El pino, una especie con propiedades bactericidas
El pino es un árbol ancestral especialmente fuerte y resistente a las condiciones más adversas; su resina les protege frente a hongos e insectos. No es casual por lo tanto que la humanidad haya sabido aprovechar las propiedades curativas de su corteza, brotes, hojas, resinas, etc.
Se han estudiado y confirmado científicamente muchos de sus remedios medicinales contra problemas estomacales, dermatológicos, respiratorios, reumáticos, circulatorios, hepáticos, víricos, etc. Hoy en día incluso se fabrican cosméticos naturales a partir de sustancias del pino.
Según explica la Federación Española del Envase de Madera y sus Componentes (Fedemco), diversos estudios científicos han concluido que la propia madera de pino mata gérmenes, bacterias, virus y hongos. No sólo porque su estructura porosa y capilaridad hace desaparecer de la superficie el caldo de cultivo, sino también por sus sustancias naturales biocidas; pineno, limoneno, pinosilvinas, estilbeno, etc. Ver por ejemplo los estudios de Schönwälder del Instituto Biológico Federal Alemán para la Agricultura y Silvicultura, los de Lairetier de la Universidad de Salzburgo, los de Välimaa de la Universidad de Tampere (Finlandia), o los del Instituto Alemán de Tecnología Alimentaria.
En este sentido, la madera puede ser más efectiva que otros materiales sintéticos alternativos como ciertos plásticos que a priori parecen más higiénicos pero no lo son. En el caso del pino, el duramen, la madera cercana a la médula de troncos y ramas, es la parte donde más se destacan estas propiedades.