El Documento de Instalador Calificado de Apisma cumple 20 años
15 de noviembre de 2012
La Asociación Provincial de Instaladores de Suelos de Madera de Madrid (Madrid) creó hace más de una década una credencial de empresa, dotada de un documento de calificación, denominada 'Documento de Instalador Calificado' (DIC) para la colocación de suelos de madera. Este documento estaba respaldado por el cumplimiento de un reglamento para la utilización de esta credencial y un código de ética profesional.
Tal como expresa en reglamento del DIC en su encabezado, “El Documento de Instalador Calificado es un Certificado de Calificación Profesional otorgado por la Asociación de Instaladores de Suelos de Madera de Madrid (Apisma), de conformidad con sus objetivos estatutarios, y que pretende poner de manifiesto ante los profesionales de la construcción, constructores y usuarios, que la empresa que lo ostenta cumple las exigencias de tipo legal, tiene en cuenta en su producción las normas de calidad establecidas para la instalación de suelos de madera y se compromete a cumplir las especificaciones del contrato, y respetar los plazos pactados”.
Las empresas asociadas tuvieron que mandar una solicitud a la Asociación, en el modelo que se remitió, o mediante carta de la propia empresa solicitante, fotocopia del CIF, licencia de apertura de la empresa e inscripción de la misma en la Seguridad Social o en la Mutualidad de Trabajadores Autónomos. Este documento se renovaba periódicamente, cada año. Era precisa la aprobación unánime de todos los miembros de la asociación para que se concediera esta acreditación a una empresa. Esto es, se contaba con un respaldo corporativo absoluto. Este documento se expidió en forma de credencial, para exhibir en los establecimientos de la empresa. Con el paso del tiempo y la evolución del mercado se han registrado entre los miembros de Apisma numerosas altas y también varias bajas.
El DIC que concede Apisma, según reza el artículo 10º de su reglamento, podrá extinguirse por las siguientes causas:
• Al cumplirse el período de vigencia, sin haberse solicitado su renovación, o haberse ésta denegado.
• Por cesar la empresa en la actividad a que se refiere el Documento.
• Por perder la empresa la condición de miembro de la Asociación.
• Por contravenir las exigencias incluidas en el Reglamento, de manera especial las contenidas en el Código de Ética Profesional (…).
Código de ética profesional
Apisma entendió, hace ahora veinte años, que “la evolución y expansión experimentadas por la vida económica del país” aconsejaba llevar a cabo una labor de mejora, control y garantía de la profesión de instalación de suelos de madera. A tales efectos, se estableció “una garantía de comportamiento, de rectitud y de honorabilidad (…) que, supongan respeto a terceros, seguridad absoluta de que los productos y obras realizadas corresponden a las especificaciones o promesas que un miembro de Apisma, titular del Documento de Instalador Calificado (DIC) haga en sus folletos, en su publicidad y en sus escritos en general, así como en su comportamiento en el seno de la Asociación”.
El Código de Ética Profesional de Apisma presupone para los titulares del DIC, aún hoy, las siguientes obligaciones y deberes:
• Responder ante terceros de las exigencias contratadas.
• Garantizar que todo el proceso de colocación e instalación del suelo de madera cumple las especificaciones o promesas estipuladas, así como aquellas que figuren en etiquetas, catálogos, publicidad, muestras, etc., de cualquier índole; en definitiva, que no haya defraudación.
• Comprometerse a respetar sus promesas, pactos y obligaciones que deberán ser formulados en términos que no se presten a confusión.
• No realizar acciones que atenten al prestigio o buen nombre de la Asociación y de sus miembros.
• Cumplimiento de los acuerdos que se adopten de carácter contractual, comercial o técnico, por mayoría cualificada de los miembros de la Asociación, para reforzar la implantación del DIC.
Irrupción de la FEPM
Constituida la Federación Española de Pavimentos de Madera (FEPM) en el verano de 1994, la gestión de esta credencial pasó a sus manos, e inmediatamente se creó una acreditación dirigida puntualmente a los trabajadores de las empresas que ya disponían de la credencial de Apisma. La tarjeta tenía la estructura de un DNI (documento nacional de identidad); con las firmas tanto de Apisma como de la FEPM.
De esta forma, las empresas y también sus trabajadores podían acreditar la profesionalidad de sus instalaciones, presentando el citado documento en las obras y a sus clientes. Muchas empresas continúan utilizando actualmente esta tarjeta. La FEPM se propone actualmente revitalizar esta herramienta, y extenderla a nivel nacional. “Dotada de un reglamento propio y un código ético, esta acreditación potencia la unidad, la seguridad y el prestigio profesional en el gremio de la instalación de pavimentos de madera —explica José Luis Ávila, director gerente de la Federación—. En un futuro próximo, ampliaremos la cobertura de la tarjeta, dotando a su asignatario de una categoría profesional”.