El roble blanco estadounidense contribuye a crear un flujo espacial ininterrumpido en el Centro Heydar Aliyev
Tras un concurso celebrado en 2007, el estudio Zaha Hadid Architects fue seleccionado para encargarse del diseño del Centro Heydar Aliyev. Este Centro, diseñado para convertirse en el edificio principal para los programas culturales del país, rompe con la rígida y, a menudo, monumental arquitectura soviética tan frecuente en Bakú y aspira, en cambio, a expresar la sensibilidad de la cultura Azerí y el optimismo de una nación que mira hacia el futuro.
El diseño del Centro Heydar Aliyev establece una relación continua y fluida entre la plaza circundante y el interior del edificio. La plaza, a modo de suelo, accesible para todo el mundo como parte del tejido urbano de Bakú, se eleva para envolver un espacio interior igualmente público, definiendo una secuencia de espacios para eventos dedicados a la celebración colectiva de la cultura Azerí contemporánea y tradicional.
Formas elaboradas, incluyendo ondulaciones, bifurcaciones, pliegues e inflexiones, modifican la superficie de la plaza convirtiéndola en un paisaje arquitectónico que cumple una gran variedad de funciones, dando la bienvenida y dirigiendo a los visitantes a través de los diferentes niveles del interior. De esta manera el edificio difumina la distinción convencional entre el objeto arquitectónico y el paisaje urbano, el edificio y el suelo, el interior y el exterior.
Era tal la escala del proyecto de construcción que en el auditorio se utilizaron un total de 230 metros cúbicos de roble blanco estadounidense. Melih Gün, cofundador y propietario de İkoor, explica que el roble blanco estadounidense se eligió fundamentalmente debido a que “funcionaría bien en un ambiente en el que la temperatura y la humedad relativa pudieran experimentar variaciones. Por otra parte, tiene una textura homogénea y el color adecuado para el resultado final esperado. Su trabajabilidad es buena y, lo que era especialmente importante para este proyecto, tiene un buen comportamiento acústico”.
İkoor no era solo el contratista de este proyecto, sino que también se encargó de la acústica y de las labores de coordinación relacionadas con el auditorio. La empresa trabajó en estrecha colaboración con Mehmet Çalışkan de Mezzo Stüdyo Acoustic Consulting, una empresa ubicada también en Ankara.
Por razones acústicas, las superficies internas se construyeron como una concha en el interior de una caja. Cuando se hubo finalizado la construcción de esta caja, la concha interna se fijó a un bastidor de acero secundario, con conexiones equipadas con almohadillas de goma en los lados internos de su estructura. Una concha intermedia de aislamiento acústico multicapa y cables de sustentación de acero proporcionan aislamiento acústico adicional. Aunque la construcción de estos elementos distó mucho de ser una operación rutinaria para el equipo del proyecto, el mayor desafío al que tuvo que enfrentarse fue la acústica del techo del auditorio. En este caso la dificultad era en parte inherente a las especificaciones del proyecto, ya que se requería un espacio tanto para la celebración de conferencias, para las que la reverberación debe ser reducida a fin de que el discurso de los conferenciantes pueda oírse con claridad, como para la celebración de eventos musicales, que precisan de una mayor reflexión y una acústica más profunda.
El uso propuesto del auditorio tanto para representaciones de ópera y ballet como para la celebración de conciertos también supuso una complicación adicional, ya que estos tipos de eventos musicales requieren una configuración diferente de la concha acústica y del foso de orquesta. La geometría prescriptiva de Zaha Hadid Architects, la elección de acabados de superficies reflectantes y el deseo de evitar el uso de elementos de adaptación acústica que transformaran la apariencia del auditorio en función de su uso no hicieron sino aumentar la complejidad inicial del proyecto, que distó mucho de abordar la acústica exclusivamente desde el juego con las formas.
La empresa Mezzo Stüdyo, que ya había lidiado en el pasado con el tesón de los arquitectos en su concepción de los auditorios o con requisitos contrapuestos en los pliegos de condiciones de sus clientes, no rehusó el reto que se le propuso e, igual que otros miembros del equipo del proyecto, aceptó las propuestas detalladas de Zaha Hadid Architects tal como se le plantearon. Mezzo Stüdyo también sabía que contaba con un as en la manga: la acústica de sala de volumen acoplada. Este concepto consiste en dos o más espacios unidos por una superficie común acústicamente transparente, denominada apertura de acoplamiento. El concepto fundamental se basa en los diferentes tiempos necesarios para el decaimiento del sonido en cada espacio, produciéndose durante este proceso un excedente de energía en uno de los espacios que se transfiere al otro. De esta manera puede obtenerse un decaimiento del sonido adecuado para las propiedades acústicas deseadas en un espacio.
En el caso del Centro Heydar Aliyev, un espacio vacío no utilizado en el techo, adyacente a la apertura del proscenio, permitió construir un recinto con superficies reflectantes que sirviera de volumen de acoplamiento. La configuración de alerones abriéndose hacia este espacio se optimizó mediante simulaciones acústicas en las que se utilizaron 8.751 superficies planas derivadas del modelo creado por Zaha Hadid Architects utilizando el programa de software Odeon. La configuración de múltiples aperturas proporciona una mejor difusión y flujo del excedente de energía desde la sala acoplada a la sala principal que la configuración de una única apertura de gran tamaño.
“Igual que con todos nuestros proyectos, el diseño de Centro Heydar Aliyev se basó en nuestras investigaciones y estudios de la topografía del emplazamiento y en la función que debía desempeñar el Centro en el panorama cultural más amplio. Teniendo en cuenta estas relaciones articuladas, el diseño se integra en este contexto, revelando el potencial cultural futuro de la nación”, comentan Zaha Hadid Architects para concluir.
En un principio, İkoor tuvo ciertas dudas sobre la manera de proceder, evaluando las posibilidades de hacer una concha de madera maciza de 45 mm de grosor, fabricada con una fresadora router CNC de cinco ejes, para obtener un rendimiento acústico óptimo y una carcasa revestida de madera. También se plantearon la opción de poliestireno conformado con router CNC, reforzado con fibra de vidrio y rechapado con madera. Debido a las dudas con respecto a la precisión, los veteados insatisfactorios, la dilatación y la contracción, İkoor rechazó estas opciones y se decantó por una tercera alternativa a la que denominaron “artesanía tecnológica”, que implicaba el uso del programa de software Rhino para construir con extrema precisión una carcasa a partir de elementos de MDF horizontales y verticales.
Estos elementos se crearon con máquinas CNC de manera que pudieran ensamblarse para dar lugar a una forma que fuera un reflejo preciso de la superficie acabada modelada por Zaha Hadid Architects. Esta superficie se cubrió a continuación con cuatro capas de listones de roble blanco estadounidense de 10 mm x 10 mm, que posteriormente se encolaron, clavaron, trabajaron y ajustaron hasta corresponder con total exactitud a la geometría modelada por los arquitectos, lo que se verificó con plantillas generadas digitalmente. Esta fue la fase artesanal de toda la operación.
Cada una de las naves del auditorio está formada por tres secciones, una para el techo y dos para los muros laterales, ensambladas a partir de entre 8 y 15 subcomponentes.