¿IoT, Internet of Things o M2M, Machine-to-Machine?
Son muchos los términos técnicos que estamos incorporando a nuestro vocabulario y sobre todo los que se refieren a las 10 principales tecnologías que están en las estrategias de innovación en el corto plazo. Unos conceptos que a veces se prestan a confusión, por ello, el autor propone revisar el que se refiere a una de las tecnologías más transversales y utilizadas, el Internet de las Cosas, IoT, y sus relaciones y diferencias con M2M.
Según revelaba la consultora tecnológica Gartner en su informe anual Gartner Top 10 Strategic Technology Trends for 2018, las diez principales tendencias tecnológicas, que marcarán toda estrategia de innovación en el corto plazo son la Inteligencia artificial, Aplicaciones y análisis inteligentes, ‘Intelligent things’, ‘Digital twins’, ‘Edge computing’, 'Conversational platforms', Experiencia inmersiva, ‘Blockchain’, ‘Event driven ’. En muchas de ellas, el Internet de las Cosas, IoT, se consolida como una realidad que ya está cambiando el mundo actual, tanto en el ámbito profesional, como en el personal, llegando a interconectar ambos entornos. (Enlace abajo)
Sin embargo, implícito a la disrupción de estas nuevas tendencias tecnológicas, se han puesto de relieve, casi se puede decir que se han puesto de moda conceptos técnicos como M2M, Business Intelligence, Digital Mailroom, Machine Learning, Blockchain, etc… que en muchas ocasiones suelen utilizarse incorrectamente, pudiendo a veces llevarnos a la confusión
Por este motivo, me ha parecido interesante poner el foco en uno de los conceptos que están teniendo mayor preeminencia debido a su transversalidad respecto la sociedad, el ‘Internet of Things’, IoT, pero… ¿Qué es en realidad el “IoT”? ¿Qué tiene que ver con Machine to Machine, “M2M”? ¿Es lo mismo? ¿Cuál es la diferencia?
Aunque IoT y M2M tengan dos significados distintos, la realidad es que no se entiende uno sin el otro, si bien parece haber consenso en esta breve explicación, que ilustra a la perfección la relación entre ambos: “Aunque Internet of Things, es un concepto muy amplio, podemos resumirlo a la interconexión digital de objetos cotidianos con Internet. Su desarrollo y evolución parte de procesos “M2M” y otras tecnologías.”
De M2M a IoT, de la comunicación remota entre máquinas...
Pero contextualicemos esta relación. El término M2M, ‘Machine-to-Machine’, se refiere a la comunicación e intercambio de información entre máquinas remotas, explicándose como los recursos de red que utilizan las máquinas para comunicarse con la infraestructura de aplicaciones remotas ya sea con el propósito de monitorizar o controlar una máquina concreta, o un entorno cerrado.
En definitiva, M2M es capaz de recabar y procesar información crítica de las máquinas de forma remota, lo que fuera de los ámbitos meramente industriales puede optimizar la gestión de Smart Cities, gestión de la mensajería, optimización de la logística mediante la inclusión del M2M en la flota de reparto o en ámbitos sanitarios... las posibilidades son infinitas y tan solo acabamos de descubrir la punta del iceberg. En cambio, la interconexión potencial de todos los objetos inteligentes, M2M y la forma en que interactúan con la sociedad, conectando el mundo físico y digital, sería lo que entenderíamos como el ‘Internet of Things’ (IoT).
Al tratarse de dos conceptos endógenos, ya hemos visto la correlación entre ambos: los recursos de red “M2M” son los que proporcionan a los dispositivos “IoT” la conectividad necesaria para el desarrollo de sus capacidades. Para esta interconectividad, el acceso a dispositivos remotos es vital, pero la forma en la que lo hacen es totalmente distinto: M2M se basa en comunicaciones punto a punto utilizando módulos de hardware integrados y redes.
... a millones de dispositivos en la red, IoT
En cambio, el Internet de las Cosas, IoT, se basa en redes IP para conectar los datos de los dispositivos con la nube, para así, conectar dispositivos y aplicaciones entre sí (datos autónomos, eventos generados por dispositivos, APPs, dispositivos personales, etc.). Todo ello, convierte la integración de datos en dispositivos, la analítica y la “sensorización” en una funcionalidad clave del Internet de las Cosas, imprescindible para lograr medir y monitorizar toda la información.
El IoT va a facilitar a los usuarios conectar millones de dispositivos electrónicos a la red. Aunque a día de hoy ya existe una amplia gama de dispositivos en movilidad en el trabajo y en el hogar. Como he mencionado, tan solo es la punta del iceberg. Los analistas estiman que más de 370 millones de dispositivos estarán completamente conectados en 2020, frente a los 50 millones de dispositivos inteligentes, conectados en la actualidad. Además, es muy interesante ver como esta tecnología se va extiendo a todos los sectores empresariales y a aspectos relevantes de nuestra vida personal.
Un breve apunte sobre IoT en logística
Desde la perspectiva logística, a día de hoy los almacenes ya están siendo gestionados a partir de dispositivos conectados, se han creado unos sistemas que monitorizan a tiempo real, no solo la ubicación y nivel de stock de cada almacén, sino el estado de las existencias del mismo, mediante sensores que controlan la calidad, la temperatura o el denominado packaging inteligente.
Otro ejemplo sectorial, es el relativo a hiperconectividad en el transporte y la optimización de las rutas de entrega. Existen sensores capaces de detectar accidentes de tráfico, atascos, cambios meteorológicos, etc. Que permiten proyectar modelos predictivos que faciliten tanto el ahorro de tiempo como de combustible.
Teniendo en cuenta el ritmo de evolución de estas nuevas tecnologías, y como ya nos están afectando en el día a día. He creído interesante, pausar y realizar esta pequeña reflexión sobre los orígenes, de lo que sin lugar dudas, va tener un carácter transversal en todos los aspectos de la sociedad, y va a representar un cambio en nuestras vidas que aún no atisbamos a lograr comprender todo su alcance.