Barcelona acoge el Foro Supply Chain ‘Porque hoy es necesario aliarse y pensar juntos’
26 de marzo de 2012
El Foro Supply Chain, que estuvo moderado por Lluís Doménech, director de Formación de la Fundación Icil, contó con la participación de: Miguel Ángel Miguel, director Supply Chain de Grupo Mahou- San Miguel; Marc Grau, Corporate Supply Chain manager de Celsa; Ramón Puente, director general de Gas Gas; Francesc Barrachina, director general de BC Consulting; Emili Xandre, director de Operaciones de Groupe Seb Ibérica; y Mariano Sanz, director técnico Comercial de Eulen Servicios Logísticos.
Para iniciar la mesa de debate, se lanzó una primera pregunta sobre el significado del término Supply Chain y cómo adaptarlo a la realidad de las empresas.
Miguel Ángel Miguel (Grupo Mahou-San Miguel), precisó que “en España la supply chain todavía no ha llegado al grado de cadena de suministro alcanzado en otros países, como por ejemplo los anglosajones, pero que está en vías de alcanzar una mayor relevancia. La supply chain es el catalizador de un objetivo: la colaboración”; pero para que se dé colaboración fuera de la compañía, antes hay que imbricar este concepto a nivel interno en la empresa. “El concepto de supply chain puede abarcar muchos ámbitos: cadena de aprovisionamiento, planificación de la producción, distribución física, etc., pero puede ir más allá e “incluir la colaboración, incluso con los clientes”.
Emili Xandre (Groupe Seb Ibérica) especificó que la cadena de suministro “empieza en el cliente porque hay que hace una previsión de su demanda” y que, por tanto, es una cadena “cada vez más larga y con problemas de visibilidad. La supply chain tiene que aportar valor añadido a un precio asequible” pero para conseguirlo, “hay que trabajar sobre la cadena de suministro en términos de eficiencia, servicio y coste, y hay que incluir en esa cadena a clientes, proveedores y, en según que ámbitos, también a la competencia”. Se trata de generar sinergias “para que todos ganen”.
Para Marc Grau (Celsa), la cadena de suministro es el resultado de la fusión de la planificación de la producción y la logística, siendo actualmente un concepto mucho más complicado y complejo porque en el mundo ha cambiado la forma de comprar, producir y vender, en el sentido que la materia prima puede comprarse en un punto del planeta, ser transformada en otro y transportarla hasta diferentes destinos para ser finalmente vendida en otros muchos puntos geográficos.
Ramón Puente (Gas Gas) incidió en que “el concepto de supply chain está cambiando” porque, si hay que integrar al cliente final, “cada cadena debe adaptarse a sus necesidades para no perderlo”. También se refirió a la colaboración entre compañías, señalando que “la llegada de la crisis ha contribuido a que empresas competidoras colaboren en intentar resolver problemas comunes”, especialmente en aspectos logísticos.
Francesc Barrachina (BC Consulting) también se refirió a que en España “no se sabe todavía qué es exactamente el concepto supply chain, pero las empresas se empiezan a plantear acciones como la concentración de proveedores, el pedido único y las devoluciones. Y la cadena de suministro tiene que conseguir coordinar todos estos procesos y muchos más”. Por ello “el concepto de supply chain hay que aplicarlo con criterios adaptados al negocio”.
Mariano Sanz (Eulen Servicios Logísticos) añadió que “la confianza es fundamental en cualquier cadena de suministro porque todos los eslabones de esta cadena persiguen un mismo objetivo”. A partir de aquí, “para desarrollar bien una cadena de suministro hace falta especialización y flexibilidad de las partes porque todos los procesos son críticos”.
Sobre el concepto de confianza dentro de la supply chain, Miquel Ángel Miguel señaló que “hay que saber compartir la información” y que el reto está en “transformar la información en unos ejes estratégicos dentro de la empresa para conseguir satisfacer al cliente y al consumidor final”. Asimismo, Marc Grau introdujo el concepto de “cadena de valor” asociada a la cadena de suministro, señalando que hay que analizar bien todos los procesos para saber con concreción en qué se está gastando el dinero. Esto contribuirá a tener una supply chain con valor añadido”.
Y sobre esta idea, Emili Xandre añadió que “las empresas deben dedicarse a su core business y dejar la cadena de suministro en manos de los expertos”. Esto también deben empezarlo a hacer las pequeñas y medianas empresas, buscando a los mejores proveedores de servicios que no tienen porqué ser los más grandes”; hay operadores logísticos de mediana o pequeña dimensión que “pueden ofrecer unos excelentes servicios adaptados a las pymes”.
