Las claves del sector del juguete en 2019
El mercado del juguete es cada vez menos previsible y su evolución viene marcada por los cambios en los hábitos de compra del consumidor y el crecimiento del comercio digital.
A continuación detallamos factores clave a tener en cuenta este año para la gestión de nuestros negocios de juguetes y juegos.
- Un cliente racional e informado
El sector se encuentra ante un consumidor que cambia sus preferencias constante y rápidamente, aunque su exigencia y nivel de información vienen mostrándose desde hace ya un tiempo. Sumado a un presupuesto ajustado, provoca que sea más racional y compre lo realmente necesario, teniendo muy en cuenta la relación calidad-precio y el servicio.
- El juguete ya no es el único protagonista
El cambio en los hábitos del consumidor y sus intereses está haciendo que coja más peso una tendencia en el mercado juguetero: el juguete ya no es el único protagonista a la hora de hacerle un regalo al niño o niña. Cada vez se está destinando un presupuesto más alto a regalar otras opciones vinculadas al ocio, la tecnología o los deportes. De esta manera, aunque se sigan comprando juegos y juguetes para complacer el deseo de los niños, se opta por adquirir menos cantidad y de un importe más económico.
- La competencia en Internet y la omnicanalidad
Los precios que ofrecen las grandes plataformas de comercio online, la flexibilidad en los envíos y la posibilidad de realizar búsquedas más completas harán que el usuario siga pensando en el mundo digital como canal de compra. Ante este fenómeno, el sector debe aceptar que en la omnicanalidad está una de las claves de su supervivencia. El consumidor busca trato personalizado y asesoramiento, pero también comodidad y rapidez en sus compras.
- Retos para 2019
El reto de la industria es la innovación constante, proponiendo una oferta atractiva y relevante para que el consumidor desee comprar un producto. Además, los fabricantes deben desarrollar artículos con la máxima calidad, seguros y con una buena relación calidad-precio. Todo ello, acompañado de un diseño diferenciado y un valor añadido. Es primordial conocer las demandas del cliente para satisfacer sus necesidades, adaptando y actualizando el catálogo de productos constantemente. Por su parte, el establecimiento debe ser mucho más que un punto de venta, ofreciendo experiencias de compra únicas.