La respuesta del consumidor de juguetes ante la fusión del offline y el online
La línea que separa el offline y el online está cada vez más difuminada, en cuanto a los hábitos de juego de los niños y los hábitos de compra del consumidor.
Mark Sievers, de la empresa KPMG, señala que la delgada línea que actualmente separa el offline del online está cada vez más difuminada cuando hablamos tanto de los hábitos de juego de los niños y niñas, como de los hábitos de compra de unos consumidores que responden a esta tendencia de maneras diferentes. Ante esta nueva situación en la que se encuentran el juguete y el juego, y a partir del Barómetro de Consumo realizado por KPMG en el mercado alemán, Sievers apunta los que considera algunos de los aspectos relevantes que se deberían tener en cuenta en este sentido:
Tecnología en el cuarto de juegos
Los robots, las muñecas parlantes o incluso los juegos con aplicaciones integradas, son juguetes que cada vez se venden más. Según el Barómetro de Consumo elaborado por KPMG, en la que entrevistaron más de 500 consumidores y empresas especializadas, cerca de la mitad de los alemanes asegura haber comprado alguna vez un juguete tecnológico o juguetes con aplicaciones tecnológicas. Aun así, el estudio refleja que todavía existe cierto escepticismo a la hora de introducir la tecnología en el juego de los más pequeños.
Garantizar la protección de datos y la seguridad
Los fabricantes de juguetes opinan que las tendencias tecnológicas todavía juegan un papel secundario en el sector, aunque reconocen que son tendencias al alza. La prioridad de los fabricantes no es solo ofrecer productos de calidad, sino que también buscan ofrecer productos que ayuden al desarrollo de los más pequeños. Además, la seguridad es ahora también un aspecto a tener en cuenta, y más aun sabiendo que el 78% de los encuestados en el Barómetro de KPMG espera que la protección de datos y la seguridad estén garantizados en esta categoría de juguetes.
La tecnología debe ofrecer valor añadido
Solo 1 de cada 6 participantes en la encuesta de KPMG rechaza al 100% los juguetes tecnológicos y 4 de cada 10 consideran importante que los pequeños se introduzcan a las nuevas tecnologías en edades tempranas, aunque remarcan que los juguetes tecnológicos deben aportar algún tipo de valor añadido. El estudio también refleja que la cualidad del producto está por encima del precio en cuanto a prioridades, y el 31% de los encuestados pagaría más por un juguete tecnológico antes que hacerlo por alguno sin tecnología.
Combinar el e-commerce con la tienda física
Según el estudio, el consumidor quiere lo mejor del offline y el online a la hora de comprar juguetes. En cuanto a los canales de compra, el Barómetro de KPMG muestra que dos tercios de los alemanes compran al menos un juguete cada 6 meses en comercios electrónicos que venden otros productos, mientras que los e-commerce especializados van perdiendo peso. Las tiendas físicas se mantienen a media tabla en cuanto a las preferencias del consumidor.
Estos aspectos suponen un gran reto, ya no solo para los retailers alemanes, sino para los retailers en todo el mundo, que tienen que mantener la plataforma tradicional de venta de juguetes, al mismo tiempo que deben anticiparse a las expectativas del consumidor actual. En este sentido, Mark Sievers resalta la importancia que las empresas se alineen con los negocios para buscar el valor añadido que quieren ofrecer. Así, los modelos de negocio omnicanal parecen ser el futuro del retail, ya que permiten conectar todos los procesos y los sistemas del negocio gracias a las nuevas tecnologías. El objetivo debe ser ofrecer productos a medida del consumidor y experiencias personalizadas cuándo y dónde él quiera. Todo esto implica que los detallistas deben conocer en todo momento las necesidades y demandas del consumidor, para ganarse su fidelidad y reforzar el engagement con el cliente.