Fafcyle celebra su 25 Aniversario con el I Encuentro de Propietarios Forestales de Castilla y León
La Junta de Castilla y León anima a los propietarios forestales privados a agruparse
El Edificio PRAE de Valladolid acogió el pasado día 16 de diciembre el I Encuentro de Propietarios Forestales de Castilla y León, organizado por Fafcyle -Federación de Asociaciones Forestales de Castilla y León-, entidad que este año cumple su 25 Aniversario. Al evento asistió Juan Carlos Suárez-Quiñones, consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, quien reconoció que “existen en estas explotaciones numerosas carencias como la falta de productividad y eficiencia, trabas administrativas o falta de ayudas económicas, pero también oportunidades en el segmento de la propiedad forestal privada que no se están aprovechando, y que se pueden activar mediante un nuevo marco normativo, el diálogo inter sectorial, la gestión y el asesoramiento técnico y administrativo”.
Jesús Castaño Nieto, presidente de Fafcyle, considera que “las ayudas públicas al colectivo de los propietarios forestales privados son insuficientes” y reivindica “una mayor participación” en las subvenciones que emanan de la PAC -Política Agraria Comunitaria-. En este sentido, José Angel Arranz Sanz, director general del Medio Natural de la Junta y Castilla y León, reconoce que “el sector forestal está fuera de la PAC, que hasta ahora ha resultado ser una línea de ayuda exclusivamente agrícola, para compensar a los agricultores, pero que a partir de ahora va a ser agraria y va tener en cuenta también a la actividad forestal, porque será una política destinada esencialmente a mitigar el cambio climático”. A su juicio, “el monte en Castilla y León está más capitalizado que nunca, y la superficie forestal es cada vez mayor que la de cultivos agrícolas”, con productos que cobran valor progresivamente. Ahí está la oportunidad del sector; también del propietario privado”.
Castilla y León, una región forestal
El 51% de la superficie de Castilla y León es forestal, 4,9 millones de hectáreas, siendo la superficie forestal europea del 41% y la mundial el 39%. La superficie forestal per cápita es de 1,92 has forestales por habitante, mejor ratio que el conjunto de España (0,6), la UE (0,35) y el global mundial (0,77). Es decir, más del triple que la española, casi seis veces más que la media europea y 2,5 veces más que la media mundial.
De las 4,9 millones de has, 2.652.066 se corresponden con propietarios públicos (54,82%) y 2.186.375 se corresponden con propietarios privados (45,18 %), en línea con la media europea.
Castilla y León es una región con tradición forestal y magníficos profesionales que en los últimos años ha pasado de poner en el mercado un millón de metros cúbicos de madera a poner 3,6 millones de m3, que a pesar de padecer graves problemas de plagas lidera el sector del piñón, se pone a la cabeza en los de la castaña y la biomasa y es referente y modelo en la gestión del recurso micológico y de la resina en el resto de España.
“El minifundismo forestal limita la rentabilidad de las explotaciones de los 719.000 propietarios privados que existen en la región, cuyas fincas poseen una extensión media de 6 hectáreas -opina el Consejero-. Quizá el peso o la mejor gestión de lo público, que aporta el 75% de la productividad de todo el sector, ha ido en detrimento de la gestión de lo privado”.
La Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León anima al colectivo de propietarios forestales privados a agruparse, profesionalizarse y movilizar sus recursos de madera y biomasa, y de productos forestales no madereros como la resina, la castaña, el piñón, etc.; de cara a estimular y dinamizar la actividad forestal de un colectivo que hoy registra una sub explotación.
Angel Manuel Sánchez Martín, Jefe de Servicio de Restauración de la Vegetación de la Junta de Castilla y León, informó a los propietarios forestales privados convocados por Fafcyle acerca de las ayudas públicas que están a disposición de este colectivo, tanto de forestación como preventivas.
Por su parte Lorenzo A. Rodríguez Martín, funcionario del Servicio de Gestión Forestal de la Junta de Castilla y León, expuso la evolución de la planificación y la certificación forestal en esta región. “En la región la superficie forestal privada ordenada es proporcionalmente muy inferior a la pública -señaló el ponente-, pero lo privado se va poniendo al día, razonablemente”.
Juan Carlos Suárez-Quiñones, consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, considera que “el modelo de gestión de los montes públicos en esta región es, sin duda alguna, un referente en producción forestal certificada”.
Ana Belén Noriega, secretaria general de PEFC España, asistió al I Encuentro de Propietarios Forestales de Castilla y León, y animó a los asistentes a poner en valor el trabajo, los recursos y los productos forestales. “La planificación es esencial, sin plan no es posible gestionar, organizar y mejorar”, apuntó, demandando a la Administración que facilite los instrumentos necesarios.
