El sector logístico debate un año más sobre su futuro

La primera de las mesas versó sobre uno de los temas recurrentes en el mundo logístico, el tren. Con el título 'Para los pequeños cargadores ¿el futuro está en el tren?', los ponentes invitados analizaron la situación de este transporte en concreto y las razones por las que no acaba de despegar en materia de transporte de mercancías, cuando es tan rentable resulta en el transporte de pasajeros.

Los ponentes invitados fueron Manuel Villalante, director general de Transporte del Ministerio de Fomento, José María Leal, director de Logística de Nutrexpa, Jaume Bonavía, director general de Alfil Logistics, José Antonio Gozalo, director intermodal de Luis Simoes y Daniel Lebreton, director comercial de Autoroutes Ferroviaries Services-Lorry Rail. Jaime Mira, director técnico de la Fundación Icil, moderó el debate. Por otro lado, se fomentó la participación con el público más que en anteriores debates, con el planteamiento de preguntas como “¿utilizan en la actualidad el tren?”, a las que los presentes respondían mediante dispositivos tecnológicos que daban una respuesta inmediata. En este caso el porcentaje fue definitivo: Sólo un 27% respondió que SÍ, mientras que un 73% manifestó que NO.

El primero en intervenir, Manuel Villalante, apostó por un modelo no radial del mapa ferroviario español, además de afirmar que el futuro del sector logístico no pasa por las administraciones, que “pueden ayudar, pero los trenes tienen que llenarse”. También denunció que “Renfe no ha creído nunca en las mercancías”, pero por otro lado opinó que se acabarán haciendo “los cinco corredores ferroviarios porque hay muchas obras ya hechas”. También explicó que “invirtiendo 7.000 millones de euros (exactamente la inversión actual), en 2020 estarían todas terminadas”. Se planifica que deberían estar terminados en 2030.

El propio moderador del debate, Jaime Mira, opinó sobre el tema afirmando que “Adif lo está haciendo fatal, expulsa a las empresas. El maquinista debe pagar 90.000 euros para hacer algo que ha estado haciendo los últimos 30 años”. Por otro lado, comentó que la problemática que existe hoy en el transporte de carreteras es culpa de Bruselas, “a la carretera –sentenció– se la han cargado las legislaciones europeas”.

Por su parte, Jaume Bonavía, de Alfil Logistics, analizó el sector del tren afirmando que “Falta más planificación, debemos apostar por planificar más”. A la Administración le pidió que “simplifiquen los trámites para mandar mercancías a otros países como Francia o Portugal”. Bonavía también apostó por la multimodalidad, explicando que tren y carretera son complementarios y criticó que “todo el mundo va a lo cómodo, la carretera” cuando existen otras opciones.

En este sentido, Manuel Villalante comentó que “habrá ayudas a la intermodalidad, dirigida a operadores. Por otro lado, anunció que “queremos crear una gran área logística en el norte de Cataluña que sirva para entrar en Francia”. En cuanto a su diagnóstico sobre el ferrocarril, concluyó diciendo que “vamos por buen camino a nivel europeo, pero quizá no a la velocidad adecuada. Opinando sobre la intermodalidad, José María Leal, de Nutrexpa, dijo que “la gente está deseosa de utilizarla, pero todavía no está suficientemente maduro”. Pronosticó también que cuando termine la crisis, faltará transporte.

Ricardo Catelli, director de Innovación y Desarrollo de la Fundación Icil, moderó el segundo debate sobre la Servucción, es decir, la gestión de operaciones en las empresas de servicios. Basándose en la pregunta “¿Es una realidad operativa?”, los ponentes que debatieron sobre la cuestión fueron Mariano Sanz, director técnico comercial de Eulen Servicios Logísticos, Alberto Sancho, director de operaciones de Logifrío, Enric Parera, director comercial de ToolsGroup, Enrique Sánchez, director general de MRW Logística, Leandro García, director general de la Fundación Valencia Port, y Diego Perdones, director general comercial de España y Portugal de Maersk Line.

El debate comenzó con una breve presentación inicial de los ponentes y a continuación se lanzó al público una pregunta para conocer qué proporción de los asistentes estaban profesionalmente vinculados a empresas de servicios o de productos, desprendiéndose que el 77% de las personas pertenecían al primer grupo y un 23% al segundo. Después de conocer esta segmentación, se cuestionó a los asistentes sobre si consideraban que las empresas de servicios entienden y conocen las necesidades de los clientes. Las respuestas se repartieron en un 45% por el SÍ y un 55% por el NO. Es decir, que se manifiesta que existe una cierta distancia entre proveedor de servicio y cliente a nivel de conocimiento mutuo. Mariano Sanz, de Eulen, respondió a la pregunta del moderador “¿se evoluciona hacia lo que el cliente quiere?” afirmando que “lo más difícil para mí es entender lo que quiere porque muchas veces el cliente no lo sabe”.

