Aerce: responsabilidad social de los proveedores
La Asociación Española de Profesionales de Compras, Contratación y Aprovisionamientos, AERCE ha creado una hoja de ruta para que las empresas puedan aplicar pautas de responsabilidad social a toda su red de proveedores. En mercados globalizados donde las compañías cada vez externalizan más actividades, trabajar con proveedores que no respeten cuestiones medioambientales, éticas y sociales puede suponer un gran riesgo para la competitividad de las organizaciones. De hecho, una compañía no podrá hablar de que es socialmente responsable si no lo son sus compras, ya que ignorar la RSC en la cadena de suministro supone pasar por alto el impacto social y ambiental del 75% del gasto de la empresa.<br><br> La segunda edición de la Guía Técnica para la Compra Sostenible que acaba de publicar AERCE, incorpora referencias a la nueva legislación aparecida en los últimos cuatro años para que las empresas extiendan a toda su cadena de suministro pautas de RSC. El área de Compras puede impulsar una corriente transformadora de los hábitos de RSC en el tejido empresarial, si impone condiciones favorables para la contratación a los proveedores que cumplan estos principios empresariales. La empresa que pida a su proveedor una serie de requisitos mínimos en temas de sostenibilidad, impulsa un efecto multiplicador en la cadena de suministro y distribución de ambas organizaciones.<br><br> La Guía ayudará a los compradores a establecer p arámetros para medir el impacto de sus compras, fomentar la transparencia, buen gobierno, control ético de la cadena de proveedores … La publicación da las pautas para que los compradores puedan tener elementos de evaluación de la responsabilidad social de sus proveedores, teniendo en cuenta factores como su situación geográfica, su estructura, los sectores en los que trabajan o la propia percepción que existe de él en su entorno. Por otra parte, la UE destina de media un 16% del PIB a comprar bienes y servicios por lo que AERCE resalta la importancia de que las Administraciones Públicas también apuesten por la compra sostenible.