Juan Vicente Gómez-Lechón opina sobre Fimma-Maderalia
28 de septiembre de 2009
Fimma-Maderalia siempre ha tenido una política de precios ajustados a la realidad empresarial. Por ello y para la próxima edición de ambas muestras, participar es más barato. El gerente de la firma Lamiplast es consciente de que los organizadores de Fimma-Maderalia se han sensibilizado con la difícil coyuntura que atraviesa su sector. “El nuevo modelo ferial permitirá a las empresas ajustar su presupuesto, garantizándole una presencia digna, fiel a su imagen corporativa, diferenciándose de su competencia”, explica Gómez-Lechón.
Calidad, ante todo
Otro de los argumentos clave para participar este año en Fimma-Maderalia es la garantía de la presencia de compradores ‘VIP’, provenientes tanto de España como del extranjero. “Desde el comité organizador valoramos mucho más la calidad frente a la cantidad de visitantes”, afirma el gerente de Lamiplast. Según él, “ni a comprador ni a expositor les sobra el tiempo, accedemos a un modelo de exposición que optimiza el tiempo de ambos; el mercado se ha reducido, pero ofrece las mismas oportunidades a todos. Por ello, ahora es clave aprovechar y profesionalizar al máximo la actividad comercial. La demanda y el consumo son reducidos, pero estarán presentes íntegramente en Fimma-Maderalia”.
A juicio de Juan Vicente Gómez-Lechón, la crisis económica se empezará a resolver cuando fluya de nuevo el crédito y la liquidez entre empresas y consumidores; un evento bienal y global como Fimma-Maderalia servirá para establecer una base de confianza entre oferta y demanda. Según explica, “dando por hecho que la obra nueva ha de pasar una larga digestión, la reforma y la rehabilitación se erigen como vía esencial para generar actividad y empleo en las empresas. La feria del sector debe ser el motor que ponga a rodar un mecanismo que integre a administración, técnicos y profesionales, empresas y consumidores. Los sectores de carpintería y mueble están reclamando soluciones en este sentido”.
Para el gerente de Lamiplast, este año Fimma-Maderalia puede servir, curiosamente, para que el mercado pase lista entre las empresas presentes y ausentes, y configure la parrilla de salida para un nuevo sector en los años venideros. “Sólo las empresas que muestren representatividad, actividad, proyección e ilusión serán capaces de captar el interés de una demanda cada vez más reducida y exigente”, concluye Gómez-Lechón.