La biomasa crea independencia energética para el país y empleo local
José María Martínez, de la Unidad de Biomasa del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), que intervino a continuación, desglosó las ventajas de la producción de biomasa: por un lado medioambientales, pues no contribuye al efecto invernadero ni a la lluvia ácida; por otro lado sociales, generando empleo mediante el desarrollo de los cultivos energéticos; y finalmente económicas, ya que las empresas e industrias pueden vender sus residuos a los productores de biomasa como materia prima.
Situación y perspectiva del mercado en España
Martínez lamentó que en España aún no hay un mercado potencial de la biomasa debido a que “las primas a la generación de electricidad mediante esta fuente de energía no la hacen viable económicamente”. De hecho, se da la paradoja de que, aunque España es un país muy dependiente energéticamente, la mayoría de la biomasa se exporta a Europa, sobre todo a Italia y Reino Unido, debido a que allí las primas para la generación eléctrica son más altas, y por lo tanto, pueden pagar un precio mayor.
Por su parte Antonio Gonzalo, responsable de Mercados de la Asociación de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom), manifestó que las pymes del sector de las bioenergías no pueden quedarse paralizadas frente a la falta de apoyo institucional, sino que tienen que abrir mercados destacando las ventajas de la biomasa en utilidad, precio y costes. Puso dos ejemplos de mercados para la biomasa térmica que se están desarrollando como son la industria de deshidratado de forraje (de 9 a 15 millones de euros al año) y los colegios, donde hay unos 3.500 megavatios térmicos pendientes de cambio, con un volumen potencial de negocio de mil millones de euros.
Gonzalo hizo también hincapié en las posibilidades de la biomasa como actividad generadora de empleo local. Por cada terawatio hora producido en el paso de gasoleo o gas natural a biomasa se crean 300 puestos de trabajo directos y 100 indirectos.
Marco legal favorable en Alemania
Catharina Beyer, de la consultora Ecofys, expuso el marco legal de las energías renovables en Alemania, integrado por la Ley de Energías Renovables del año 2000, el Plan para el Impulso del Mercado y la Ley para el Calor mediante Energías Renovables. Destacó por encima de todo el efecto positivo de la continuidad del apoyo estatal a las energías renovables al margen de los distintos gobiernos que han alternado en el poder.
Achim Kaiser, del Centro Internacional de Biogás y Bioenergía (IBBK, en sus siglas en alemán) calificó el desarrollo del biogás en Europa como poco uniforme. Explicó asimismo el alto crecimiento del biogás en Alemania debido al elevado nivel de desarrollo técnico, a los incentivos estatales y a las tarifas fijas por suministro establecidas por ley para un plazo de 20 años.
Esta idea fue compartida también por Matthias Edel, del Centro Alemán de Investigación sobre Biomasa (DBFZ, en sus siglas alemanas), que se dedica al análisis de la producción de electricidad por medio de biomasa sólida. El científico alemán valoró positivamente la Ley germana de Energías Renovables para el desarrollo de la biomasa, por las primas fijadas en ella para la cogeneración y el uso de nuevas tecnologías.
Lineas de investigación
Andrés Pascual de Ainia presentó los resultados del PSE (Proyecto Singular Estratégico) de Probiogás, que comprende 14 subproyectos, participan 31 entidades, públicas y privadas, y que se extiende hasta 2011. Se centró en más detalle en los resultados del subproyecto 1, como han sido la cuantificación de materias primas (hasta 186 subcategorías), la elaboración de fichas y mapas comarcales y provinciales en función de éstas, bases de datos de su composición, bases de datos de producción de biogás, y el desarrollo de una herramienta informática para la evaluación de la sostenibilidad, llamada metaniza.
Francisco Repullo, consejero delegado de la ingeniería Inper y vicepresidente de la Asociación Española de Biogás (Aebig), analizó en profundidad la situación actual y las perspectivas de futuro del biogás en España. Puso énfasis en que es necesario investigar más en el empleo de los residuos propios del país como son los cítricos, los olivareros y los vitivinícolas, con los que se podrían producir 5 millones de megavatios al año. Esta idea también quedó reflejada en un estudio realizado en Andalucía por el mencionado Centro Alemán de Investigación de la Biomasa, que reveló el gran potencial que existe en esta comunidad para esta energía renovable gracias a los residuos de la agricultura y la industria agroalimentaria.
Repullo también criticó la complejidad del proceso de solicitud de licencias para abrir plantas de biogás, dado que son necesarios, además del permiso municipal, trámites con tres ministerios distintos y con la comunidad autónoma que corresponda.