera aseguran que “es inevitable que el sector de la madera pase por un proceso de reindustrialización y renovación, en el que se preste especial atención a los mercados exteriores donde nuestros productos pueden jugar un papel muy importante”. Apuestan también por que “se conceda a la madera el importante papel que tiene como material líder en construcción, rehabilitación y reforma”. Para ello el sector ha conseguido poner en marcha un Plan de Apoyo que contribuirá a estructurar y posicionar mejor a sus empresas.

El futuro del sector pasa por darse a conocer a la sociedad y poner en valor su papel en la misma. Así, debería haber una mayor inversión en innovación y desarrollo y una redefinición de sus mercados objetivos.

Aidima ofrece apoyo tecnológico al Plan de Modernización del Sector de Federmueble

Las empresas españolas del sector del mueble cuentan con una nueva herramienta para impulsar su competitividad mediante la implantación de un conjunto estructurado de nuevos servicios y soluciones tecnológicas, en el marco del programa Innoempresa subvencionado por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, a través de la DGPYME.

El Instituto Tecnológico Aidima y la Federación Española de Empresarios e Industriales del Mueble, Federmueble, colaboran en este nuevo programa de apoyo a la innovación dirigido a los empresarios del sector que proyecta su contenido hacia las necesidades detectadas en el Plan de Modernización del sector desarrollado por la propia patronal del mueble.

Entre los objetivos del programa de apoyo a la innovación están ofrecer nuevas soluciones técnicas, formulando proyectos de innovación tecnológica en productos y tecnología de procesos, que puedan aplicarse al mayor número posible de empresas. Optimizar los sistemas de gestión para mejorar las características del mobiliario y las actividades asociadas al mismo. Innovar en las estrategias de marketing y comercialización, adaptando los productos a los nuevos materiales y nuevos públicos. Incorporar tecnología de fabricación flexible que permita reducir el coste de la manipulación y transporte internos así como desarrollar una cultura de innovación basada en el conocimiento de nuevos procesos, su aplicación y su correcta comunicación.