La protección química, inherente a todo proyecto con madera
13 de abril de 2010
Inauguraron la jornada Benoit Jobbé-Duval y José Miguel Solís, presidente y secretario general respectivamente de la Asociación Nacional de Empresas de Protección de la Madera, Aneproma, quienes hicieron hincapié en la importancia del correcto diseño y de la adecuada protección química de los elementos de madera en todo proyecto de obra nueva o rehabilitación.
La protección de la madera en la obra nueva
Manuel Touza, técnico del CIS Madera de Galicia, orientó a los asistentes a la jornada sobre cómo determinar la protección química correcta de cada elemento de madera, atendiendo a la normativa vigente.
“Es esencial comprender la madera para trabajar con ella —advirtió Manuel Touza—. Los hongos de pudrición y determinados insectos larvarios amenazan la durabilidad natural de la madera, principalmente en su parte más sensible, la albura. Dada la enorme variedad de especies de madera y en función del uso que se les vaya a dar, hay que tomar la decisión adecuada en cuanto a su protección química”.
El Código Técnico de la Edificación (CTE) plantea con claridad las opciones de tratamiento para las especies más comerciales, según su durabilidad natural, su grado de impregnabilidad y la clase de uso a que va a ser destinada en la obra. “En el 90% de las situaciones el prescriptor se va a enfrentar a una clase de uso 3 —aseguró Touza—, es decir, con una madera ocasional o frecuentemente mojada, sometida en pasarelas, fachadas o estructuras a una humedad superior al 20%. En las obras se suele emplear maderas de coníferas con gran contenido de albura que, aunque apenas tiene durabilidad natural, es fácil de impregnar y, por lo tanto, de tratar químicamente”. También el CTE clasifica claramente tipos y métodos de protección de la madera: superficial, media o profunda.
El ponente advirtió acerca de las necesarias precauciones a tener durante el transporte, manipulación y montaje de las piezas de madera: “si sabemos o prevemos que la madera estará expuesta a la humedad o al contacto con el suelo durante un tiempo en alguno de estos procesos, conviene tenerlo en cuenta al determinar el tratamiento químico que se le va a dar”.
Manuel Touza aludió también a los agentes abióticos que, aunque no afectan a las prestaciones estructurales de la madera, sí perjudican a su estética. “Naturalmente también existen tratamientos preventivos y curativos para estas situaciones”.
Touza ilustró con significativos ejemplos cómo incrementar la protección de los elementos de madera mediante el diseño constructivo. “Detalles mínimos de diseño pueden condicionar el rendimiento de una construcción”, avisó.
Prescripción de tratamientos curativos y preventivos en obra
Oriol Munné, técnico de Cidemco-Tecnalia complementó la exposición de Manuel Touza explicando el proceso a seguir en la prescripción de los tratamientos de la madera en la rehabilitación.
Para Munné, es fundamental realizar un correcto diagnóstico del estado sanitario de la madera afectada por un ataque de hongos o insectos, para determinar la capacidad portante de la estructura, optar por su sustitución o refuerzo para, en este último caso, realizar el tratamiento químico apropiado. “A menudo se responsabiliza al material de estos problemas —afirmó el portavoz de Cidemco—, cuando en realidad provienen normalmente de errores de diseño o a la ausencia de tratamiento preventivo”.
En España existe la termita. Hay que asumir que se trata de una amenaza para las estructuras de madera en la edificación. Además, actúa la carcoma, cuya presencia provoca mayor alarma, debido a que las galerías por donde salen los insectos son visibles, aunque son mucho menos preocupantes que la termita. “Identificadas las patologías, procede localizarlas y evaluar el grado de sección de madera afectada, para calcular sus prestaciones estructurales —apuntó Munné—. A partir de ahí, prescribiremos un tratamiento curativo, si existe un ataque activo de xilófagos, o bien uno preventivo, si es que lo esperamos”.
Para concluir, el ponente insistió en la importancia de emplear un producto con certificación de calidad y respetar las recomendaciones del fabricante respecto a la dosificación y método de aplicación. “Sin olvidar nunca que emplear en la obra madera tratada siempre es mucho más barato que rehabilitar una estructura”.
Ante un potencial de crecimiento enorme en la obra nueva y en la rehabilitación, la madera se expone una vez más a triunfar o fracasar en el mercado. El CTE determina que su correcto tratamiento químico y diseño constructivo son complementarios. Aneproma y prestigiosos centros tecnológicos de España como Cidemco o Aitim están al servicio de los arquitectos que confían y creen en este material como el más conveniente para llevar a cabo sus proyectos.