Según esta entidad de promoción de la certificación, cada vez son más y más conocidos los productos certificados de origen forestal. “El producto forestal debe escalar hacia lo más alto del mercado, con una certificación de gestión forestal sostenible, que da un valor añadido a un producto, de por sí, magnífico”.
Fafcyle
La Federación de Asociaciones Forestales de Castilla y León (Fafcyle) es una entidad asociativa sin ánimo de lucro que se consolida en el año 1990 y que trabaja desde hace más de 25 años en la defensa de la superficie forestal privada de Castilla y León.
Fafcyle agrupa a las Asociaciones Forestales provinciales de la región. En la actualidad cuenta con más de 5.000 socios, que suponen unas 40.000 personas físicas representadas, y una superficie forestal asociada que supera las 500.000 ha, es decir, alrededor de un 25% de todos los montes particulares de Castilla y León.
Entre sus fines y objetivos principales se encuentran el asesoramiento técnico, la gestión de subvenciones, la formación de los propietarios forestales y la realización de actividades de divulgación e información del sector forestal en general.
Fafcyle ha conseguido aunar los esfuerzos de los propietarios forestales en pro de la defensa y el desarrollo del sector forestal, que pasa por un reconocimiento social de la multifuncionalidad del monte así como del valor económico y ambiental del mismo.
Jesús Castaño Nieto, presidente de Fafcyle, contempla un “futuro negro” para el sector y para las Asociaciones que integran esta Federación, principalmente por la falta de ayudas económicas. “No podemos depender sólo del mercado -afirmó-, la rentabilidad de una hectárea forestal ronda los 20 euros, frente a los 400 euros de una hectárea agrícola”.
No esquiva Fafcyle la oportunidad de la concentración parcelaria. “Existen fórmulas legales pero falta la voluntad de hacerlo”. Y reprocha a la Junta las trabas que ha puesto a la posibilidad de obtener asesoramiento técnico, esencial para desarrollar los mercados de los productos madereros y no madereros, a través de los fondos de los PDR -Planes de Desarrollo Rural- y los grupos operativos.
Parece ser que el cambio climático va a ser determinante en el futuro del sector. Como quedó dicho más arriba, la nueva PAC favorecerá a las medidas que preserven y favorezcan al Medio Ambiente. “Ministerio y Junta tienen que tomar cartas en este asunto -concluyó Jesús Castaño-, porque ningún vegetal absorbe tanto CO2 y favorece al ciclo del agua como un árbol”.
Un régimen fiscal adecuado
COSE -Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España- propone políticas estratégicas y la mejora del régimen fiscal, así como incentivos fiscales para quien lleva a cabo una gestión forestal sostenible; todo ello para reactivar y estimular la actividad en el sector.
COSE quiere una fiscalidad adaptada a la actividad forestal, porque es especial. Con producciones a largo plazo, rentabilidades bajas, mercados débiles y el problema de las plagas y los incendios, entre otras peculiaridades que atenazan la gestión de un monte.
En el año 2000 la Confederación, junto con el Ministerio de Agricultura lograron que los propietarios entraran en el régimen objetivo o módulos en IRPF para tributar las ventas de madera y un IVA compensadolo cual fue muy ventajoso, porque se reduce considerablemente la base imponible. Este hecho animó a los propietarios a declarar sus ventas de madera, Hacienda incrementó la recaudación y aumentó la transparencia en las transacciones.
“Pero queda mucho por mejorar -afirmó Patricia Gómez Agrela, gerente de COSE-. Están fuera del modelo los profesionales libres y muchos autónomos, que son mayoría en el sector. Una reducción del tipo impositivo que se aplica a los rendimientos en el régimen específico de las comunidades titulares de montes vecinales en mano común y el mismo tratamiento para los montes de socios y sociedades forestales en el impuesto de sociedades. La exención del impuesto de sucesiones y donaciones cuando se transmitan en herencia participaciones en sociedades forestales de agrupación de propiedades o en sociedades familiares creadas para conservar la integridad de los montes y la deducción del 100% de la cuota tributaria en el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados a las transmisiones inter vivos de suelo rústico forestal para favorecer la agrupación de la propiedad en los lugares de fuerte implantación del minifundismo y el intercambio de tierras, aspectos claves de la gestión forestal.”.
Por otra parte, COSE anima a la iniciativa conjunta y a la valorización de todos los productos que genera el monte, no sólo la madera.
