Entrevista a Antonio Rodríguez Romero, director general de Miebach Consulting
Tres décadas en el mercado español dan una visión privilegiada sobre el sector. ¿Cuál diría usted que es el factor que ha evolucionado más en los últimos 30 años?
La logística actúa transversalmente en los procesos de negocio de una empresa, por lo que han sido muchos los factores que han influido, aunque si tuviera que destacar unos pocos creo que las mejoras en las infraestructuras terrestres y las mejoras en los sistemas de gestión e información han sido los factores que han marcado el cambio más importante.
¿Las empresas tratan su proceso logístico del mismo modo que años atrás? ¿Ha cambiado mucho la mentalidad al respecto?
Si pensamos en años atrás, la situación era la siguiente:
- Las tasas de inflación eran muy altas, y lo importante era tener stock y comprar grandes partidas.
- Las empresas contaban con bajos costes laborales y con infraestructuras que obligaban a tener almacenes repartidos por toda España.
- La falta de sistemas de gestión propiciaba una falta de visibilidad de stocks, pedidos, costes, etc.
- La demanda estaba muy atomizada y había muchas referencias que se mantenían comercialmente un gran periodo de tiempo.
Esto ha cambiado muchísimo y el entorno actual es totalmente distinto. Además, hasta no hace mucho tiempo, la logística se restringía al almacén y el almacén como tal era uno de los lugares más olvidados de la empresa.
Hoy en día la logística se ha convertido en un eje integrador de los diferentes procesos de negocio de la empresa y habla de ‘tú a tú’ con el departamento de Marketing, el Comercial, el de Producción, el de Sistemas, el de Finanzas, etc.
La tecnología aplicada a la logística ha evolucionado. ¿Hacia dónde cree que van las mejoras tecnológicas en el sector?
Si hablamos de tecnología en términos de equipamiento, hoy en día la tecnología tiende a dar soporte a la rapidez de procesos y con ello, a tratar con gran fluidez pequeñas unidades de carga (cajas en vez de palés) y a facilitar sistemas de cross-docking. Todo ello contemplando cada vez más un respeto con el entorno, es decir, recuperando energía en todos sus procesos y reduciendo potencias instaladas.
Si hablamos de tecnología en términos de sistemas, la tendencia es tener un conocimiento en real de la situación, conocimiento que no sólo pueda verse a través de una pantalla de ordenador, sino que pueda verse, consultarse e interactuar a través de cualquier equipo informático con el que se cuente, ya sea una tablet, un smartphone, un televisor, etc.
En los últimos años se ha incrementado la externalización de la logística y la preparación de pedidos entre las empresas españolas. ¿Cree que esta tendencia seguirá al alza?
Sí, aunque con un crecimiento más suave que el que se ha producido hasta el año 2008. En cualquier caso, creo que a los operadores en España les queda todavía un importante camino por recorrer en términos de dar más servicios de gestión (stocks, por ejemplo) o automatizar más sus procesos, aunque en este último punto hay que reconocer que los contratos que quieren sus clientes muchas veces les imposibilitan.
El mercado español fue la primera incursión fuera de Alemania de la empresa, ¿por qué se eligió España?
Hablamos de 1982, año de ‘Naranjito’ y de un país que el resto de Europa veía con grandes perspectivas de crecimiento que se cumplieron. Además, una importante cantidad de compañías alemanas estaban instaladas en nuestro país y la tecnología y conocimiento alemán siempre han sido muy apreciados aquí. Por otro lado, todos nuestros compañeros conocían España como turistas, por lo que creo que la elección era clara.
En general, ¿en que posición se encuentra la logística en España respecto a otros países?
Creo que estamos en un nivel muy alto, aunque hay diferencias motivadas por las circunstancias de cada uno de los países.
Si nos referimos a la aplicación de conceptos logísticos como cross-docking, flujo tenso, entregas nocturnas en tiendas, colaboración, comunicaciones EDI, etc. creo que estamos a un nivel muy alto.
