Calidez, bienestar y espectacularidad
Según los admiradores del roble rojo, el impulso que necesitaba de cara al mercado era un proyecto estrella que pusiese de manifiesto tanto su atractivo estético como sus extraordinarias características puesto en servicio. Este proyecto ya se ha realizado. No suele haber proyectos más ambiciosos o con mayor visibilidad que el del edificio de la sede central de 103.000 m2 que Bloomberg, el gigante en el ámbito de los datos, software y noticias financieras, acaba de inaugurar.
Diseñado por un equipo de Foster + Partners, bajo la dirección del propio Norman Foster, el impresionante edificio ubicado en la City de Londres ya suena como candidato para diversos premios de arquitectura. También ha sido evaluado en lo relativo al medio ambiente, consiguiendo una puntuación de BREEAM récord para un edificio de oficinas del 98,5%.
Otro factor que contribuyó a la relevancia del edificio para el roble rojo es el hecho de que, tal como comentó Michael Jones, arquitecto del proyecto, no se ha hecho un uso simbólico o decorativo de la madera, sino que ésta constituye un elemento fundamental tanto para la estética del interior como para la consecución de los objetivos de bienestar y medioambientales de los diseñadores. También hay que señalar que la madera se ha utilizado en cantidades considerables: 37.160 m2 solo para los suelos.
Para responder a la pregunta de por qué eligió la madera como material, y en tanta cantidad, Jones se remite a las primeras conversaciones que mantuvo con el CEO de Bloomberg, Michael Bloomberg.
“Hasta entonces la empresa había ocupado un espacio comercial existente pero, el establecimiento de nuestra sede central europea, nos pareció que merecía algo personalizado, adaptado a nuestra manera de trabajar”, explicó. “Además de expresar nuestra singularidad a través de la arquitectura, también queríamos que el edificio estuviera en consonancia con los tiempos y que, mediante la elección de la paleta de materiales, se integrase en el contexto y la ubicación, ambos con profundas raíces históricas, de la City londinense. A esto se debe el gran uso que se ha hecho en el proyecto del bronce y de la piedra de Derbyshire, concretamente 9.000 toneladas de esta última, y también de la madera, todos ellos materiales que se pueden observar con frecuencia en la arquitectura londinense. El desafío consistía en tomar estos materiales y utilizarlos de una manera fresca e innovadora”.
“La sostenibilidad de un edificio está estrechamente relacionada con el bienestar de las personas que lo ocupan. La gente se siente mejor en un lugar en el que haya materiales naturales”, comenta Michael Jones, arquitecto del proyecto
La sostenibilidad también contribuyó a que Foster se decantase por la madera. “Cuando nos referimos a la sostenibilidad de la madera, no lo hacemos solo porque es un material renovable, energéticamente eficiente, con gran capacidad de almacenamiento de carbono y todos esos aspectos positivos, sino también porque contribuye a la sostenibilidad en un sentido más amplio”, comentó Jones. “La sostenibilidad de un edificio está estrechamente relacionada con el bienestar de las personas que lo ocupan. La gente se siente mejor en un lugar en el que haya materiales naturales”.
Aunque a veces se desdeña el roble rojo por su tono rosado, fue precisamente esta característica, combinada con sus propiedades técnicas, lo que hizo que Bloomberg y Foster se decidieran por este material. “Queríamos una especie que aportase calidez y que madurase con el paso del tiempo adquiriendo un sereno aspecto añejo”, añadió Jones.
Los arquitectos y el cliente también consideraron el uso de otras especies. Descartaron el cerezo debido a su tendencia, en ciertas circunstancias, a oscurecerse significativamente con la exposición a la luz. También les pareció que los robles blancos europeos y estadounidenses producirían un acabado demasiado claro, con un tono más bien amarillento. El hecho de que el roble rojo no presentase estos inconvenientes, combinado con su gran volumen de producción en los Estados Unidos, contribuyó finalmente a su elección.
“Aún con todo, hubo momentos en los que me preocupaba no conseguir la cantidad que necesitábamos en el plazo requerido, y con la homogeneidad de veteado y color que deseábamos”, comentó Jones. “Era mucho lo que estábamos pidiendo, pero la industria de la madera estadounidense estuvo ciertamente a la altura.”
La relevancia del roble rojo para la estética del interior del edificio resulta evidente en cuanto se accede al vestíbulo, que constituye de hecho una primera impactante declaración de principios del edificio. Este espectacular espacio arremolinado, denominado el Vórtice, incluye 1.858 m2 de roble rojo utilizado para recubrir las paredes arqueadas entrecruzadas.
“El Vórtice es una reinterpretación moderna, literal y metafórica, de los vestíbulos de entrada revestidos con madera que pueden encontrarse en un gran número de edificios clásicos ingleses, especialmente en Londres”, señaló Jones.
