Plástico retráctil, el complemento perfecto para la logística
El plástico retractilado es un material ignífugo que se obtiene a partir de polietileno, también plástico PET y goma adhesiva térmica, que le otorgan la propiedad de retráctil, al sellarse al calor de las pistolas de retractilado.
Mediante este tipo de plástico, los bloques de carga se mantienen compactos y protegidos de agentes externos, como la lluvia o el polvo. Además el plástico retráctil permite, para transportes o almacenajes de larga duración y muy expuestos, proteger la mercancía de la corrosión.
Otra de las ventajas del plástico retractilado es que es un material muy resistente, por lo que aunque la carga sea irregular, angulosa o tenga salientes, siempre queda cubierta, evitando perforaciones o zonas rasgadas.
Además, al ser un producto inocuo en condiciones normales, permite la utilización instantánea del material protegido una vez retirado el plástico. Aunque para mayor seguridad, durante el proceso de retractilado se debe emplear equipos de protección como gafas y guantes.
Entre sus múltiples aplicaciones se encuentra el retractilado de material industrial, lanchas, motos de agua e incluso vagones ferroviarios. Un ejemplo de este tipo de retractilado en vagones ferroviarios es el realizado por la empresa de embalaje industrial Embalex.