Actualización del informe ‘Changing the World Toy by Toy’
Los meses posteriores a la publicación de la primera versión del informe ‘Changing the World Toy by Toy’ han sido, sin duda, meses marcados por la resaca de la pandemia en los que el sector ha tenido que hacer acopio de una remarcable resistencia y creatividad para mantenerse a flote en todos los frentes. En este clima de caos e incerteza, no hubiese sido extraño que la sostenibilidad perdiese el impulso que exhibía en el momento de elaboración del informe. No obstante, no solo no ha perdido impulso, sino que se ha consolidado y, en mi opinión, ha dejado de ser una tendencia para ser considerada por los líderes del sector un elemento clave para la competitividad de las empresas jugueteras.
2022 ha sido un año de contrastes en lo que a sostenibilidad y juguetes se refiere. A continuación, un pequeño resumen de lo más reseñable desde la publicación de ‘Changing the World Toy by Toy’ en agosto de 2021:
Eventos sectoriales; visibilidad heterogénea
2022 comenzó fuerte, con Spielwarenmesse seleccionando la sostenibilidad como la megatendencia del año y mostrándola audazmente con un programa de oradores destacados. Sin embargo, esta misma temática brilló por su ausencia en muchos otros eventos de la industria a lo largo del año. Claramente, diferentes organizaciones viajan a diferentes velocidades en la relevancia que confieren a la sostenibilidad para el sector del juguete.
Falta de estrategia a largo plazo
Durante este año, más y más empresas del sector han ido anunciando audaces objetivos de sostenibilidad. Sin embargo, siguen siendo mayoría las organizaciones que carecen de una estrategia integral de sostenibilidad a largo plazo, lo que limita su impacto social y medioambiental, así como su propio nivel de competitividad. En 2021, según mi investigación, solo el 13% de las empresas jugueteras contaba con una estrategia de sostenibilidad sólida. Este 2022 percibo una ligera mejoría que, si bien no es óptima ni suficiente, merece ser celebrada, porque ha sido una mejoría que ha tenido lugar en un momento muy adverso en el que las empresas están enfrentándose a muchos e importantes retos simultáneamente.
‘Greenwashing’
La industria del juguete no es ajena a la exageración o inexactitud en la comunicación de su huella medioambiental. Esta exageración, o ‘greenwashing’, a menudo no es intencional, sino fruto de la necesidad de marketing de transmitir una idea compleja en un mensaje breve y memorable. No obstante, esto no evita que constituya un engaño al consumidor. Un estudio internacional multisectorial de la Comisión Europea concluyó que 4 de cada 10 declaraciones de impacto medioambiental eran engañosas. Hasta el momento, no existe una regulación específica para este tipo de declaraciones, que se rigen por las normas de publicidad, competencia y protección al consumidor vigentes en cada territorio.
Mejor packaging
En 2022, el mayor progreso se registró en dos áreas: packaging y materiales. En lo que se refiere al packaging, vimos mucha optimización del tamaño de las cajas, minimización en el uso de plástico y componentes no imprescindibles, y papel y cartón procedentes de silvicultura sostenible. Hay que señalar que muchas empresas han aprovechado para repensar totalmente su embalaje y mejorar tanto su huella ecológica como la calidad y la efectividad comunicativa de su packaging; un ejemplo más de cómo la sostenibilidad impulsa la competitividad de las empresas.
Bioplástico y plástico reciclado
Los materiales sostenibles fueron, sin duda, el tema candente del 2022 para las empresas jugueteras, especialmente los plásticos reciclados y bioplásticos. Poco a poco comprendemos que hacerse con estos materiales no es tan fácil como encontrar un nuevo proveedor; se trata de transformar toda la cadena de suministro para garantizar el suministro y la trazabilidad. Los plásticos biobasados son aún escasos y caros, pero minimizan el riesgo de contaminación que implican los polímeros reciclados. ¿Terminarán siendo la opción preferida del sector? ¿O las mejoras en la tecnología de reciclaje permitirán el uso seguro de plásticos reciclados para juguetes? Me temo que 2022 no proporcionó una respuesta a esta pregunta. Los plásticos reciclados y biobasados siguen evolucionando y todavía están a años luz de ser la norma. Aun así, varias marcas están liderando el camino y los juguetes hechos con estos materiales ya no son una rareza en las tiendas.
