ASTI encuentra una solución para almacenar piezas hasta 20 toneladas
28 de marzo de 2011
Los productos aeronáuticos se caracterizan por estar en constante evolución técnica y tecnológica y por soportar altos costes asociados a su desarrollo y fabricación. Pero no sólo esto, su manejo durante los procesos de producción son críticos ya que tras todos ellos ha de quedar garantizada la calidad exigida. Desde que el mundo de la logística interna se revelase como el gran olvidado en los procesos se ha intentado conseguir la fórmula perfecta para minimizar sus costes y maximizar los beneficios de su correcto uso.
El sector aeronáutico no ha permanecido ajeno a la logística y a sus innovaciones como medio para conseguir los tan afamados aumentos en competitividad, así a través de la utilización de AGV para grandes cargas y carros transfers se obtiene un óptimo manejo de los productos que garantiza la calidad requerida.
Almacenar, como parte importante de la logística, no ha escapado a esta búsqueda de la optimización intentando aumentar la capacidad de almacenaje del espacio disponible y así reducir los costes por unidad almacenada. Parece obvio que la solución está en almacenar en altura, ya que permite multiplicar el espacio de planta.
Pero, ¿qué ocurre cuando el material almacenado se escapa de las medidas convencionales? ¿Se puede recurrir al almacenaje en altura como solución?
El sector aeronáutico se enfrenta cada día con este problema, piezas de fuselaje de aviones con medidas superiores a los 10 metros de longitud y con pesos superiores a la tonelada. Un mundo de gigantes, que requiere soluciones titánicas.
En ASTI defienden que la solución más simple es siempre la más efectiva, pero ¿cómo hacer sencillo el almacenar piezas hasta 20 toneladas? ASTI ha encontrado la solución: pensar en grande y transportar a escala lo que tan bien funciona para cargas no tan voluminosas y pesadas.
Los almacenes automáticos para grandes cargas de ASTI están formados, al igual que sus hermanos de menor tamaño, por dos filas de estanterías que llegan a ocupar todo el espacio en términos de volumen. El número de ubicaciones en esta matriz de estantes varía en función de las dimensiones de la carga a almacenar y del espacio de almacenaje disponible tanto en longitud como en altitud.
Lo novedoso en el diseño de ASTI y que garantiza la perfecta movilidad de estos ‘grandes’ materiales reside en su sistema de elevación/descensión con horquillas telescópicas. En un almacén automático convencional un transelevador se encargaría de mover la carga entre los distintos niveles de altura y buscar mediante movimientos longitudinales la ubicación correcta en el almacén. El problema comienza cuando aumentamos el material a transportar, tanto en volumen como en peso, ¿Es necesario utilizar un transelevador de tamañas prestaciones? En ASTI piensan que no, que no es la solución más eficiente. Su sistema se basa en un mecanismo que transporta la carga en altura y que está dotado de unas horquillas telescópicas que permiten depositar la carga en las estanterías que se encuentran a ambos lados. Estas horquillas tienen la propiedad de extenderse tanto a izquierda como a derecha, siendo suficientes para dar cobertura a las dos filas de estanterías. De igual manera, por ser telescópicas no interfieren en los movimientos de ascenso/descenso y al extenderse uniformemente facilitan el transporte de la carga en horizontal, ubicándola de manera sencilla y precisa, lo que garantiza en todo momento el manejo correcto, evitando perdidas por una mala manipulación de los materiales.
Pero además un almacén automático lleva asociados otros beneficios de incorporar la tecnología en la realización de procesos, tales como la reducción del número de movimientos y del tiempo asociado a estos, siendo posible establecer flujos de trabajo bajo criterios de cadencias determinadas. Es más, este tipo de almacenes se pueden integrar con otras soluciones automáticas, tales como los ya mencionados AGV, para conseguir un mayor grado de automatización y en definitiva, una mayor productividad.
A su vez, la necesidad de espacio útil para el manejo de cargas se minimiza al no necesitar utilizar maquinaria externa para realizar los procesos de carga/descarga, fuera de la zona habilitada para el almacén, contribuyendo así a mejoras en la seguridad.
Los aumentos en la seguridad se obtienen desde dos frentes distintos, por un lado, ya que son operaciones automáticas llevadas a cabo en espacio cerrado, se evita la manipulación de las cargas con maquinaria, eliminado el ‘factor humano’ y el consecuente riesgo asociado. Por el otro lado, las operaciones de manipulación se ejecutan manteniendo multitud de puntos de contacto con la carga a través de sistemas telescópicos a distancias equidistantes, asegurando de esta manera la integridad del material transportado.
Como cualquier almacén automático ASTI, el sistema está acompañado de Sigat, un software que permite su gestión: el control de las ubicaciones, la extracción e introducción automática de materiales y control de inventarios. Todos estos datos se actualizan de manera automática al realizar cualquier movimiento en el mismo, disponiendo en todo momento de información precisa y a tiempo real de su estado.
Este software también permite actuar como administrador a la hora de añadir o eliminar referencias de producto y de gestionar a los distintos usuarios del sistema concediéndoles distintos permisos en función del rol a desempeñar.
Sigat es de fácil adaptación ya que sólo precisa un ordenador convencional donde instalar el programa y un lector de código de barras para identificar los materiales y proceder a la actualización automática de cualquier cambio en el stock. De esta manera se consigue control total sobre el almacén y mantener la trazabilidad de los productos.
Quien invierte hoy en día en una instalación automática, desea la máxima seguridad para su inversión, por eso ASTI presta especial cuidado a su servicio posventa, garantizando la conservación del valor para prolongar los ciclos de vida del producto mediante un mantenimiento preventivo, revisiones generales y la modernización de instalaciones propias y externas.
Además, cuando las piezas acusan un deterioro por el uso, y es necesaria su sustitución, la logística de suministro de repuestos garantiza una rápida respuesta, para evitar paradas innecesarias en las instalaciones. Es más, ASTI es capaz de proporcionar actualizaciones a este tipo de sistemas que en muchos casos representan una alternativa empresarialmente más razonable a la compra de una instalación nueva o componentes técnicos de transporte nuevos.
En resumen, el almacén automático para grandes cargas de ASTI es una solución completa que hace posible lo imposible:
- Permite aumentar la capacidad de almacenaje de materiales cuyas dimensiones se escapan de las medidas convencionales. Pesos superiores a la tonelada y longitudes por encima de los 10 metros. Consiguiendo la optimización de los recursos disponibles.
- Proporciona aumentos de productividad al disminuir el número de movimientos en el manejo de cargas.
- Su sistema de elevación con horquillas telescópicas junto con unas cuidadas medidas de seguridad, garantizan un correcto manejo de los materiales, eliminando los costes de no calidad en el proceso de manipulación.
- Gracias a su sistema informático, los materiales almacenados están totalmente identificados y su ubicación correctamente asignada. Así la búsqueda de cualquier elemento contenido en el almacén se realiza de manera rápida y eficiente, mejorando la productividad. De igual manera se contribuye a dar trazabilidad a los materiales a lo largo del proceso de producción, aumentando y optimizando el control y la calidad.