Alberto Sancho, de Logifrío, también señaló que las empresas de servicios deben identificar claramente las necesidades de sus clientes y satisfacerlas, pero sólo aquellas que el cliente realmente requiere para que el servicio ofrecido sea efectivo y eficiente. Si lo que se pretende es ser competitivo en precio, la empresa de servicios no debe sobrecargar de atributos el servicio porque, si se superan las expectativas del cliente, puede que la compañía no sea capaz de traducirla en el precio. El “todo vale”, hasta ahora argumento de mercado para las empresas de servicios, debe convertirse en ofrecer sólo aquello que el cliente esté dispuesto a recibir, porque dar más servicios de los necesarios puede acabar encareciendo el precio. Sobre si los servicios son o no factores diferenciales para poder competir, Enrique Sánchez, de MRW, puntualizó que lo que es un factor diferencial para competir es la innovación que se aplica a un servicio concreto.

Tras la comida, la tercera mesa de debate estuvo moderada por Pere Roca, presidente del Comité Ejecutivo de la Fundación Icil, y cuyos ponentes discutieron la pregunta “¿Estamos preparados para el desarrollo exponencial del comercio electrónico?”. Los ponentes en esta ocasión fueron Xavier Soler, reponsable corporativo de Logística y Distribución Privalia, Jaime Fernández de Valderrama, director de Eroski Online, Natalia Fernández, directora de ventas de España de TXT e-solutions, Luis Inglada, director de Territorio, Infraestucturas y Transporte del Instituto Cerdà, y Nicolás Mouze, director de Marketing y Ventas de DHL Express Iberia.

Xavier Soler, de Privalia, fue el primero en responder a la pregunta planteada afirmando que “en 3 o 5 años se desarrollará definitivamente el e-commerce”. Jaime Fernández apostó porque “el crecimiento exponencial vendrá con las generaciones que vienen”, mientras que Natalia Fernández explicó que “este crecimiento se produce gracias a la tecnología. Nos permite comprar e ir más allá. Las empresas deben estar también preparadas y deben complementarse con el canal tradicional”.

Luis Inglada opinó que “la sociedad no va a renunciar al canal tradicional”, hecho que llevó a Nicolás Mouze a recordar que “la solución no sólo está en el envío a casa, sino que también existen otras como el punto de conveniencia”. A ello, Natalia Fernández argumentó que “el e-commerce exige que te lo lleven a casa, ya que es una de sus grandes ventajas que tiene”. Añadió además que “no se trata sólo de poner una tienda online y ya está. Debe cuidarse, hacer un stock, fidelizar al consumidor y tratanrla como una tienda más”.

Este último debate, moderado por Luis Doménech, vicepresidente y director de Formación de la Fundación Icil, participaron: Ignasi Sayol, director de Operaciones de CTC Externalización, Andrés Sánchez, vicepresidente de Product Supply de Affinity Petcare, Cristina Doménech, directora de Comercio Internacional de Mango, Esteban Vangeli, director de Planificación de Chep División Fabricantes, Antonio Fondevilla, director comercial España y Portugal de CEVA Logistics, y Pedro Giménez Alvarez-Quiñones, director general de Conway-The convenience Company.

Ante la crisis económica acatual se plantean algunos retos, como el de colaborar con nuestra competencia. Por esta razón se dirigió al público la primera pregunta: ¿La colaboración empresarial para conseguir la necesaria reducción de costes la contempla como: A) de muy dudosa utilidad (que obtuvo un 2%), B) en algún caso puede ser interesante (un 40%), C) es un tema al que hoy hay que dedicarle notable atención (31%), y D) hoy es un tema absolutamente estratégico y prioritario (un 27%).

Tras el debate, la última pregunta dirigida al público sirvió para constatar qué se piensa sobre la colaboración. Así, un 6% del público vio la colaboración como una utopía; un 38% como una buena idea pero muy difícil de implantar a medio plazo; un 22% como una buena idea que debo analizar desde hoy cómo implantar y un 34% como una estrategia necesaria.