Cose insiste en la gestión del monte para la prevención de incendios
Patricia Gómez, gerente de Cose –Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España–, entidad que representa a los propietarios forestales privados, alerta del alto riesgo de incendio por el abandono de los montes, debido fundamentalmente a la falta de rentabilidad que obtienen sus propietarios de ellos, que dificulta los tratamientos selvícolas de prevención.
Así lo ha puesto de manifiesto durante la ponencia sobre ‘Mantenimiento de los montes como prevención de incendios’, que ha ofrecido, junto a Olga González, gerente de Fafcyle –Federación de Asociaciones Forestales de Castilla y León–, en las jornadas profesionales que se han celebrado en Salamaq 17, la Feria del Sector Agropecuario de Salamanca.
En su intervención, Patricia Gómez señaló hechos tan contradictorios como que, si bien España es hoy el tercer país del mundo donde ha aumentado la superficie forestal, y cómo eso se podría entender como una ventaja, supone también un “riesgo o amenaza” porque “se está matorralizando”, lo que atribuye a la escasez de recursos destinados a las labores de prevención y limpieza.
A su juicio, esta acumulación de matorral y combustible fino en torno al arbolado (abandono de las actividades tradicionales en el medio rural, despoblación, etc.) conlleva que haya “una enorme superficie cargada de combustible, preparada para arder”. Son diversas las causas que lo provocan, pero frente a la propagación del fuego la mano del hombre sólo puede actuar sobre el combustible que lo alimenta, es decir, sobre la estructura de la masa forestal, ya que no existe opción de manejar la orografría del terreno ni las condiciones climáticas, los otros dos factores que inciden en el daño potencial de un incendio. “Sin la realización de estos tratamientos, los montes españoles funcionan como bombas incendiarias, por la altísima acumulación de combustible. Necesitamos un apoyo decidido a la selvicultura preventiva”, precisó.
Patricia Gómez reivindicó en su exposición la puesta en valor de los recursos naturales, el apoyo al mundo rural y el aprovechamiento energético de la biomasa, al igual que la necesidad de “generar discontinuidades en la masa forestal” en la lucha contra las llamas. “Aprovechar la biomasa forestal como bioenergía ayudará a los selvicultores a generar recursos económicos necesarios para realizar las labores preventivas”. Una consideración que basa, sobre todo, en el hecho de que ahora los recursos públicos “son mucho más escasos”.
Desde Cose, el objetivo es hacer llegar a la sociedad que “como propietarios forestales, necesitamos más apoyos para hacer prevención, ya que eso supondría también un ahorro en la extinción y generaría actividad en el entorno forestal. “La prevención es una gestión activa del monte”, remarcó Patricia Gómez.
Desde Fafcyle su gerente, Olga González, en referencia a la situación en Castilla y León, informó que un gran número de incendios forestales se han producido en los últimos tiempos en León, Zamora, Salamanca y Ávila, y tienen un “gran impacto” a todos los niveles.
Según la ponente, apagar los fuegos cuesta “muchísimo dinero” todos los años, y ha coincidido con la gerente de Cose en la “baja” inversión de la Administración Pública en labores de prevención, pasando de 10 M€ en el 2009 a 2.600.000 euros en 2014, en Castilla y León, según datos de la Asociación Nacional de Empresas Forestales (Asemfo).
Desde Fafcyle afirman que el sector forestal “se tiene que tomar en serio”, en especial lo que se refiere a la inversión en materia preventiva, donde se ha registrado un descenso de los recursos en torno al 75% en seis años.
Olga González hizo especial hincapié en que “la selvicultura preventiva genera una mayor resistencia frente a los incendios” y en que “un monte gestionado es un monte valorizado”.