La madera del futuro
Esta jornada fue moderada por Salvador Ordóñez, coordinador general del ‘Gremi de Fusta i Moble de Barcelona’, y actuaron como ponentes los arquitectos Anna Noguera, Manel Fernández y Josep Bunyesc, y también Laura Navarro, de la empresa Frapont.
El objetivo de la jornada era analizar cómo la madera ha pasado de ser un material tradicional a ser uno de los más tecnificados de la construcción. Para ello, los ponentes expusieron diversos casos prácticos que han proyectado o en los que han participado.
La Seine Musicale, París
Uno de los proyectos descritos durante la jornada fue el de ‘La Seine Musicale’, en París, del arquitecto Shigeru Ban, en el que ha participado Frapont. La firma desarrolló y ejecutó junto con el estudio de arquitectura el falso techo del auditorio, estructurado en unos módulos hexagonales, los ‘nidos de abeja’, que son recurrentes en las obras de Ban.
La huella de Frapont también es perceptible en las paredes, fabricando e instalando revestimiento de madera de varios tipos, al igual que en el techo suspendido, con una complejidad muy alta en cuya resolución la experiencia de Frapont tuvo mucho que ver.
Laura Navarro, directora de proyecto en Frapont explicó que “el proyecto de La Seine Musicale incluye tres espacios: la sala de ensayos de la Opera de París, el Grand Seine Hall, con 1.900 m2 de escenario, y el Auditorium, con público alrededor de la escena. La sensación que debía tener el público era la de situarse en el centro de una escena de mimbre, por lo que sala debía tener una buena respuesta acústica. Todo el espacio envolvente es de roble, con unos detalles casi barrocos, pero ese mismo exceso conduce a un punto de calma”.
Para dar la sensación de mimbre, fueron necesarios trabajos especiales de trenzado de la madera. La complejidad de este trabajo era mayor si se tiene en cuenta que todos los encuentros y juntas cambian y son diferentes. “Ha sido un trabajo muy complejo. Los trenzados de las lamas implicaban tres horas de trabajo e, incluso, algunos trenzados muy especiales requirieron hasta 14 horas de trabajo. De ahí la importancia de trabajar con técnicos especializados como los de Frapont. Además, la madera utilizada debía responder a las exigencias acústicas exigidas por el proyecto y cumplir con los requerimientos en resistencia al fuego”.
Polideportivo Turó de la Peira
Seguidamente, Anna Noguera, arquitecta, expuso una de sus obras, el Polideportivo en el Turó de la Peira, en Barcelona. Este proyecto fue merecedor del primer premio en el concurso Bimsa (Barcelona d’ Infraestructures Municipals) para un nuevo equipamiento deportivo y ordenación del interior de manzana interior.
El edificio, que acoge una piscina y un polideportivo, es parte integrante de un jardín urbano, con una fachada verde que tamiza la luz. “La particularidad del edificio es que su estructura es de madera, material escogido por su respeto al medio ambiente, su ligereza, buen comportamiento mecánico y por su adecuación al ambiente de la piscina. Además, el material ofrece grandes ventajas en la prefabricación y en la rapidez de ejecución, prácticamente en dos meses se montó la estructura”, explicó Anna Noguera, autora, junto a José Javier Fernández Ponce, del proyecto.
Además, se escogió la madera porque teniendo en cuenta su ciclo de vida, su huella ecológica es nula.
Manuel Fernández, especialista en estructuras y colaborador habitual de Anna Noguera, indicó que este proyecto le demostró que “es posible pensar en madera como material de construcción. La madera puede aportar lo mismo que el hormigón o el acero. Desde el punto de vista estructural el único condicionante era entender la madera como una estructura más isostática que otros materiales. La rigidez del hormigón y del acero se resuelven con cierta facilidad, pero en la madera los nudos rígidos son casi una utopía. Por lo tanto, debíamos entender el modelo de estructura del edificio con las leyes que aporta la madera, no con las de otros materiales. Poco a poco tendremos que ir aprendiendo a entrar en los modelos que nos ofrece la madera como elemento estructural”.
Josep Bunyesc, experiencia en arquitectura en madera
Josep Bunyesc es un arquitecto especializado en el uso de madera en edificios de diferentes ámbitos, como residencial, centros sociales o refugios de montaña, tanto en obra nueva como en rehabilitaciones.
Durante su exposición mostró algunos casos prácticos, como la ampliación del refugio de Colomina, a 2.400 m de altura. En este caso se pretendía adaptar la arquitectura en un entorno natural de climatología adversa. La nueva construcción continuaba la línea del edificio existente, construido con estructura de madera hace más de cien años, con algunas variaciones que le permiten proporcionar confort interior durante todo el año de manera autosuficiente, al estar aislado de cualquier fuente de energía que no sea el sol. La obra se construyó en solo cinco semanas, desde la base hasta las instalaciones y cerramientos. La estructura se montó en tan solo un día, con la ayuda de un helicóptero que trabajaba como grúa.
“La madera está recuperando el prestigio que había tenido en el pasado y ha pasado a ser un material tecnológico de futuro, que permite hacer formas relativamente complejas y que se monta con precisión, se incluye en aislamientos, en revestimientos y se puede montar in situ”.
Tras la intervención de Josep Bunyesc se cerró la jornada, que evidenció que la madera ha recuperado su papel como material de construcción y puede responder a las exigencias más estrictas, tanto en estructuras, como en revestimientos, aislantes o envolventes.