Piscina durante todo el año gracias a una instalación de biomasa

Fundado hace ahora 30 años, el Liceo Europeo, ubicado en la urbanización madrileña de La Moraleja, es un colegio privado de reconocido prestigio internacional en el que cursan estudios cerca de 1.200 alumnos de entre 3 y 18 años. Caracterizado por su alto compromiso con el medio ambiente, este centro ha venido desarrollando a lo largo de los últimos años una serie de medidas altamente sostenibles, como por ejemplo el empleo de agua reciclada para el riego de sus jardines.

Una de sus últimas iniciativas ha sido la instalación de una caldera de biomasa para calentar la piscina climatizada y el gimnasio adyacente, que hasta hace poco más de un año empleaban para ello una instalación de gas. Como indicaba Andrea Del Álamo, responsable de Marketing y Comunicación del Liceo Europeo, con esta medida el centro ha buscado profundizar en su compromiso con la sostenibilidad y, al mismo tiempo, obtener un mayor ahorro en los costes. “Estamos encantados con la nueva instalación. Desde que la pusimos en marcha no nos ha dado problemas y se está mostrando como un sistema muy limpio”, indicaba Andrea Del Álamo.

La instalación cuenta con un silo para las astillas de 6 toneladas de capacidad, que se repone cada tres semanas en verano y con una periodicidad de diez días en el invierno. Este silo está conectado a la caldera a través de un alimentador y de un sistema de seguridad mediante sinfines que evita que el fuego vuelva al depósito. La caldera elegida es de la marca Hargassner, de 150 kW, la cual garantiza un alto rendimiento combinado con unas mínimas emisiones. En el interior de esta caldera se queman las astillas, que conforman un material muy homogéneo, de alta calidad y con un alto poder calorífico. Para corregir posibles variaciones en la humedad de estas astillas, la caldera dispone de un sistema parecido a la sonda landa que emplean los coches de inyección, que mide y regula en todo momento las diferentes variables.

Una vez quemadas todas las astillas, la caldera expulsa automáticamente la ceniza a un pequeño depósito, para que los jardineros puedan emplearla, una vez mezclada con otros componentes, en el mantenimiento de los jardines del Liceo Europeo. De esta forma, aprovechando también estos residuos, el sistema se muestra completamente sostenible.

Junto a la caldera se encuentra el depósito de agua, que se emplea tanto para el circuito de ACS (Agua Caliente Sanitaria) como para la calefacción. El agua de la piscina climatizada, que se mantiene a una temperatura constante de 28-29 °C, se calienta a partir de esta instalación de biomasa.

A través de diferentes canalizaciones, el agua caliente se distribuye por la piscina, los vestuarios y el gimnasio, manteniendo de esta forma un ambiente confortable durante todo el año.

Las astillas que se emplean en el Liceo Europeo proceden del Centro de Producción y Logístico de Biomasa en Lozoyuela, cuyo director técnico, Enrique Enciso Encinas, aprovechó la presentación a la prensa para resumir los beneficios que puede aportar la biomasa a nuestra sociedad. Como indicaba Enrique Enciso, tradicionalmente el combustible que se usaba en las zonas rurales era la madera, hasta que hace 40-50 años se sustituyó por algo que resultaba “más cómodo”, como es el gas o el gasoil. Con ello, se abandonaron los bosques y se aumentó el riesgo de incendios forestales (de las 170.000 hectáreas que arden anualmente en nuestro país, un 36% corresponde a masa forestal).

Pero desde diferentes ámbitos se apunta cada vez más a la necesidad de regresar a los orígenes, de volver a emplear los recursos de nuestros bosques para reducir las emisiones contaminantes, disminuir nuestra dependencia energética exterior y favorecer la economía local.

Parece claramente incongruente que España esté hoy exportando biomasa a países como Italia o Alemania, mientras nos gastamos cerca de 50.000 millones de euros al año en la compra de combustibles fósiles, con un déficit energético que ronda el 80%.

Además, la biomasa, como añadía Antonio Gonzalo Pérez, responsable de Comunicación de Avebiom, es una fuente de generación de empleo en áreas locales, capaz de crear 135 puestos de trabajo directos por cada 100.000 habitantes. Según se afirma desde Avebiom, hay tres factores principales que van a contribuir al crecimiento de la biomasa en nuestro país. En primer lugar, su carácter claramente sostenible, con un balance de CO₂ prácticamente nulo. En segundo término, la posibilidad que ofrece a sus usuarios de ganar en competitividad, al ahorrarse los crecientes costes de los combustibles fósiles (la biomasa cuesta la mitad). Y por último, la garantía que ofrece la biomasa de conocer los costes operativos de la instalación a largo plazo, al ser mucho más estables sus precios que otras alternativas.

De hecho, ya hay sectores muy involucrados en la implantación de sistemas de biomasa como es el agroalimentario, el turístico, las comunidades de vecinos y los colegios, donde cada vez es más habitual la implantación de este tipo de calderas, las cuales, por cierto, están solventando uno de los grandes hándicaps para su implantación, el precio.

Como concluía Enrique Enciso, “la biomasa ha generado un tsunami cuya ola se va haciendo cada vez más grande, en un proceso que va a ser imparable”.

El objetivo del Centro de Producción y Logístico de Biomasa en Lozoyuela es promover el aprovechamiento de la biomasa autóctona como fuente de energía renovable, sirviendo de ejemplo a otras comarcas rurales.

Este centro, que nació en el año 2009, forma parte del Proyecto Piloto ‘La energía de nuestros antepasados’, subvencionado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y el Feader, por un importe de 1.155.018 euros, durante cuatro años. Finaliza en noviembre de 2012. El titular del centro es la Asociación Nacional de Empresas Forestales (Asemfo), la dirección técnica corresponde a Montaraz Group y la dirección fiscal y jurídica a Serpyme.

El centro alcanza una producción en dos turnos de 5.200 Tm/año en verde o lo que es lo mismo 4.000 Tm/año de astillas una vez restada la humedad. De esta forma, se puede generar desde el centro la energía térmica necesaria para 1.600 hogares del entorno o lo que es lo mismo para el 42 % del total de la población.

Esto supone que se podría abastecer de combustible a la totalidad de las viviendas de Lozoyuela, Navas de Buitrago, Sieteiglesias, El Berrueco, Valdemanco, Garganta de los Montes, Paredes de Buitrago, Serrada de la Fuente, Manjirón, Robledillo de la Jara y Cervera de Buitrago, todas de la Sierra Norte.

Por ejemplo, en una casa de 100 m² donde viven 3 personas, el consumo anual por persona para calefacción y agua caliente es de 1 tonelada de astillas, lo que significa un gasto total para la vivienda de 420 al año, en vez de los 1.250 que puede suponer con gasoil o gas propano.

Se han creado tres puestos de trabajo directo que en dos turnos serían 5, 149 puestos indirectos e innumerables inducidos, ya que han trabajado directamente con este centro un total de 67 empresas, la mayoría de la zona.

Se prepara una astilla de calidad definida por su granulometría (G50), baja humedad 12/20 %, que no lleva finos, ni corteza, ni áridos, ni férricos y con alto poder calorífico. 2 kg y medio de astilla generan la energía de un litro de gasoil.