EL GLP se propone duplicar su uso en menos de dos décadas
En el Congreso mundial del GLP celebrado en Madrid, el sector presentó unas sólidas previsiones de crecimiento ya que según explicaron se trata de una energía “versátil, eficiente, disponible en todo momento, accesible y no se encuentra entre los gases de efecto invernadero, según el Panel Internacional sobre cambio climático de las Naciones Unidas”. Se estima que, sólo con el crecimiento previsto en el ámbito del autogás en Europa y la correspondiente disminución de CO2 vertido a la atmósfera (más de 300 millones de toneladas), se obtendrá un ahorro de 20.300 M€ en costes generales (derivados del cambio climático, contaminación, salud pública y otras consecuencias negativas), además de un ahorro de 41.000 M€ para los usuarios finales. La industria del gas licuado de petróleo se ha reinventado para adaptarse a las exigencias del marco energético y su objetivo es pasar de 32 a 66 millones de toneladas anuales en algo menos de dos décadas. El GLP posee un alto poder calorífico, genera menos CO2 que otros combustibles y prácticamente no produce emisiones de NO, ni partículas. En un contexto Europeo en el que el trasporte por carretera es responsable de cerca del 17% de las emisiones de gases de efecto invernadero, sólo la utilización del GLP para automoción (autogás) puede reducir la cifra de emisión de CO2 hasta en un 44 %con respecto a las energías fósiles tradicionales. En la actualidad, Europa consume la cantidad de GLP que produce, lo que reduce la dependencia energética de terceros. Las reservas probadas de gas equivalen a unos 60 años al ritmo de producción actual y la seguridad en el suministro está garantizada por la diversidad de proveedores y orígenes de esta materia prima, con distintas rutas y puntos de entrada y una cadena de distribución flexible, así como gran variedad de opciones de almacenamiento y distribución.