Entrevista a María de Pablo, directora de Banca de Empresas e Instituciones de Triodos Bank

Durante 2013, Triodos Bank, referente europeo en banca ética y sostenible, financió en toda Europa 724 viviendas y cerca de 100 locales construidos con criterios sostenibles que representan una superficie de unos 100.000 m², capaces de albergar a unas 5.000 personas. El banco invirtió más de 329 millones de euros en el sector a nivel europeo y en España duplicó el número de operaciones financiadas respecto al ejercicio anterior. Entrevistamos a su directora de Banca de Empresas e Instituciones, María de Pablo, para conocer la visión que desde esta entidad se tiene de la construcción sostenible.

El aumento de la financiación de Triodos Bank en construcción sostenible responde al compromiso de tener un mayor impacto en este sector, que consideramos esencial dentro de las actividades de una economía en verde, respetuosa con el entorno. Igualmente, se trata de un sector en el que nuestra actividad anteriormente ha sido más reducida, hasta que nos hemos sentido cómodos y establecido unos criterios para poder valorar lo que es construcción sostenible, junto a especialistas técnicos y utilizando certificaciones, lo que también explica el aumento del número de operaciones del último año.

Estamos observando un perfil realmente diverso en cuanto al tipo de cliente y de solicitud que recibimos. Nos llegan todo tipo de solicitudes: desde ciudadanos que quieren construir una casa con criterios de construcción sostenible hasta cooperativas de vivienda para pisos en régimen de protección oficial o proyectos de rehabilitación orientados a mejorar la eficiencia energética.

Percibimos que la concienciación crece en todos los sectores en los que trabajamos y que, lógicamente, se valora mucho la posibilidad de ahorrar. Tanto por parte de los usuarios como por los empresarios, que se están dando cuenta de que ofrecer un producto más sostenible beneficia a todo el mundo. En cuanto a qué pesa más en las decisiones del consumidor final, el ahorro económico o la conciencia medioambiental, no sabría decirlo pero, afortunadamente en construcción, como en la mayoría de los sectores, van unidos. Lo que está claro es que la aplicación de criterios sostenibles, tanto en materiales como en tecnologías, contribuye a revertir la tendencia de un sector tradicionalmente poco eficiente.

Como entidad financiera especializada y comprometida desde hace ya más de 3 décadas con actividades sostenibles, basamos nuestra propuesta en las certificaciones más reconocidas en cada sector. Nosotros somos una entidad financiera y para determinar aspectos técnicos siempre vamos de la mano de personas y empresas especializadas, que comparten nuestra misión y están comprometidas en esta materia, pero que tienen el know how técnico. En construcción sostenible, en los últimos años se ha simplificado el proceso, apareciendo no solo certificación obligatoria sino la relevante aplicación de otros certificados reconocidos como BREEAM, el Leadership in Energy & Environmental Design (LEED en sus siglas en inglés), o el certificado Verde, así como el estándar de construcción Passivhaus. Es algo similar a como ocurre en otros sectores en los que estamos activos. Por ejemplo, de igual forma que en agricultura ecológica o comercio justo solicitamos certificaciones oficiales, también lo hacemos en el ámbito de la construcción. Siempre valorando el impacto positivo que significa el acceso a la vivienda, en cualquier caso.

Sin duda, la obligatoriedad de la venta o alquiler de inmuebles con etiqueta de eficiencia energética debe potenciar una demanda de construcción más sostenible. En todo caso, creo que queda mucho por hacer para estimular actividades como la rehabilitación, donde se estima que se pueden conseguir ahorros en consumo de energía de hasta un 60 ó 70 %. Nunca se está a salvo de nuevas evoluciones poco razonables del mercado, pero estamos ante una oportunidad para crear unas bases sólidas a favor de un desarrollo económico diferente. No se trata solo de nuevas posibilidades constructivas, sino también de una tecnología que no deja de progresar en el ámbito de la energía o de la gestión sostenible del agua y de los residuos. Hay que tener en cuenta que el sector constructivo está en continua evolución, con constantes avances en lo tecnológico y en el conocimiento sobre nuevos materiales adaptados al entorno, que permiten convivir con el medio sin agredirlo.

No dispongo de suficiente información para saber si este objetivo está realmente a nuestro alcance, pero no cabe duda de que es una meta vital. Si no construimos bien, estaremos hipotecando el futuro: la construcción y el urbanismo sostenibles son una respuesta al cambio climático y también son la semilla de una economía viable.

Triodos Bank financia todo tipo de rehabilitaciones orientadas a un uso más racional de los recursos. Fundamentalmente, se trata de actuaciones para favorecer la eficiencia energética, que pueden ir desde la instalación de una caldera de biomasa, energía solar, geotermia o adecuaciones constructivas para mejorar el aislamiento. En este sentido, valoramos que las intervenciones puedan elevar la calificación energética del inmueble y, como siempre, utilizamos el criterio de personal cualificado técnicamente.

Para edificios de nueva construcción o rehabilitaciones sí exigimos que sea construcción sostenible, con parámetros bioclimáticos, utilizando materiales sostenibles o eficiencia energética y que todo esto se acredite mediante certificados. Por otro lado, en línea con nuestro compromiso de ofrecer una operativa completa desde nuestro enfoque de banca con valores, hace aproximadamente un año lanzamos la Hipoteca Triodos. La llamamos ecohipoteca porque es la primera en premiar con una reducción del tipo de interés aquellas viviendas con una mejor calificación energética. Utilizando este criterio medioambiental objetivo y progresivo conseguimos, a un tiempo, estimular la adquisición de viviendas más sostenibles y también mantener el acceso a financiación a personas que la requieren.

En España se combinan factores diversos. Por un lado, contamos con empresas y profesionales con experiencia y que se encuentran en la vanguardia de la construcción sostenible. España ha sido un país pionero en el sector de la construcción y hay muchos profesionales que han aprendido de su experiencia previa avanzando hacia unas prácticas más sostenibles. Al mismo tiempo, es cierto que estamos algún paso por detrás de otros países en implantación real de este conocimiento, lo cual nos anima a continuar apoyando este sector. Tenemos recorrido por delante.

Es una pegunta de difícil respuesta. Ojalá que tras el shock que se ha vivido a corto plazo en el sector de la construcción en los últimos años, seamos capaces de aprovechar la experiencia, así como el conocimiento de unos profesionales y empresas de referencia a nivel mundial, para que se genere un modelo constructivo más sostenible y adaptado al entorno, que nos permita ser también referencia en este ámbito y que potencie una convivencia menos agresiva con el medio que nos rodea. Por lo tanto, creo que a medio y largo plazo el futuro del sector no puede ser otro que el de una construcción sostenible y razonable, que tenga en cuenta el impacto en el medio ambiente y las personas.