Si nos referimos a automatización de procesos en los almacenes también, aunque en este punto el volumen de nuestras empresas es inferior a algunas empresas de Reino Unido o Alemania, por ejemplo, donde hay grandes desarrollos logísticos. No obstante, aquellas compañías españolas de gran volumen, como Mercadona o Inditex en sus sectores respectivos, dan muestra de nuestro potencial.
Quizás en temas de gestión de la cadena de suministros con apoyo de sistemas para la planificación de la demanda y aprovisionamiento, o de gestión de rutas de aprovisionamiento y/o distribución es donde menos estamos implantados, aunque en el resto de Europa tampoco están tienen una plena implantación.
La carencia más importante sigue siendo el tren y la intermodalidad entre el barco, el tren y el camión. España es un país eminentemente marítimo, hay un flujo muy importante con contenedores, pero todavía queda un importante camino por recorrer y un importante flujo que captar hacia Europa con un sistema intermodal.
Desde su fundación en 1982, Miebach España ha trabajado para más de 300 clientes de varios sectores industriales. En general, ¿hay sectores más proclives a mejorar su logística?
El automóvil y la gran distribución son los sectores que tradicionalmente han marcado el ritmo, antiguamente más el primero, en el que se crearon algunos conceptos que hoy vemos tan normales, como las comunicaciones vía EDI (Odette), el cross-docking (‘just in time’), etc.
En los últimos 10 años, la moda en España también ha sido un importante revulsivo. La gran proliferación de puntos de entrega nacionales e internacionales, el aprovisionamiento lejano, el crecimiento de referencias, el incremento de campañas y el suministro casi diario a tiendas y con entregas fuera del horario comercial, son algunos de los aspectos que hacen que la cadena de suministros de este sector sea altamente compleja.
¿Hay empresas que valoran la logística como un gasto y no una inversión en competitividad?
Quién no haya cambiado esa idea desde mediados del 2007 seguramente ya no está en el mercado. La logística normalmente no supone un alto porcentaje de los costes de la empresa, contrariamente a la percepción que muchas veces tiene el cliente final de la empresa. Por ello, invertir en logística es invertir en competitividad y en servicio.
Con la crisis, ¿las empresas han dejado de lado la mejora en su cadena de suministro?, ¿qué fenómenos han notado desde que se vive esta situación?
No vemos que las cadenas de suministros se hayan dejado de lado, lo que ocurre es que ante una situación de crisis las empresas suelen seguir el camino de reducción de costes y de invertir en procesos con un muy rápido retorno. El problema es que la logística en tiempo de crisis es más compleja: los pedidos son más pequeños y más frecuentes, las devoluciones de los clientes aumentan (no por calidad de servicio) y se incrementan las promociones y las referencias para incentivar el consumo. Todo ello sirve para mantener la facturación, que no el margen, pero ocasiona un incremento de los costes logísticos.
¿Qué requisitos mínimos debe cumplir un almacén para incluir un proyecto de Miebach?
Nuestros clientes cuentan con nosotros para diseñar e implantar soluciones que optimicen sus procesos logísticos actuales y/o les den soporte para acometer su plan estratégico, todo ello con retornos de inversión atractivos. Normalmente hablamos de empresas complejas a nivel de flujos, de referencias, de pedidos, de calidad de servicio, etc. No obstante, nuestros servicios no se quedan en el almacén como tal, sino que se extienden a toda la cadena, desde plantear nuevos modelos de red de aprovisionamiento, integrar estructuras logísticas tras la fusión de dos compañías, etc.
Mirando hacia adelante, ¿cómo ve a Miebach España dentro de 30 años?
Me gustaría verla como hoy, siendo un referente en la ingeniería y consultoría de la cadena de suministros tanto por su profesionalidad como por su creatividad, y contando con la confianza de clientes que, de forma continuada, se apoyan en nosotros cuando precisan asesoramiento y que, al final, son nuestra mejor presentación comercial.