Récord de emisiones de CO2 en 2008
Según la Organización Metereológica Mundial (OMM), en el año 2008 se registraron los mayores niveles de gases de efecto invernadero desde la era preindustrial con un aumento del 38% desde 1750. Estos datos aparecen en la última edición del Boletín de la OMM y serán presentados en la XV reunión sobre el Cambio climático que se celebrará en Copenhague dentro de la Convención Marco de las Naciones Unidas.
En la atmósfera, las concentraciones de los principales gases invernadero de larga duración: dióxido de carbono, metano y óxido nitroso, han experimentado un aumento total de forzamiento radiactivo del 26% desde 1990 y un aumento en 2008 del 1,3%. Estas cifras se obtienen a partir del programa de Vigilancia de la Atmósfera Global (VAG) de la OMM junto a una red de estaciones instaladas en más de 50 países, que se encargan de coordinar las observaciones de los gases de efectos invernadero en la atmósfera resultantes de las actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles y la agricultura.
En el caso del CO2, en 2008 el cociente de mezclado en la atmósfera alcanzó 385,2 ppm (número de moléculas de gas por millón de moléculas de aire seco), lo que supone un aumento de 2 pmm respecto a 2007. Se debe tener en cuenta que el CO2 es el principal gas de efecto invernadero que desde 1750 ha contribuido al 63,5% del forzamiento radiativo total de la Tierra. Su continuo incremento ha hecho que en los últimos cinco años, se haya convertido en el responsable del 86% del incremento del forzamiento radiativo total. Por lo que hace a otros gases como el metano (CH4) el promedio mundial de mezclado en la atmósfera en 2008 ha aumentado un 7ppb, un valor que se ha incrementado después de mantenerse estable de 1999 a 2006.
Un caso especial es la disminución de algunos halocarbonos como los clorofluorocarbonos (CFC), que se utilizaban como refrigerantes, propelentes en los botes de spray y solventes, si bien según el informe de la OMM otros gases como los hidroclorofluorocarbonos (HCFC) y los hidrofluorocarbonos (HFC), que se introdujeron para reemplazar a los clorofluorocarbonos, están aumentando a un ritmo rápido y son potentes gases de efecto invernadero.