Sobre la relación entre pymes y supply chain, y de si tienen futuro en un mercado que exige tener bien organizadas las cadenas de suministro, de las distintas intervenciones de los ponentes de la mesa surgieron constataciones como que las pymes deben especializarse para poder subsistir y que deben colaborar entre ellas, especialmente en ámbitos logísticos; que algunas desaparecerán o serán absorbidas por las grandes compañías, otras resurgirán si encuentran su nicho de mercado concreto y también aparecerán de nuevas para dar servicio a las grandes empresas de algunos sectores; y que la formación de los profesionales es imprescindible para las pequeñas y medianas empresas.
Otro de los temas analizados por los profesionales de la mesa de debate fue el de cómo asumir los riesgos que surgen constantemente en la cadena de suministro. Se plantearon cuestiones como la necesidad de que los profesionales que están al mando de la cadena de suministro sepan ver las amenazas, riesgos y problemas asociados a la supply chain y de esta forma estar preparados para afrontar encontrar alternativas y, finalmente, resolverlos. En referencia al mapa de riesgos asociados a la cadena de suministro, que es tremendamente cambiante, se apuntaron los de tipo cultural, dado que cada país tiene sus particularidades; los legislativos, con la aparición de nuevas normativas y reglamentaciones que pueden provocar la modificación de la cadena de aprovisionamiento y de suministro; o los tecnológicos, con la aparición de nuevas tendencias en la forma de consumir y comprar.
En este punto se introdujo otra pregunta relacionada con los riesgos referidos a si comprar, proveerse o vender en países emergentes puede ocasionar problemas en la cadena de suministro.
Miguel Ángel Miguel (Grupo Mahou-San Miguel) explicó que, por ejemplo en China, “están surgiendo tensiones sociales que pueden acabar influyendo en la cadena de suministro. Por ello, hay que tener preparado un plan de contingencia”. Ramón Puente (Gas Gas) apuntó como otros riesgos existentes en países como India o China la negativa de las empresas a “aceptar pequeños pedidos europeos debido a que sus producciones son muy elevadas para satisfacer la propia demanda interna del país”. Además, “puedes encontrarte con problemas relacionados con la propiedad industrial e intelectual”. Para Emili Xandre (Groupe Seb Ibérica), “siempre surgen y continuarán apareciendo nuevos riesgos, como por ejemplo los vinculados a la evolución al alza de los costes, especialmente los ligados a la mano de obra y al transporte”.
Y según Marc Grau (Celsa), “como la cadena de suministro debe estar más orientada a la fiabilidad que al coste, ésta debe estar preparada para cambiar y adaptarse a las características de los mercados en los que una empresa decide producir o proveerse”.
A continuación se habló de si las decisiones en la cadena de suministro de las empresas deben estar centralizadas, e incluso también si hay que centralizar las referidas a la producción.
Miguel Ángel Miguel (Grupo Mahou-San Miguel) manifestó que “en la cadena de suministro las decisiones deben estar centralizadas, incluso las referidas a la planificación de la producción porque el hecho de conocerlas permite tomar decisiones más precisas en el conjunto de la supply chain”. Y añadió que “centralizar la toma de decisiones también permite ser más eficiente y obtener una mayor rentabilidad en la empresa, generándose beneficios”.
Sobre este punto, Francesc Barrachina (BC Consulting) explicó que en el sector de la distribución “hay empresas que están descentralizado la toma de decisiones” porque en según qué sectores y empresas, la centralización reduce la flexibilidad. “Si se descentraliza ordenadamente pueden obtenerse ventajas”.
Emili Xandre (Groupe Seb Ibérica) abogó por “tener una estrategia global en supply chain, pero teniendo en cuenta que no a todos los clientes se les puede tratar de la misma manera”.
Y Ramón Puente añadió que la centralización en la toma de decisiones es un proceso delicado porque “el mundo es muy complejo, existe mucha información y por tanto acaba siendo una operación arriesgada”.
Cerró esta parte del debate Marc Grau (Celsa) abogando por “pensar en global, pero actuando en local”, dado que es en el ámbito local donde se tiene la buena información. El siguiente paso es que esa información circule adecuadamente en todo la organización.
El último de los temas tratados fue el de si la cadena de suministro acabará siendo un servicio costumizado para cada cliente.
Hubo diferentes aportaciones, incidiéndose en que todo está en función del tipo de cliente; si se trata de un consumidor, la cadena de suministro no se adaptará porque se perdería rentabilidad y crecerían los costes. Asimismo, en función del tipo de producto, tampoco va a producirse esta costumización porque las cadenas se multiplicarían y se harían más complejas. Por tanto, hay que ir con cuidado porque costumizar puede llegar a romper la cadena de suministro. Aunque las nuevas tendencias en B2C están marcando las pautas porque se están construyendo cadenas adaptadas al cliente.
El resumen final del Foro Supply Chain fue que las cadenas de suministro están en permanente cambio y evolución y que las empresas deben ir readaptándolas en función de los cambios que se producen en un entorno globalizado.