El futuro del sector químico está repleto de desafíos
Sin embargo, si se tiene en cuenta la coyuntura internacional y la presión competitiva de los países asiáticos, con China a la cabeza, y de Estados Unidos, el futuro del sector químico, tanto a nivel español como europeo, presenta un horizonte lleno de desafíos que obliga a articular urgentemente una política industrial efectiva o, cuanto menos, a no desarrollar iniciativas lesivas cuando no arbitrarias para poder aprovechar la capacidad de crecimiento del sector y poder competir en igualdad de condiciones.
2005 ha sido un buen año
Este incremento se debe fundamentalmente al crecimiento de los precios (+5,5 puntos) y no al volumen (que sólo aumenta tres décimas), y ha estado alimentado por una todavía potente demanda interna y por la capacidad de internacionalización de las empresas.
En el caso de la demanda, el consumo de productos químicos en el mercado español concluyó el año 2005 con un incremento del 6,7 por ciento para superar los 45.300 millones de euros, un crecimiento que ha sido capaz de absorber el incremento de los precios de nuestra producción.
El segundo factor determinante ha sido el excelente comportamiento de nuestras empresas en el exterior, ya que el valor de las exportaciones se elevó desde los 15.919 millones de euros en 2004 a más de 17.600 en 2005, registrando por tanto un crecimiento del 10,7 por ciento. En este caso cabe destacar que los componentes volumen y precios crecieron simultáneamente, lo que provoca este buen comportamiento.
Cabe destacar que con este resultado el sector químico seguirá consolidándose como el segundo mayor exportador de la economía española tras la automoción, y que continuará dedicando a mercados exteriores casi la mitad de la producción.
Por su parte, las importaciones crecieron unas décimas por debajo de las exportaciones, lo que contribuyó a mejorar la balanza comercial del sector, situando el índice de cobertura de exportaciones sobre importaciones por encima de 65 por ciento.
Subsectores
Por subsectores, la química básica (que representa un 38 por ciento del total del valor de la producción del sector), obtuvo, pese a la reducción del volumen de producción, un crecimiento superior al 14 por ciento por el incremento de los precios, y el valor de la producción de la química para la industria y el consumo final (que representa el 34 por ciento), creció un 4 por ciento (en este caso con incrementos simultáneos en volumen y precios).
En la parte negativa se sitúa la química para la salud (fundamentalmente farmaquímica y que representa el 28 por ciento del sector), donde las medidas adoptadas por el Ministerio de Sanidad han provocado un descenso del valor de la producción que alcanzó el 2,3 por ciento al cierre del año y han perjudicado el comportamiento del subsector de nuestro país que más invierte en I+D+i y cuyo futuro, según Feique, es fundamental para garantizar el funcionamiento del sistema sanitario.