Cuando las líneas telefónicas no llegan a las naves
27 de septiembre de 2011
Si bien es ya conocido el caso de muchas empresas a las que no llega un ancho de banda suficiente, este otro tipo de situaciones se está dando cada vez más. Los motivos de este aumento habría que buscarlos en la proliferación de desarrollos urbanísticos industriales durante los años previos a la crisis, y un juicio más severo de las inversiones que los operadores de telecomunicaciones deben acometer. En estos momentos, cuando faltan nuevas líneas de teléfono, los operadores miden muy bien el retorno de la inversión, y ante las perspectivas de baja ocupación de las instalaciones nuevas, estas inversiones no aparecen como rentables a corto plazo.
Ante la habitual dependencia del tendido de cables de cobre para hacer llegar líneas de teléfono, la no inversión en el tendido de líneas acaba suponiendo la imposibilidad de implantar comunicaciones suficientes en las naves industriales.
La solución está en la banda ancha inalámbrica
Los cables telefónicos de cobre ofrecen un caudal muy limitado tanto en lo que se refiere a líneas de teléfono como a su capacidad para transportar datos en banda ancha. Por eso, la mejor opción para sacar adelante una infraestructura de telecomunicaciones más capaz ha sido la fibra óptica. Pero si los operadores miden cada euro que tienen que invertir en infraestructura telefónica, cuando ésta se basa en fibra óptica, la justificación de la inversión requiere, si cabe, mucho más rigor. Esto explica el escaso desarrollo de las redes de fibra óptica en los polígonos españoles.
Paralelamente al desarrollo de la banda ancha por fibra óptica, el acceso a las redes de telecomunicaciones se ha desarrollado también con tecnología inalámbrica. De este modo, muchas empresas han dispuesto radioenlaces entre sus distintas sedes, y algunos operadores ofrecen servicio de conexión a internet de banda ancha a través de tecnología inalámbrica Wimax. Esta tecnología ofrece prestaciones muy próximas a las de la fibra óptica tanto en ancho de banda como en latencia, con la facilidad de acceso sin necesidad de obra civil, lo que ofrece una implantación más rápida e infinitamente más económica.
La cobertura del acceso a Internet mediante esta tecnología es mucho más amplia que la de la fibra óptica, y desde la mayoría de los polígonos industriales se puede acceder a repetidores de internet de los operadores que ofrecen este servicio a nivel empresarial. Estos operadores, están preparados para ofrecer el ancho de banda deseado a cualquier punto que esté en su área de cobertura, en un plazo muy corto y a un precio competitivo con respecto al de la fibra óptica.
Telefonía IP sobre banda ancha
Una vez hemos visto que la tecnología inalámbrica nos permite hacer llegar el ancho de banda deseado a casi cualquier punto, podemos considerar la puesta en marcha de cualquier servicio que funcione sobre esta banda ancha. Y para el caso que nos ocupa de falta de líneas telefónicas, la telefonía IP viene a resolver esta necesidad.
La telefonía basada en comunicaciones IP ofrece numerosas ventajas, especialmente para la empresa. Además de un menor coste de las telecomunicaciones, la principal ventaja es el ahorro en líneas de teléfono, lo cual es óptimo en un caso como el que estamos describiendo: podemos disponer de teléfono sin líneas de teléfono fijo.
La calidad de la comunicación, con una buena configuración, puede incluso superior a la de la telefonía fija, los costes por llamada son notablemente inferiores, no se debe pagar un fijo por línea, se puede disponer de número de teléfono fijo provincial… La lista de ventajas es larga, de modo que para cualquier empresa es una muy buena opción migrar sus comunicaciones telefónicas a IP. Pero en el caso de no poder disponer de líneas telefónicas, no es sólo es una buena alternativa, sino que es la única solución factible.