Un nuevo cambio de paradigma: hacia la bioeconomía forestal
Dentro del Foro Internacional de Arquitectura y Construcción en Madera, Egurtek, que celebró su séptima edición el pasado mes de octubre en el Bilbao Exhibition Centre, la Asociación Vasca de la Madera, Baskegur, celebró unas interesantes jornadas técnicas de Innovación en Madera. Una de ellas abordó la Bioeconomía Forestal, en la que diferentes expertos del sector forestal hablaron del nuevo cambio de paradigma que estamos viviendo y debatieron sobre la estrategia y los retos a conseguir en el desarrollo de la Bioeconomía en el sur de Europa ante este nuevo escenario.
Inazio Martínez, de EFI-Efimet; Jalel Labidi, de la EHU/UPV; Manuel Enrique Jiménez, de la Universidad de Navarra y Leire Barañano, de Neiker, fueron los expertos que participaron en esta mesa redonda que tuvo al director de Baskegur, Oskar Azkarate, como moderador.
Jalel Labidi es ingeniero químico y en su equipo de investigación de la EHU/UPV trabajan la bioeconomía. Para el experto, “la problemática con la madera es que tiene una composición muy variada y, desde el punto de vista químico, no conocemos muchos de sus componentes”. En este sentido, indicó que se hace mucha investigación para convertir muchos compuestos de la madera en productos químicos, pero luego nunca llega a convertirse en producto final. “Esto lo achaco a un problema cultural: hay que convertir las ideas en proyectos aplicables a la industria. No podemos hacer una bioeconomía sin tener un proyecto base. No vendemos conocimientos, vendemos productos”, señaló Labidi.
El arquitecto Manuel Enrique Jiménez es profesor de la Universidad de Navarra y pertenece a ASA, la Asociación de Sostenibilidad y Arquitectura, que este año cumple 10 años desde su creación. Durante la celebración de la mesa redonda, Jiménez mostró varios proyectos en madera y con certificación Passivhaus que ha hecho ASA y habló de Rehabilitando Ciudades, un proyecto que la asociación ha creado este año. “En ASA somos unos 400 arquitectos que nos juntamos para hablar de sostenibilidad bajo 5 líneas de actuación: Agenda Urbana Española, Estudio de Nueva Ley de Cambio Climático, Ley de Territorios Inteligentes, Revisiones de CTE y Grupo de Trabajo”, señaló el arquitecto quien afirmó también el compromiso de la Asociación con GBCe.
En materia de bioeconomía, Manuel Enrique Jiménez destacó que en la asociación consideran que tiene que haber un cambio de conciencia, tanto del arquitecto como del mercado en general. “Cuando se habla de Economía Circular no pensamos cómo construir con recursos de la Economía Circular. Parece que tenemos un concepto de entender la construcción como algo sólido y, de no ser así, parece que no estemos construyendo”, destacó Jiménez insistiendo en la importancia que cobra hoy en día la Economía Circular, cuando “el 60% del residuo de la construcción acaba en vertedero”.
Por su parte, Inazio Martínez subrayó la necesidad de entender que hay un nuevo modelo, una nueva forma de gestionar nuestros recursos ante este cambio de paradigma. “Hablamos de bioeconomía porque hay un nuevo acuerdo sobre el que nos guiamos hacia algo diferente. Tenemos que entender que nos tenemos que relacionar con una nueva forma de gestionar nuestros recursos, es decir, vamos a sustituir el petróleo con recursos de origen biológico que tienen un gran potencial. No se trata sólo de hacer lo mismo de siempre y ponerle otro nombre, sino de entender que se trata de un cambio de paradigma: hay que transformar las ciudades, la movilidad, la edificación, el turismo, la energía…”.
En definitiva, se trata de encontrar fuentes de energía a través de recursos biológicos. Para Martínez, el problema está en que sabemos que tenemos que transformar todos esos sectores que mencionaba anteriormente, pero no se habla de cómo hacerlo “y ahí es donde la madera tiene un papel muy importante”. Podemos hacer de todo, pero no todo a la vez, porque los recursos son finitos, con lo que tenemos que saber dónde.
“La bioeconomía forestal sólo será viable en el marco de la Economía Circular. Tenemos que tener unos ciclos muy cerrados y saber lo que queremos. Hay recursos con mucho volumen y poco valor y viceversa”, comentó Inazio Martínez asegurando que “el potencial de la bioeconomía está ahí” pero, sin embargo, “la dinámica que llevamos está haciendo que utilicemos la madera sin generar valor”.
Para concluir, el experto insistió en que la concienciación es muy importante, pero hay más cosas detrás. “La construcción es un sector muy inmovilista: seguimos construyendo igual que hace 50 años y la madera, en este sentido, es un concepto revolucionario. Hay que reflexionar sobre cómo se va a llevar a cabo la transformación de la madera”.
A continuación, Leire Barañano aseguró que desde Neiker llevan impulsando la Economía Circular desde hace 40 años. “En Euskadi llevamos un largo recorrido haciendo bioeconomía, pero no sólo nosotros, sino las industrias. En Neiker mejoramos la competitividad y sostenibilidad del sector primario a través de la investigación y, precisamente, una de nuestras líneas de investigación son las ciencias forestales. Por ello hemos creado Basotek, un consorcio de trabajo multidisciplinar de conocimiento basado en la I+D+i que dé respuesta a los retos actuales y futuros de la cadena de valor forestal-madera”, avanzó Barañano.
En esta línea, afirmó que la bioeconomía es una de las grandes palancas para la innovación y reiteró la importancia de avanzar hacia una Economía Circular: ante el proceso de cambio acelerado que está viviendo el mundo (crecimiento demográfico, expansión de las clases medias en los países emergentes, la globalización y la urbanización), necesitaríamos incrementar un 50% la producción de comida, producir un 50% más de energía y reducir los impactos del cambio climático. Para ello habría que pasar del modelo de Economía Lineal, dependiente de combustibles fósiles y materias primas no renovables que está provocando problemas ambientales y de disponibilidad de materias primas, al modelo de Economía Circular, tal y como comentó Leire Barañano.
Para concluir, la experta hizo un breve análisis de por qué la Bioeconomía Forestal es importante para Euskadi. “La superficie forestal de Euskadi cubre más de las dos terceras partes del territorio y, a pesar del importante desarrollo experimentado por el patrimonio forestal vasco desde la segunda mitad del siglo pasado, los importantes cambios que se están produciendo tanto en el propio sector como en el contexto económico internacional, junto a debilidades del modelo forestal consolidado, hacen que la actividad y el sector tengan ante sí un futuro sobre el que plantearse nuevas cosas. El mundo está en un proceso de cambio acelerado y ahí nos aparece un nuevo paradigma: la Bioeconomía, que permite la producción de recursos biológicos renovables y su conversión en productos de valor añadido. En definitiva, no sólo es una necesidad, es también una oportunidad única de reconciliar desarrollo económico con protección del medio ambiente”, sentenció.