"Hay muchísimo en la calle y muy bueno, pero que desconocemos porque nos da miedo o nos da vértigo cambiar"
Entrevista a Juan José González Tárrago, responsable de lámparas y luminarias de AIDIMME
El laboratorio de Lámparas y Luminarias de AIDIMME lleva más de dos décadas comprobando la idoneidad y cumplimiento normativo de los aparatos de iluminación. Para conocer más sobre el alcance del laboratorio, así como las novedades del sector, hablamos con Juan José González Tárrago, responsable de lámparas y luminarias de AIDIMME.
Para empezar, me gustaría preguntarle por la situación actual que está viviendo el sector con un incremento generalizado de costes y una vuelta a la fabricación nacional. ¿Qué percepción tiene de esta situación?
Durante el 2021 ha habido un incremento importante de costes, pero principalmente por dos motivos. Por un lado, el incremento del coste de la materia prima, si a los fabricantes se les incrementa el precio de la materia prima es evidente que el coste del producto final se va a ver incrementado. Y, por otro lado, generalizado en toda la importación, es el precio del transporte. En el caso de España, se ha multiplicado por diez el precio del contenedor.
En el sentido que comenta, a pesar del incremento de precios, ¿vamos a disfrutar de productos de mayor calidad y garantía de seguridad?
Las empresas se están planteando fabricar aquí en España, en Europa. Lo que nos estamos planteando los españoles, igual que nuestros colegas franceses e italianos, es lo mismo: qué costaría volver a poner la fabricación en marcha. En cuanto a la calidad, es cierto que habría un mejor y mayor conocimiento del producto. La calidad, al final, es lo que queramos pagar. Pero, si fabricamos aquí, vamos a estar más pendientes del producto, y puede que eso implique una mayor calidad.
Este es un sector muy amplio. En lo que respecta al ámbito doméstico, ¿qué consejos podemos trasladar al consumidor para que adquiera productos con las máximas garantías de seguridad y calidad?
La ventaja que tenemos los consumidores es que nuestras tiendas, nuestros vendedores, cada vez están más especializados. Cuando queremos conseguir un producto de calidad acudimos a la tienda y preguntamos por lo que necesitamos, sea lo que sea. Simplemente, lo que tenemos que decir es qué queremos y dónde lo queremos poner, y el propio vendedor, da igual que sea pequeño comercio o una gran superficie, nos va a ayudar.
Es evidente que la moda del led ha llegado para quedarse, y va de la mano de una importante reducción en el consumo. ¿Qué hay que tener en cuenta al adquirir una luminaria led?
Lo primero que hay que tener en cuenta es dónde va destinada, en qué lugar, en qué espacio. No es lo mismo comprar una luminaria para una zona de paso como un pasillo, o para una cocina, un salón o un dormitorio. La ventaja de la iluminación led es que tiene gran diversidad posibilidades, adaptando el nivel de iluminación y la temperatura del color según el interés del usuario. Únicamente, lo que tenemos que saber es dónde va a ir destinada, si va a estar mucho tiempo encendida, qué función se le otorga al producto, el de iluminar, decorar o simplemente completar un ambiente... Por ejemplo, un pasillo es simplemente una zona de paso; en un salón se necesita un ambiente de confort, de calidez; en una cocina se precisa una luz clara para saber lo que se está haciendo, etc.
Preguntaba precisamente por el cambio en la etiqueta energética. En ese sentido, ¿cuáles son los cambios más significativos?
Hay dos cambios importantes, uno que afecta directamente al consumidor y otro al fabricante. En cuanto al consumidor, este cambio tiene que ver con la forma de interpretar o de leer la etiqueta energética. Antes la etiqueta energética venía desde la A++ hasta la D, y ahora la etiqueta simplemente va desde la A hasta la G, las + desaparecen, lo que facilita al consumidor a la hora de interpretarla.
