El Consorcio Passivhaus destaca el papel de los materiales de construcción y la optimización de procesos en la lucha contra el calentamiento global
La huella de carbono en los edificios ocurre durante toda su vida, pero sólo en la fase de construcción y cadena de suministro de materiales supone entre el 10 y el 20% de la que tendrá todo el edificio en sus años de existencia*. Esta sentencia tan contundente es motivo de lucha desde el sector y así poder conseguir una elaboración de materiales y un control de procesos más eficiente y mejorado. Y es que calcular dicha huella en los edificios durante toda su vida para poder así abordar una nueva forma de descarbonizar es el objetivo que persigue el Consorcio Passivhaus, asociación que impulsa una construcción consciente, y que pretende conseguir en los próximos años.
Este es un trabajo que requiere de esfuerzo y mucha voluntad por parte de las empresas que participan en la construcción. La huella de carbono en edificios se produce por la totalidad de gases de efecto invernadero (tanto directos como indirectos) que posee un producto, material o proceso en la construcción y en concreto los materiales son los que generan mayor contaminación ambiental es por ello que los procesos de producción han de estar bien controlados.
El 28 de enero se celebra el Di´a Mundial por la Reduccio´n de la emisiones de CO2. El Consorcio Passivhaus está comprometido con sus valores.
En las casas industrializadas, por ejemplo, cuya construcción tiene lugar en una fábrica, se dan un tipo de procesos muy controlados consiguiendo buenos resultados medioambientales es por ello por lo que son un buen ejemplo de lucha por la reducción de la huella de carbono. En nuestros procedimientos, declara Eloi Tarrés, CEO de Evowall, empresa de construcción industrializada de casas pasivas, “mejoramos la huella por la rapidez, menos número de viajes, menores consumos, menos residuos, etc. y esta es la gran aportación que hacemos ya que la mejor energía es la que no se consume” por tanto “no generamos huella de carbono si no consumimos energía”.
Materiales y procesos amables con el medio ambiente
En las viviendas tradicionales, todos los materiales y productos tienen protagonismo a la hora de construir una vivienda eficiente y preocupada por reducir el impacto medioambiental. Desde Kömmerling, empresa de fabricación de sistemas de perfiles de PVC para carpinterías exteriores de altas prestaciones, son conscientes de la gran responsabilidad que tienen como empresa en el modelo de construcción eficiente y por lo tanto sostenible. “En una casa pasiva, o de máxima eficiencia energética la carpintería de altas prestaciones adquiere un papel determinante en la reducción de consumos energéticos y de emisiones de CO2 en todo su ciclo de vida”, declara Diana Torres, arquitecto del Departamento de Prescripción de la compañía. La elección del material no ha de centrarse solo en la fase de uso, sino que debemos abarcar desde la fase de extracción de las materias primas, hasta la reincorporación de material reciclado en los procesos de fabricación, pasando por las fases de fabricación de dichos sistemas”m añade Torres, que también es responsable del Comité Técnico del Consorcio Passivhaus.
El uso de materiales sostenibles y 100% reciclables es una de las apuestas amigables para combatir el calentamiento global y muchas de las empresas del Consorcio lo apoyan. Deceuninck utiliza el PVC y la ThermoFibra, para la fabricación de sistemas de perfiles para ventanas y puertas. “Ambos materiales aumentan sustancialmente el aislamiento térmico, evitando la pérdida de energía y tienen un ciclo de vida total de 350 años, en sus 10 ciclos de uso aproximados y sin pérdida de propiedades. De hecho, el PVC es sin duda el mejor material para el sector de la carpintería y el que más ayuda al objetivo de descarbonización y emisiones cero fijados por la Comisión Europea para 2030.” declara David Esquitino, responsable de Marketing de la empresa.
En la misma causa está Juan Miguel Cantó, director comercial de Replus, empresa de ventanas certificadas Passivhaus de PVC. “Hay una creencia general de que el PVC no puede ir unido al concepto de sostenibilidad. El PVC es el plástico con menos dependencia del petróleo, ya que sus componentes provienen del petróleo bruto (43%) y, principalmente de sal común (57%). Es uno de los materiales más versátiles, eficientes y sostenibles, la energía empleada en su producción y su larga vida útil (entre 15 y 100 años) colabora con la economía circular.” afirma la Dircom de la marca.