Evaluación de impacto ambiental
El ICTI Ethical Toy Program, referente de la industria del juguete en el ámbito de la gestión de la cadena de suministro, ha lanzado este año un servicio de evaluación medioambiental, ampliando su campo de actuación desde el ámbito laboral hasta el de la huella ecológica. Por otro lado, cada vez más empresas de juguetes han recibido solicitudes de sus distribuidores y licenciantes solicitando datos acerca de su desempeño medioambiental. Es el momento de comenzar a recopilar tus datos y prepárate con anticipación para salir bien en la foto. ¿Cómo? Diseñando una estrategia de sostenibilidad que incluya la medición de la situación actual, un plan de mejora y objetivos alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Asociaciones sectoriales
Algunas asociaciones sectoriales muestran un compromiso sobresaliente para ayudar a sus miembros a navegar su impacto social y medioambiental. Una de ellas es AEFJ, que a lo largo de 2022 celebró el primer Eco Toy Day, organizó una formación integral en sostenibilidad para sus socios y apoyó la creación de Juguetes Sostenibles - Red de Aprendizaje y Colaboración (JS RAC), una red de marcas de juguetes de habla hispana dispuestas a avanzar en la sostenibilidad del sector a través de la colaboración. En otro ámbito de trabajo, Toy Industries of Europe revisó los criterios de los premios Play for Change para asegurarse de que consideran adecuadamente el impacto social y medioambiental de los juguetes que optan a esta distinción.
Responsabilidad Ampliada del Productor
Los esquemas de Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) siguen el principio de “quien contamina paga” y responsabilizan a las marcas por el coste del tratamiento al final de la vida útil de los productos que comercializan. En la práctica, significa que las empresas de juguetes pagan una tarifa para financiar la recolección, clasificación y reciclaje de los productos que venden. Los sistemas de RAP que gravan el packaging proliferan en todos los territorios y comenzamos a ver esquemas que afectan no solo al packaging, sino también al juguete en sí mismo, como en Francia. Los esquemas más avanzados promueven el diseño circular mediante la modulación de tarifas en función del desempeño medioambiental de envases y/o productos. Se acepta ampliamente que los sistemas de RAP son el camino a seguir para financiar y acelerar la economía circular, por lo que serán cada vez más numerosos. En consecuencia, toca monitorizar su implantación en los distintos territorios y mejorar el diseño de los juguetes para reducir su huella ecológica. Cuanto menor sea el impacto de tus productos, menor será el coste que el esquema de RAP te repercuta y más atractivo tendrás para tus consumidores y distribuidores. Por no mencionar que el Planeta y las Generaciones Futuras te lo agradecerán.
Acuerdo internacional jurídicamente vinculante sobre la contaminación por plásticos
Lo escucho una y otra vez. Muchos fabricantes de juguetes están dispuestos a invertir en el desarrollo de juguetes más sostenibles. Sin embargo, la falta de estandarización y de consenso sobre las metodologías de evaluación ambiental ralentizan su progreso, ya que en este contexto la definición de juguete sostenible resulta confusa. Un marco sólido para evaluar los materiales y el diseño ayudaría a las empresas de juguetes a tomar decisiones a largo plazo y a invertir. La buena noticia es que se está avanzando en la dirección correcta. A finales de 2022 el Comité de Negociación Intergubernamental de la ONU iniciaba las negociaciones para un acuerdo internacional legalmente vinculante sobre la contaminación por plásticos. Este acuerdo debería proporcionar, entre muchos otros, definiciones precisas de conceptos como ‘ciclo de vida’, ‘plásticos problemáticos’... un marco de evaluación de riesgos para plásticos y microplásticos y orientación sobre el etiquetado para mejorar la trazabilidad. El objetivo es finalizar la negociación para finales de 2024, por lo que tendremos que estar atentos y ver cómo afectarán las opciones de material y diseño.
Aprendizaje colectivo
Por último, pero no menos importante, como reflejo de la creciente conciencia sobre la sostenibilidad entre las empresas de juguetes, en 2022 se lanzaron (o ganaron impulso) tres emocionantes iniciativas de networking y aprendizaje colectivo: Women in Toys’ Sustainability Learning Community, Porducts of Change y Juguetes Sostenibles - Red de Aprendizaje y Colaboración. Os animo a involucraros para aprender y conectar con marcas de juguetes y profesionales decididos a liderar la transición hacia una industria juguetera sostenible y competitiva.