Por lo que respecta al fabricante, es importante destacar que hasta la anterior directiva afectaba a aparatos de iluminación y fuentes de iluminación, es decir, tanto luminarias como lámparas o bombillas, y la nueva directiva solamente afecta a fuentes de luz. Ahí está la clave, en qué se considera fuente de luz. Se puede interpretar como una bombilla, que es una fuente de luz obvia, pero también aquellas luminarias donde la fuente de luz está integrada dentro de la luminaria, considerada la luminaria toda una fuente de luz en sí misma, que no se pueda desmontar.
Como comentaba al principio, AIDIMME lleva más de 20 años realizando un trabajo técnico con luces y luminarias. ¿Cuál es el alcance de sus servicios a empresas?
Creo que aportamos un valor añadido esencial en toda la cadena, desde el prototipo hasta el producto puesto en el mercado. Al ser un Instituto con dimensión ofrecemos un servicio integral en todo el proceso productivo, desde las materias primas, el diseño, la fabricación, la inspección, o la comercialización, entre otros, incluyendo al consumidor final. Proporcionamos un soporte técnico y tecnológico a toda la cadena del sector de la iluminación, e intentamos plasmar nuestros conocimientos para que todo esté más o menos engranado y que funcione.
¿Y en el ámbito del diseño?
En cuanto al diseño, nosotros no formamos parte del equipo de diseño del fabricante, no podríamos entrar en la parte de diseño porque evidentemente entraríamos en un conflicto de intereses. Únicamente participamos en la parte de diseño aportando mejoras para que el producto cumpla normativas, legislación, etc. Es decir, si el diseñador nos plantea un nuevo producto o diseño, y vemos que es bonito, atractivo y que puede gustar, intentamos ir de la mano para que no carezca de aspectos técnicos clave.
Si en el espacio doméstico es importante la reducción del consumo energético, este se multiplica en la industria. ¿Qué medidas y ayudas ofrece el Laboratorio en eficiencia energética?
Tenemos unas tecnologías de las que podemos echar mano para que la eficiencia sea más clara. Ya no hablamos solamente del led, y de que su consumo es menor, sino que con las nuevas tecnologías podemos implantar sistemas para que se equilibre el nivel de iluminación. Por ejemplo, por la mañana en un despacho podemos tener la luz encendida y, a la vez, la luz que entra por la ventana, por tanto, hay el mismo consumo por la mañana que por la tarde/noche. Pero si la instalación tuviera unos sensores que equilibrasen el nivel de iluminación, la iluminación artificial se podría regular en función de la cantidad de luz que entra por la ventana, y esto lo que haría es minimizar el consumo general de la instalación. Este tipo de sensores ya están a disposición de los instaladores, simplemente hay que darlos más a conocer.
¿Y en el ámbito urbano?
Funciona exactamente igual, por ejemplo con sensores de presencia o de paso. Se podría reducir el consumo programando el encendido del nivel de iluminación dependiendo la hora el tránsito, reduciéndolo en un porcentaje determinado.
¿Caminamos cada vez más a elementos luminosos autónomos?
Sí, sin duda. Además, aquí en España tenemos una fuente de energía brutal que es el sol, y la autonomía también viene dada por instalaciones solares.
Por terminar, ¿qué visión tiene del futuro respecto de las fuentes lumínicas? ¿Tendremos nuevas tecnologías? ¿Qué se está investigando en estos momentos?
Hay tanto de lo que podríamos hacer uso, que cuando alguien decida abrir la caja de pandora se dará a conocer un amplio abanico de posibilidades. Hay muchísimo en la calle, y muy bueno, pero que desconocemos porque lo desconocido nos presenta incertidumbre a la hora de tomar la decisión. Sólo serán los emprendedores los que pongan esta máquina en marcha. Tenemos el ejemplo en el oled, el led orgánico es una tecnología que nació a la par del led, pero que no se conoce, únicamente en los televisores y algunos otros productos tecnológicos. ¿Qué se podría hacer con ello? Habitaciones que en lugar de ventana tuviesen un panel de oled, que esa superficie se iluminase de forma uniforme, simularía todavía más la luz natural. Ahora mismo la tecnología oled se encuentra en el tintero a la espera que se implant, igual que hace más de una década se implantó el led.