Desde SWISSPACER, perfiles intercalarios warm edge para vidrio aislante, toman consciencia de la importancia de la reducción de la huella de carbono y así se refleja en las Declaraciones Ambientales de Producto (DAPs) mediante las que ofrecen transparencia para la certificación de edificios “Es parte de nuestra filosofía proporcionar datos transparentes y verificados a nuestros clientes”, dice Victoria Renz-Kiefel, gerente de la compañía. La compañía también utiliza los datos de las DAPs para optimizar los procesos en su propia organización. En el futuro, todos los ámbitos, desde la investigación y el desarrollo hasta la administración se pondrán a prueba. “Con cada decisión que tomamos, evaluamos el impacto que tiene en la sostenibilidad de nuestras propias actividades y las de nuestros clientes", afirma la gerente.
En cuanto a aislamiento de edificios, también hay empresas que tienen mucho que decir sobre su labor a favor del medioambiente. Manuel Medina-director de ISO-Chemie y presidente del Consorcio Passivhaus, aclara que “la certificación ISO 14001 reconoce las medidas empresariales voluntarias para la protección del medioambiente que contribuyen a un proceso de mejora continua. Para ello desde la empresa establecemos objetivos cuantificables como eliminación de residuos, reducción de consumo de energía y la disminución de CO2 mediante la producción de energía fotovoltaica.” También se fomenta el ahorro de recursos gracias a la transformación de materiales reciclables y respetuosos con el medioambiente y la salud, y un uso moderado de agua, electricidad y materias primas.
Por su parte, Oscar del Rio, director General de Knauf Insulation, destaca la importancia de las propiedades del aislamiento para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la edificación. “En nuestra compañía nos hemos fijado como meta reducir el carbono incorporado en nuestras soluciones de aislamiento en un 15% para el 2025. Para conseguirlo, hemos creado un fondo de sostenibilidad del 10% del gasto de capital que se destinará a nuevos proyectos que reduzcan las emisiones de carbono y nos hemos marcado una nueva hoja de ruta para la introducción progresiva de nuevas tecnologías carbono-friendly en la fabricación de sistemas y soluciones bajo el paraguas de Knauf Insulation”, comenta Del Río.
Las soluciones de clima interior para las casas pasivas son una apuesta más que necesaria para la mejora medioambiental. La ventilación equilibrada que ofrecen los sistemas de ventilación con recuperación de calor y sus altas prestaciones contribuyen a un aire más sano, más energía recuperada y una menor emisión de dióxido de carbono. “En este sentido, con la comercialización de 100.000 unidades de uno de los modelos de la compañía en 2020 contribuyó a la recuperación de hasta 650.000 MWh de energía, se evitaron hasta 170.000 toneladas de CO2 y se realizaron hasta 2,7 mil millones de respiraciones de aire filtrado”, declara Josep Castellà, Country Manager Zehnder Group Ibérica.
En cuanto al control solar, hay estudios que demuestran el enorme potencial de ahorro energético que tienen los sistemas de control solar de exteriores y la huella de carbono que se minimiza así a la hora de edificar. Las persianas graduables salvan alrededor 8,5 toneladas de CO2 a lo largo de su ciclo de vida y, sin embargo, se generan solo 150 kg de CO2 a partir de la producción a disposición, por lo tanto, ahorran casi 60 veces su huella de emisiones de CO2 en un promedio de 20 años de vida. “En Griesser somos fabricantes de este tipo de persiana y confirmamos que nuestros sistemas de control solar regulan el calor como un termostato en la ventana del mismo modo que actúan como un dimmer regulador de intensidad para controlar la entrada de luz”, declara Arkaitz Aguirre, International Business Partner Developer en Griesser, experto en la materia.
El estándar de construcción Passivhaus es el modelo por el que se rigen todas las empresas adheridas al Consorcio ya que es el modelo que persigue conseguir unos edificios de consumo casi nulo, y/o de balance neto o positivo. Micheel Wassouf CEO de ‘ENERGIEHAUS, empresa certificadora de este modelo y reciente consorciada, afirma que “como certificadores oficiales y formadores en edificios pasivos tenemos la tarea de difundir este modelo y que todo que supone ser una casa de construcción sostenible se cumpla y de este modo se reduzca de la manera más eficaz la huella de carbono, esa es nuestra contribución al planeta”.