Por AR Racking
Tres formas de aumentar la capacidad de almacenaje
Indicios de un almacén con capacidad mermada
La falta de espacio de almacén o, mejor dicho, la reducción de la capacidad de almacenaje deseada puede verse reflejada en varios aspectos.
Uno de los más significativos es el aumento de incidencias remitidas por el cliente causadas por la pérdida de trazabilidad del producto o porque el producto no llega en condiciones óptimas al cliente de forma continuada. En cualquier caso, problemas vinculados a un incorrecto uso de los sistemas de almacenaje debido a la sobresaturación.
La falta de capacidad de almacenaje y la pérdida de trazabilidad o una trazabilidad que demanda una constante revisión inevitablemente repercutirá también en los plazos de entrega, restando así competitividad al negocio.
Otro hecho que da muestra de que el almacén se ha quedado pequeño es la dificultad en la operativa tanto para las personas como con los medios mecánicos. Sea cual sea la estantería industrial donde se almacena la carga o el tipo de mercancía, la localización, la carga y la descarga tienen que realizarse con total comodidad y agilidad.
Incrementar la capacidad del almacén: 3 soluciones y posibilidad
Cuando ocurre una situación así y en previsión de que no haya la posibilidad de cambiar de ubicación de la nave que alberga el almacén, el rediseño y reinstalación de los sistemas de almacenaje permitirá que el almacén vuelva a ser un espacio eficiente, cómodo y sin riesgo para el personal. ¿Cómo hacerlo?
1. Compactación del almacén
Se trata de los sistemas de estanterías cuya prioridad es la mayor optimización del espacio disponible, priorizando una alta densidad de almacenaje. En este caso, se gana capacidad de almacenaje en el mismo espacio disponible mediante la reducción de pasillos de trabajo en favor de más posiciones de almacenamiento.
Aunque el acceso no es directo para todas las mercancías, los sistemas de almacenaje por compactación (también llamados por acumulación), sí ofrecen ventajas evidentes además del de aumentar la capacidad de almacenaje: gestión logística más ordenada, control total sobre inventarios, rentabilización de cada metro cuadrado de suelo…
Existen varios tipos de soluciones de almacenaje compactas:
Drive In / Drive Through
Estas estanterías están destinadas a almacenar palés y son muy comunes con productos homogéneos con un gran número de palés de la misma referencia.
Pueden ser del tipo Drive in, con un único pasillo de acceso, y en el que la última carga en entrar es la primera en salir (método LIFO), y Drive through, con un acceso de entrada y otro de salida y en el que la primera carga en entrar es la primera en salir (método FIFO).
Estanterías dinámicas
Se caracterizan por ser sistemas de almacenaje de alta densidad que incorporan una inclinación sobre la que se desplazan los palés con la mercancía dentro de la propia estructura. En este caso, también hay estanterías dinámicas de gestión FIFO y las dinámicas push-back de gestión LIFO.
Estanterías para palé shuttle
Solución semiautomatizada para almacenaje de alta densidad utiliza carros satélite motorizados que, de forma autónoma, realizan los movimientos en el interior de la estantería para desplazar la carga.
Estanterías VNA o de pasillo estrecho
En este caso, en lugar de reducir el número de pasillos, lo que se hace es reducir el espacio que ocupan y apurar cada centímetro del pasillo para ganarlo en las estanterías. Las estanterías de pasillo estrecho para palés combinan las ventajas de las estanterías convencionales y compactas para conseguir un sistema de almacenaje de alta densidad pero que mantiene el acceso directo a todas las unidades de carga.
2. Crecimiento en vertical
No obstante, cuando se habla de aprovechamiento máximo del espacio, no conviene olvidar la altura de la propia nave. Hay soluciones de almacenaje que permiten un crecimiento en altura, sin perder la cierta rigidez operativa a la que conducen los sistemas compactos.
Pasillos elevados
Pensado para almacenes de área reducida, pero con posibilidad de sumar metros cúbicos para el almacenaje. Están principalmente destinados a cargas que requieren una operación manual. Se crean diferentes niveles de pasillos en varias alturas a los que se accede a través de escaleras.
Entreplantas
Estructura que multiplica la superficie de la nave, ganando superficie útil en altura en uno o dos niveles dentro de un almacén. Son estructuras independientes, de gran variedad y tipos de pisos. Con el añadido de un nuevo piso para el almacén, se ofrece de forma rápida y económica un área más de almacén.
3. Automatización del almacén
Este tipo de almacenes permiten una altísima densidad de almacenaje (cada milímetro del almacén está destinado a dar cabida a la mercancía, reduciendo al mínimo los espacios de manipulación de la mercancía, realizada por máquinas y robots automáticos); y generalmente, son estructuras que alcanzan mayores alturas que los sistemas convencionales; por lo que la capacidad de almacenaje de la nave alcanza su máximo.
Si bien requieren una inversión económica inicial más elevada, las ventajas de los almacenes automatizados, tanto para palés como para cajas, reportan numerosas ventajas para las empresas con una actividad logística elevada:
- Agilidad en el flujo de la mercancía.
- Rapidez en la carga y descarga.
- Procesos logísticos de menor riesgo para el personal.
- Un control riguroso del stock.
- Descenso notable de errores operativos.
- Máxima eficiencia: más capacidad de almacenar, más capacidad de manipulación con reducción de riesgo de incidencias.
Los almacenes pueden automatizarse tanto para productos paletizados como para cajas.
Sistema automático para palés
Cuando un almacén se queda pequeño, se puede ampliar su capacidad reconfigurando su espacio e instalando en su interior estanterías diseñadas para almacenar los palés y sostener el movimiento y el peso de los elementos automatizados como transelevadores o shuttles.
Sistema automatizado para cajas miniload
Si la unidad básica de almacenaje del almacén que necesita ampliar su capacidad son las cajas, el sistema miniload es la respuesta. Es un sistema en el que se integran elementos robotizados en la estantería para manipular mercancía que se almacena en cajas o bandejas, con un sistema de producto a operario. Está especialmente indicado para aquellos almacenes en los que se da un picking intensivo.
Resumiendo, las tres claves para aumentar la capacidad de almacenaje mediante cambios en los sistemas de estanterías son: compactación, aprovechamiento en altura y/o automatización.
Ya que, cuando un almacén se queda pequeño pierde agilidad y comienzan a sucederse los errores y las incidencias., además de incrementar un trabajo improductivo de reubicación y corrección de errores. Asimismo, los tiempos de operativa se alargan en exceso, por lo que la eficiencia se ve directamente resentida, repercutiendo directamente en la calidad del servicio al cliente y en último lugar, a la rentabilidad del negocio o empresa.
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