Fusionar la neuroarquitectura y la arquitectura bioclimática en una oficina mejora la productividad
Por este motivo, Moinsa, compañía experta en proyectos de diseño de interiores y equipamiento mobiliario, explica porqué la combinación de estas disciplinas es una poderosa herramienta para la creación de espacios saludables, sostenibles y eficientes.
Si bien la neuroarquitectura tiene en cuenta factores como los colores, la luz natural o la integración de elementos naturales para fomentar la concentración y la inspiración de los equipos, la arquitectura bioclimática toma su nombre de la utilización de elementos naturales, para adaptarse a los cambios climáticos sin necesidad de hacer uso de sistemas de aire acondicionado, con lo que se consigue una reducción del consumo energético y un espacio mucho más sostenible.
¿Y qué se obtiene al fusionar ambas disciplinas? Desde Moinsa destacan las siguientes ventajas:
- Mejora del bienestar físico y mental: El diseño bioclimático se centra en la calidad del aire y la comodidad térmica, mientras que la neuroarquitectura puede mejorar el bienestar mental y emocional. Juntos conforman un conjunto de factores esenciales para crear un entorno ideal para el trabajador.
- Creación de espacios más sostenibles: Al aprovechar la luz natural, la ventilación pasiva y otras estrategias nacidas del diseño bioclimático, se puede reducir el consumo de energía y la huella de carbono del edificio. Esto, sumado a las mejoras acústicas y las vistas al exterior que promueve la neuroarquitectura, tiene claros efectos positivos en la salud mental y la productividad.
- Aumento de la resiliencia: Los edificios que incorporan principios del diseño bioclimático y de la neuroarquitectura son capaces de adaptarse a los cambios climáticos y mantener un ambiente interno saludable en cualquier época del año.
- Una mayor eficiencia económica: A largo plazo, la aplicación de estas disciplinas combinadas puede reducir costes, si tenemos en cuenta que la comodidad y satisfacción de sus empleados, que se traduce en una mayor productividad y, por lo tanto, mayores beneficios.