La madera de frondosas estadounidenses y el festival de Hay
Con XXI ediciones en su haber, el Festival de Hay, celebrado del 22 de mayo al 1 de junio del 2008, ha evolucionado y ya no está dedicado exclusivamente a los libros y a los escritores sino que, junto a debates sobre la actividad creativa, promueve otros, cada vez más importantes, temas de actualidad y asuntos globales.
El evento británico se celebra en Hay-on-Wye, una pequeña población situada en la frontera galesa, famosa por su mercado y extraordinariamente vinculada con el mundo literario. Hay tiene 1.300 habitantes y 39 librerías. Sin ningún centro de conferencias cercano, la organización del Festival de Hay implica el extraordinario desafío logístico de alojar cómodamente a más de 90.000 visitantes y cientos de oradores y artistas, convirtiendo una pradera de los valles galeses en un escenario de calidad, en el que se celebran 477 eventos en 10 días. Por ello, debido tanto a su naturaleza informal como a su ubicación rural, el Festival se caracteriza por estructuras temporales y soluciones a corto plazo.
Estas circunstancias junto con el compromiso de la Organización del Festival por los materiales sostenibles y las grandes aspiraciones medioambientales actuales dieron lugar a una cooperación con la American Hardwood Export Council (Ahec) (la promoción mundial de la madera de frondosas estadounidenses) para dar una solución personalizada y permanente a un aspecto de la infraestructura del evento: el mobiliario. El resultado ha sido una extraordinaria colección de muebles hechos a medida en madera de roble rojo estadounidense diseñados y fabricados por el reconocido ebanista Philip Koomen. La colección de Philip Koomen en madera de roble rojo para el Festival de Hay es un magnífico ejemplo de diseño y labor artesanal en madera. Está formada por una gran mesa de debate, diez sillas, cuatro atriles y dos mesas auxiliares.
Dado que la madera es su material favorito, Philip intenta reducir sus diseños a la mínima expresión, a los elementos esenciales de modo que el diseño ensalce el carácter de la madera.
La Mesa de Hay
El espectacular diseño de la base se ha inspirado en las hojas de un libro abierto, proporcionando el soporte y la resistencia precisos, al tiempo que aporta la apertura y ligereza necesarias al diseño global. Las ‘páginas’ o brazos distribuidos radialmente crean una forma sutil pero dinámica.
La encimera de forma elíptica alargada puede acomodar hasta seis oradores mirando hacia el público, exhibe perfectamente veteado del roble e incluye el detalle de una apertura y una ranura en el centro para canalizar las conexiones y los cables de los micrófonos.
En la parte central de la base hay un panel soporte triangular fabricado en nogal estadounidense que ofrece un contraste perfecto con el roble rojo, proporcionando mayor definición y claridad al conjunto de la forma. El panel de nogal permite también mantener los cables ocultos de cara a la audiencia.
La Silla de Hay
Las sillas han representado el mayor desafío en el diseño de Koomen para Hay. “Llevo más de 25 años diseñando sillas y he llegado a la conclusión de que la silla no es más que un artefacto cultural. Fisiológicamente no estamos diseñados para sentarnos en sillas; la posición sentada más natural es la que no utiliza artefacto alguno. Las sillas son en gran medida un producto de una civilización que ha perdido el contacto con su naturaleza” dice Koomen. No obstante, consciente de que todos tenemos necesidad de utilizarlas, estas no deben limitar los movimientos de quienes las ocupan, por el contrario, deben propiciar la libertad de movimientos.
La silla de Hay intenta satisfacer estos requisitos, proporcionando al mismo tiempo una sensación de seguridad en unas situaciones, frente al público, que podrían resultar intimidatorias.
Está diseñada para dar al usuario un apoyo adecuado gracias a su respaldo de líneas curvas, que refleja la curvatura natural de la espina dorsal. El hueco del respaldo elimina la presión sobre la columna vertebral y su estrechez es una opción deliberada ya que permite la rotación de la parte superior del cuerpo, lo cual adquiere una importancia especial para posibilitar el diálogo con otros oradores.
El asiento de madera elimina la necesidad de cojines, ya que la estabilidad a la hora de sentarse se consigue mediante un buen contacto con los ‘huesos de asiento’. Los esbeltos brazos curvados, situados deliberadamente a una altura excesivamente baja como para poder apoyarse en ellos, proporcionan una sensación de definición espacial al usuario.
Uno de los objetivos fundamentales del diseño de la silla es la durabilidad. La uniones se han efectuado mediante las denominadas ‘espigas pasantes’, es decir, los listones estructurales del asiento atraviesan las patas y su terminación resulta visible. Estas espigas se fijan mediante pequeñas cuñas de nogal que adoptan el aspecto de insertos rectangulares. También se ha utilizado nogal para los elementos de conexión entre las patas. Estas uniones aportan una extraordinaria resistencia a la silla, además de resultar notablemente atractivas.
El Atril de Hay
El atril fue la pieza que planteó el mayor número de dificultades de diseño, según Koomen. La idea original consistía en crear una elegante forma femenina, pero con las modificaciones de los requisitos, la versión final adquirió un aspecto más rechoncho que, sin embargo, sigue siendo atractivo. El resultado final resuelve los requisitos técnicos para la gestión de los cables y la iluminación por un lado, y la adecuación funcional por el otro, todo ello con una forma curvilínea suave que se adapta bien a los escenarios.
La Selección de la Madera
Para Philip este encargo fue una excelente oportunidad para especificar por primera vez roble rojo estadounidense, una especie poco conocida. Su reacción ante la especie ha sido muy positiva; “nos ha impresionado enormemente su consistencia y su color que varía de rosa salmón a marrón rojizo. Desde un punto de vista práctico, resultaba fácil de trabajar y parece ser menos quebradizo que otros robles con los que hemos trabajado. Un acabado consistente en tres capas de aceite nos ha permitido capturar y potenciar su color y características naturales”.
Como diseñador, afirma Koomen, “creo que es importante especificar especies poco utilizadas y este proyecto era una oportunidad perfecta para hacerlo. Los clientes se mostraron especialmente receptivos ante el uso de una madera procedente de un recurso forestal gestionado de forma sostenible. Elegí nogal negro americano para los detalles, ya que proporciona un intenso contraste oscuro con el roble rojo”.
Aunque es la especie dominante en los bosques norteamericanos, el roble rojo es una madera poco utilizada, si bien, su popularidad es cada vez es mayor en Europa y son cada vez más los diseñadores que como Philip, están descubriendo esta madera sostenible.