Las placas para fachadas Rockpanel reforman unas oficinas en Alemania dándoles un toque moderno, único y natural
Una fachada ‘viva’ en armonía con la naturaleza
Se diseñaron dos nuevos edificios: uno de oficinas con atractivos espacios de trabajo y otro de 4.500 m2 destinado a tecnología de calefacción y al desarrollo, exposición y almacenamiento de productos Brunner. Además, disponen de aulas de formación para empleados y clientes, laboratorios de ingeniería y de pruebas, almacén y área de expedición. El papel clave de la madera queda reflejado en el diseño y aspecto natural de ambos edificios, revestidos con placas Rockpanel.
La madera es también uno de los materiales predominantes en el interior de los edificios. La sensación de espacio es increíble: estancias con techos de más de nueve metros de altura, impresionantes techos curvados y extensas zonas de hormigón que se combinan con cálidos materiales naturales, como tierra compactada y madera maciza.
Flexible como la madera y elegante como el acero Cor-ten
La nueva construcción tiene un aspecto cálido y natural. De entrada, se consideró el uso de acero Cor-ten y tablas de alerce como materiales de revestimiento. Al mismo tiempo, era esencial que el revestimiento no chocara con el estilo de líneas claras del edificio y que su coste no afectara al presupuesto global.
El objetivo era conseguir superficies homogéneas con un carácter único utilizando materiales de construcción asequibles. El arquitecto Markus Frank propuso distintas soluciones: “Para la fachada, pensamos en tonos madera o de hierro oxidado. La madera, al fin y al cabo, es un material estrechamente ligado a algunos de los productos de Brunner. Los materiales de construcción solo son verdaderamente orgánicos si son compatibles con su entorno y con el clima imperante. Al igual que las fachadas de madera tradicionales, deberían adquirir un cierto brillo con el tiempo”.
Sencillo, natural, único y sólido
El arquitecto Markus Frank halló la solución perfecta en Rockpanel Natural. El aspecto de estas sólidas placas de basalto se va transformando y embelleciendo gracias a la acción de la luz solar y de los elementos. Al igual que ocurre con la madera cuando envejece, el color inicial amarillo verdoso de las placas no tratadas se oscurece tras unas seis semanas y las fachadas adquieren un tono particularmente natural y único.
Fácil instalación
“En total, instalamos más de 6.268 m2 de placas de 10 mm de Rockpanel Natural”, explica Ralf Mangertseder, director de la empresa instaladora. “Y nos quedamos muy impresionados con la manejabilidad y facilidad de instalación de los materiales, sobre todo cuando hubo que cortar las placas para el edificio de tecnología de calefacción. Aunque están hechas de basalto y son, por tanto, muy resistentes, las placas resultan tan fáciles de trabajar como la madera, y además con las mismas herramientas. El material ya tiene su propio color y es resistente a la humedad, por lo que ni las superficies ni los cantos cortados, ni tampoco los agujeros de taladro efectuados por encima de ventanas y salidas de humo tuvieron que retocarse ni sellarse. Todas las placas se ensamblaron fácilmente con tornillos del mismo tono y color”.