Según Jones, esta aplicación de la madera también es uno de los ejemplos en el edificio en el que la innovación ha superado los desafíos potenciales del uso de la madera. “Puesto que el hecho de tener tal cantidad de revestimiento vertical conllevaba el riesgo de reverberación, se efectuaron microperforaciones con láser en la madera, que consiguen que ésta absorba el sonido sin que su estética se resienta. De hecho, los orificios son tan pequeños que solo pueden verse cuando uno de acerca a menos de 20 mm de la superficie del revestimiento”, comentó.
El roble rojo también tiene una presencia preponderante en la sala multiusos, un espacio flexible concebido para la celebración de reuniones y presentaciones situado junto al auditorio del edificio. En este caso se ha utilizado en forma de madera laminada encolada, concretamente un total de 1.350 m3, que forman las paredes en forma de 'aletas' que definen el espacio.
La atrevida decisión de utilizar la madera también para los suelos se adoptó durante una reunión celebrada en Nueva York entre Michael Bloomberg y Jones, y supuso probablemente el mayor desafío técnico. “Estábamos hablando de los posibles tipos de suelos y Bloomberg me preguntó sin más por qué no podían ser de madera”, explicó el arquitecto. “Las razones principales por las que no se utiliza este material, con frecuencia, en los edificios de oficinas es el ruido de las pisadas y, en este sentido, hay que tener en cuenta que en el edificio de Bloomberg trabajarán casi 7.000 personas, y la necesidad de poder acceder a los servicios situados debajo del suelo. Queríamos la estética de una superficie monolítica sin fisuras, pero el uso de tablas machihembradas crearía grandes problemas a la hora de acceder al cableado de comunicaciones y otros sistemas”.
Una vez más, la innovación permitió superar las dificultades técnicas y funcionales. Trabajando en equipo con el contratista y el proveedor de materiales Kingspan, Bloomberg concibió una solución que permitía levantar y reinstalar las tablas individuales según fuese necesario.
“Cada tabla tiene una tira magnética a lo largo de toda su longitud que se adhiere al suelo metálico de soporte situado debajo”, explicó Jones. “Este sistema permite retirar una tabla utilizando una ventosa, levantar las tablas adyacentes haciendo palanca e instalarlas de nuevo simplemente dejándolas caer en su posición”. Este enfoque también elimina prácticamente por completo los crujidos de la madera, y además el sonido de las pisadas se amortigua mediante una capa acústica adicional situada entre las tablas y el suelo metálico de soporte. También es muy sencillo sustituir las tablas en el caso de que alguna zona resultase dañada.
En Kingspan quedaron tan convencidos con la solución para los suelos que la han lanzado al mercado y ya se ha utilizado en otros proyectos.
El uso del roble rojo en estas aplicaciones supuso un ejercicio de logística. Además de la obtención de la madera, toda ella con la certificación de sostenibilidad FSC o equivalente, y su transporte cruzando el Atlántico, los paneles del Vórtice se perforaron con láser en Suiza, las paredes de madera laminada encolada de la sala multiusos se fabricaron en Alemania y los suelos se mecanizaron en Italia.
La madera necesitará mantenimiento, aunque éste debería ser mínimo gracias al acabado al aceite en los suelos, al barnizado de los paneles y a la durabilidad natural inherente del material, de la que el edificio alberga pruebas concluyentes. Está construido en el lugar en el que se levantaba el antiguo templo romano de Mitra y, durante las excavaciones efectuadas para los cimientos, se descubrieron elementos estructurales de madera del templo en buen estado de conservación. Entre los hallazgos arqueológicos se incluyen 400 tabletas de escritura de madera, algunas de las cuales, junto con otros objetos, se exhiben al público en el London Mithraeum, un museo situado en los sótanos del edificio que Bloomberg describe como un “nuevo destino cultural gratuito”.
A la pregunta de si el proyecto hará que Foster utilice de nuevo roble rojo en el futuro, la respuesta de Jones es “¿Por qué no?”. “Una de nuestras mayores señas de identidad era el uso del acero y el cristal, pero el mercado está cambiando y cada vez utilizamos más la madera”, señaló. “Hoy en día, las empresas quieren fundamentalmente dos cosas: que sus edificios tengan una personalidad distintiva y que se adapten a las necesidades de las personas que trabajan en ellos y promuevan su bienestar. La madera permite conseguir ambas cosas satisfactoriamente. Aporta una sensación de calidez y hace que las personas se sientan mejor con el entorno que las rodea. Y aunque cada edificio es el resultado de las conversaciones mantenidas entre el cliente y el arquitecto, estoy convencido de que volveremos a trabajar con el roble rojo. Tanto Bloomberg como nosotros estamos encantados con el resultado obtenido”.