¿Cuál es el papel del cine en la educación de los más pequeños?
Los contenidos audiovisuales que consumen los más pequeños son herramientas imprescindibles en su desarrollo y en el progreso de habilidades sociales.
En la etapa infantil, es importante que las películas y contenidos audiovisuales que les proporcionamos a los más pequeños tengan, además de un componente de entretenimiento, un sentido lúdico y educativo que despierte su curiosidad y “acreciente sus deseos de aprender y de investigar”, según señala Enrique-Martínez Salanova, director de la revista Aularia, profesor, pedagogo y tecnólogo de la comunicación.
En este sentido, “desde que el niño nace, ya en la familia, es conveniente que esté cerca del cine, ya sea en la tele o asistiendo a salas cinematográficas con sus padres. Se aprende de la imagen, que llena hoy el mundo de las pantallas. Se aprenden mensajes, se aprende a ser crítico con esos mensajes y se aprende a producir mensajes por medios diferentes al de la conversación oral”, señala el experto.
Aprender a través de mensajes cinematográficos
En cuanto a las características o condiciones que deberían reunir las películas destinadas al público infantil para actuar en beneficio de los niños y niñas, Martínez-Salanova señala que “los más pequeños encajan mejor los dibujos animados. Día a día se encuentran mejores cortometrajes y largometrajes, en todos los estilos y con infinidad de mensajes diferentes. Hay que buscar películas que posean los ingredientes necesarios en dinamismo, color, música, cambio de acción y estímulos suficientes para atraer también a los más pequeños”.
Asimismo, el experto aclara que “la imagen en movimiento, sus mensajes, sus ideas técnicas y sus contenidos son elementos de indiscutible valor y de indispensable estudio para los niños tanto en las aulas como en las familias”. “El cine es una de las estrategias interdisciplinares por excelencia, vía para lograr transversalidad y, al mismo tiempo, base y fundamento de análisis y estudio de cualquiera de las áreas de un programa de trabajo. El cine refleja la totalidad, pues su fundamento es contar dramas humanos con tecnologías y lenguajes diversos a los tradicionales. El cine complementa conocimientos, integra ideas y lenguajes”, añade.
Además, debido a su papel como herramienta educativa, el cine destinado al público infantil debería actuar con compromiso social, procurando que todo mensaje que sale de las pantallas llegue al pensamiento de los más pequeños en forma de aprendizaje. En esta línea, Enrique Martínez-Salanova sostiene que “cada día hay más cine que promueve la igualdad en todos los aspectos y cada día también la sociedad es más crítica con el cine que no promueve valores, y los cineastas son muy conscientes de su responsabilidad en este aspecto”. Con todo ello, concluye: “hay que saber encontrar las películas y ponerlas a disposición de niños y adolescentes, y, sobre todo, que no falte el debate, el análisis y el estudio e investigación sobre los temas que se presentan en las películas”.