El reto del sector para afrontar el futuro es complicado: Frente al progresivo abandono del monte, el envejecimiento de la población y la falta de estímulo para los jóvenes. ¿Es el abandono la causa o la consecuencia de la falta de inversiones y la ausencia de políticas para este sector?
Ante esta realidad, COSE pone el foco en los incentivos fiscales a la gestión forestal en montes con plan de gestión forestal aprobado, como una de las medidas más estimuladoras para atraer la inversión y crear actividad económica. La propuesta consiste en una desgravación del 30% de la cantidad invertida o desembolsada, aplicable directamente en la cuota del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas o en el Impuesto sobre Sociedades, lo que supondría un retorno vía IRPF y SS por el empleo generado que compensa el gasto fiscal de la desgravación, sin tener en cuenta las prestaciones del paro que se dejarían de pagar por nuevas contrataciones y el IVA por la facturación de la actividad generada.
“También necesitamos que las leyes otorguen a los selvicultores un trato similar al que tienen los agricultores. Hoy en día no somos considerados Agricultores a Título Principal (ATP) o profesionales de la agricultura por no llegar al mínimo de renta u ocupación, por lo que quedamos fuera de muchas vías de financiación”.
Según COSE, hace falta una definición en la legislación actual que contemple la figura del selvicultor activo, que no es otra que la del propietario forestal que cultiva o cuida su monte. Dada la necesidad de involucrarlos en inversiones a largo plazo, propias de la selvicultura, resulta apremiante definir este estatus del selvicultor activo y formular políticas adecuadas a las necesidades de este colectivo en el que recae la enorme responsabilidad de evitar el abandono del territorio y de transmitir en mejores condiciones el patrimonio recibido.
Por último, la ponente se refirió a las organizaciones interprofesionales como fórmula para estructurar y vertebrar el sector, reforzando vínculos y relaciones en toda la cadena, potenciando la formación, la eficiencia y la calidad y, además, aumentando la transparencia del mercado. “Todos los acuerdos que alcanzan estas organizaciones interprofesionales, por extensión de norma, han de ser respetados por todo el mundo; y sirven para organizar el sector y fortalecer los mercados.”
El modelo catalán
Joan Rovira, secretario general del Consorci Forestal de Catalunya, expuso en el I Encuentro de Propietarios Forestales de Castilla y León el modelo de organización de la propiedad forestal en Cataluña.
Sin duda, ambas regiones coinciden en que el Asociacionismo y el trabajo en común son esenciales para comenzar a conseguir cosas.
En Cataluña el 77% de la propiedad forestal es privada. Es un sector también atomizado; se estima que existen 200.000 propietarios, y el 52% de las fincas tienen menos de una hectárea. El 1,2% de las propiedades tiene más de 100 has., representado el 42% de la superficie forestal.
La propiedad está agrupada mayoritariamente en torno al Consorci Forestal de Catalunya, siendo la organización la punta de lanza para la estructuración del sector productor privado.
“La intervención pública en predios privados, de por sí, es complicada”, señaló el ponente. Siguiendo el modelo francés de los Centros Regionales de Propiedad Forestal, los propietarios forestales privados de Cataluña introdujeron en la Ley forestal regional de 1988 la figura del Centro de la Propiedad Forestal; un organismo público con amplias competencias por ley desde 1999 pues se pretende centralizar en el mismo las competencias y mejorar el apoyo público al monte privado. Es por ello que el consejo de administración está formado por propietarios forestales y representantes de los distintos departamentos de la Generalitat que tienen competencias sobre el monte, al cincuenta por ciento, Esto es, una “ventanilla única” adonde el propietario puede dirigirse. Los planes de gestión forestal son las herramientas para implementar las políticas.
Madera y corcho salen en Cataluña principalmente del monte privado. Más del 50% de la superficie forestal es ordenada. De estas fincas sale más del 70% de las cortas de madera de la región. “El sector productor está motivado e implicado; lidera la evolución y la marcha del sector”, asegura Joan Rovira.
Por otra parte, el nuevo PDR -Plan de Desarrollo Rural- apoya a las agrupaciones de productores. “Pero además de asociarnos, hemos de hacer economía y empresas -apuntó el secretario general del CFC-. La creación de Organizaciones de Productores Forestales bajo la fórmula de pymes es un apoyo importante contemplado en el nuevo PDR y que facilita el esfuerzo para arrancar y empezar a crecer”.
En Cataluña nació Quality Suber, una SL en torno a la explotación y comercialización del corcho. “Gracias a este proyecto estamos creciendo y ilusionando otra vez al productor”, concluyó Joan Rovira.