Aidima y el arquitecto Jorge Piera potencian la conservación y rehabilitación de edificios con madera en los Poblados Marítimos de Valencia
El Instituto Tecnológico del Mueble, Madera, Embalaje y Afines, Aidima, ha iniciado la diagnosis de numerosas estructuras de madera en edificios de los Poblados Marítimos de Valencia ante la preocupación de los propietarios o futuros propietarios por conocer el estado interno de la madera previo a una compra o rehabilitación.
El anuncio de ayudas públicas ha disparado el interés en una zona degradada de alto valor patrimonial, y que hace necesario evaluar daños ocultos que evitan costosas intervenciones posteriores a la propia rehabilitación. Aidima apoya su trabajo en el arquitecto Jorge Piera Gregori, especializado en esta destacada área de la ciudad, quien conoce las tipologías de viviendas de esas zonas y sus necesidades en cuanto a rehabilitación.
El objetivo es aportar datos e información precisas para que la rehabilitación se haga de manera consecuente con el estado de la estructura. Consecuentemente, la experiencia de más de 3 décadas y continua investigación en tecnología y biotecnología de la madera permite al Instituto Tecnológico Aidima ofrecer este servicio tecnológico especializado en inspección y diagnosis de madera estructural con las máximas garantía de certeza.
Se trata de determinar el estado de la madera de un edificio o inmueble analizando el estado interno de cada elemento estructural, su resistencia y su capacidad para mantener su función estructural o decorativa, y del que deriva un informe técnico que aporta la información necesaria para abordar una rehabilitación adecuada.
Aidima da una gran importancia al uso de técnicas no destructivas de ensayo para la construcción y promueve su uso entre arquitectos y peritos. Según Miguel Ángel Abián, jefe del departamento de Tecnología y Biotecnología de la Madera, “solamente la evaluación no destructiva permite obtener información fiable del estado interno de la madera y proporcionar valores de cálculo para las estructuras, y además presenta la ventaja de su rapidez”, precisa.
En las inspecciones que se vienen realizando, por ejemplo las acometidas en viviendas y edificios de las calles de la Reina, la Barraca, Marqués de Guadalest y Ramón de Rocafull, se han encontrado elementos de madera afectados por carcoma fina, carcoma gruesa, termitas y hongos de pudrición, que aconsejan este tipo de inspecciones mediante técnicas de evaluación no destructiva que permiten encontrar daños en estructuras aparentemente en buen estado.
“El reto de las rehabilitaciones en los Poblados Marítimos es adaptar las viviendas tradicionales a las comodidades y normativa actuales”, señala Jorge Piera, quien explica que hay que respetar materiales, controlar humedades, y aislar y acondicionar instalaciones, sin que suponga perder el estilo, y con presupuestos ajustados”, precisa.
Piera destaca que conocer el estado interno de la madera y de saber tratarla es fundamental para intervenir sólo en aquellas partes de la estructura en las que sea necesario, “y por tanto con una inversión controlada”, puntualiza. “Tras años trabajando en un barrio con licencias bloqueadas y una degradación continua, es un placer ver la ilusión de los propietarios de las casas cuando hablan de volver a darles vida”, concluye el arquitecto.
El servicio de inspección se dirige a los propietarios particulares, administraciones públicas, arquitectos, aparejadores, calculistas de estructuras, empresas constructoras, organismos de control técnico, aseguradoras y empresas de control de plagas, entre otras entidades interesadas en conocer la diagnosis y asesoramiento en las posibles soluciones, y del mismo modo en la evaluación de compra de madera para la obra nueva a realizar en la zona y que también contemplan las ayudas previstas.