COSE visita el monte Riobóo, en O Valadouro (Lugo)
La Orden de los Franciscanos se instaló en Viveiro a principios del siglo XIII, y su influencia en la comarca durante cinco siglos fue muy relevante. Al parecer, una amplia superficie del territorio de los actuales municipios de Viveiro y O Valadouro pertenecía a esta orden. Las familias que vivían en los tres lugares que formaban Riobóo cultivaron y aprovecharon estas tierras durante varios siglos, soportando la carga foral de la mencionada Orden.
A comienzos del siglo XIX, con los distintos procesos de desamortización; en particular a mitad de siglo, los vecinos que habitaban estos lugares y otros propietarios se hicieron con las tierras que se cultivaron de forma continuada hasta que los lugares comenzaron a abandonarse paulatinamente, hace más de 70 años.
A partir de 1967, el actual propietario inició la compra de estos lugares y sus tierras y consiguió, en 1980, reunir las diferentes propiedades en una única finca, que se mantiene indivisa hasta la actualidad.
Hasta bien entrado el siglo XX, la estructura de la explotación era la tradicional de la montaña del norte de Lugo; dedicada fundamentalmente a la ganadería y al cultivo agrícola para auto consumo. Las tierras de cultivo de los lugares ocupaban unas 15 ha, y las manchas de fraga cubrían 20 ha, formada por roble (Quercus robur), abedul (Betula celtibérica) y acebo (Ilex Aquifolium). El resto de la finca era monte raso dedicado a producir esquilmo (cama para el ganado y fertilizante vegetal) y alimento para el pastoreo del ganado en régimen extensivo y también, periódicamente, se cultivaban cereales.
En la década de los 60 y 70 la explotación tradicional, ya en manos de nuevos propietarios, cambió sustancialmente, transformando los terrenos agrícolas y parte del monte en praderías de secano, para convertirse en una explotación lechera de vacuno, con algo de ganadería extensiva caballar para la producción de carne. Se inició entonces la repobación de algunas zonas de la finca con pino pinaster, pino radiata y eucalipto globulus y delegatensis; actuaciones de carácter marginal frente a la producción lechera.
En el año 1992 la propiedad encargó a la Asociación Forestal de Galicia (AFG) la elaboración de un proyecto de ordenación con el fin de convertir la finca en una explotación forestal, y conseguir unas rentas periódicas suficientes a base de la producción de madera. Desde entonces, el equipo técnico de la AFG presta un servicio de asistencia a la gestión del monte. En 1992, 120 ha de la finca eran praderías o monte raso de matorrales, y 80 ha estaban arboladas, aunque sin tratamientos silvícolas adecuados, los caminos eran muy escasos y se encontraban en mal estado.
La propiedad cuenta con varios elementos culturales sobresalientes, como la capilla de Santa María de Riobóo, reconstruida por primera vez en 1712. En el año 1980 el actual propietario la volvió a restaurar, después de un largo período de ruina.
Las casas de los lugares, dos permanecen en pie con distinto grado de restauración, muestran las características de la arquitectura rural de la comarca. La finca tiene un molino de agua, una central de producción de energía eléctrica y cierres artesanales, elementos que la propiedad ha ido restaurando a lo largo del tiempo y que, junto a las praderas y el arbolado que lo circunda, configuran un paisaje de particular belleza.
El manejo de la finca ha conseguido armonizar la producción forestal, la ganadería (utilizada ahora para mantener sin matorral las praderías que rodean las edificaciones) y la conservación del bosque autóctono, formando un sistema biodiverso muy bien integrado en un entorno natural equilibrado.
Características estacionales del monte
Los suelos son muy ácidos, con pH entre 4 y 5 y con abundancia de materia orgánica, que en los rasos húmedos y fríos puede llegar a formar turba. En las zonas altas predominan los suelos de brezo, muy esquilmados debido a las antiguas prácticas de pastoreo y cultivo de cereal. Sin embargo, buena parte del monte presenta suelos profundos y bien drenados que aseguran la alimentación de agua de las numerosas fuentes y manantiales que afloran en el mismo.
A pesar de su proximidad al mar, menos de 15 km., el clima de Riobóo no es exactamente oceánico. La disposición orográfica de Riobóo lo hace muy sensible al viento que, junto frío y al exceso de agua en ciertas partes del monte, constituyen los elementos más restrictivos para la producción forestal.
La ordenación forestal en Riobóo
Riobóo es el primer monte privado de Galicia inscrito en el registro de montes ordenados aprobados por la administración forestal. En la actualidad se está elaborando la tercera ordenación para el período 2016-2025.
El monte Riobóo dispone de certificación forestal sostenible bajo el sistema PEFC y está preparando la certificación FSC.
Durante el primer período de ordenación, entre 1993 y 2002, se realizaron fuertes inversiones, con más de 15 km de caminos construidos y más de 140 ha de terrenos repoblados. Las masas jóvenes de pino radiata y de pseudosutga fueron podadas, las masasa adultas de todas las coníferas fueron clareadas y se realizaron tratamientos sanitarios contra la banda roja de pino y contra el goniptero en el eucalipto globulus.
El monte se divide en tres cuarteles productivos y uno de conservación. En dos de los productivos de pino radaita es la especie principal, diferenciados por la calidad de estación, y en el tercero la especie principal es pseudotsuga.
El método de ordenación que se aplica en los tres cuarteles de coníferas es el de división por cabida. Se han establecido 20 tranzones de corta, con superficies entre 6 y 10 ha. Las cortas finales son a hecho y la regeneración es artificial, mediante plantación.
Las masas de coníferas: Pinus radiata y Pseudotsuga menziesii
Las podas son precoces, en pseudotsuga hechas a partir del tercer año de la plantación, y en radiata a los ocho años. La altura de poda llega a 3 m y a 5 m, dependiendo de la calidad. Se podan ramas finas para conseguir que las heridas de poda cicatricen rápido y sin problemas, tratando de lograr en el turno de producción el máximo de volumen de madera sin nudos.
En los mejores sitios del monte, suelos profundos, bien drenados y aireados, pseudotsuga se adaptó perfectamente y alcanza crecimientos muy buenos. Hoy las masas de pesudotsuga ocupan 26 ha distribuidas en varias parcelas de diversas edades, formando rodales mono específicos.
Las plantaciones de frondosas
La densidad es de 600 pies/ha y se han practicado podas de formación en los primeros años y podas de calidad al alcanzar los 10 cm de diámetro.
El futuro del monte
En el año 2016 estará listo el nuevo proyecto de ordenación del monte. De acuerdo con los criterios marcados por la propiedad, se va a continuar básicamente la ordenación actual, dando permanencia a la función principal del monte como producción de madera de coníferas. La ordenación prevista para el período 2016-2025 pretende alcanzar los siguientes objetivos:
- Generar beneficios al final del plan especial a diez años.
- Acortar los turnos de producción en radiata y peudotsuga.
- Disminuir gastos en selvicultura, optimizando las podas y reduciendo al máximo las cortas intermedias.
- Aumentar y consolidar la superficie de vegetación natural para crear un corredor continuo apoyado en las márgenes de los principales cursos de agua.
- Aumentar la producción de madera, introduciendo eucalipto nitens en terrenos de muy baja calidad, en los que las coníferas no prosperan.
El período de transformación para que el monte esté totalmente ordenado es de aproximadamente 10-15 años. En ese momento la posibilidad de corta anual se acercará a los 3.000 metros cúbicos de madera, con una renta periódica que permitirá practicar una gestión sostenible del monte.