3 diseños de packaging para potenciar un juguete
Esta parte cuya función era tradicionalmente salvaguardar el juguete ha cogido una dimensión más importante y estratégica, hasta el punto en que es tan importante el producto como la forma en cómo se presenta.
El embalaje del juguete -packaging- se encuentra en sus momentos más álgidos, pues su poder de influir en la decisión de compra es más fuerte que nunca. En la actualidad, esta parte superficial cuya función se resumía en salvaguardar el juguete que esconde dentro, ha cogido una dimensión mucho más importante y estratégica -la cual se refleja en fenómenos como el unboxing- hasta el punto en que es tan importante el producto como la forma en cómo está presentado.
Por este motivo, muchos fabricantes han optado por apostar por un diseño de packaging meditado y con el objetivo de potenciar el propio producto, hacerlo más atractivo y persuadir a los niños. María Costa, directora del departamento de consumidor infantil y ocio de AIJU y miembro del Trend Comittee de Spielwarenmesse, explica en la misma página web de la feria profesional juguetera cuáles serán las tendencias en el ámbito del packaging.
- Embalaje juguetón: En conclusión, la clave es pensar en el embajale como parte de la experiencia de juego. Un ejemplo de ello es un packaging diseñado que anime a jugar, a ser pintado, etc. Por otro lado, destaca que otra de las ventajas de este tipo de packaging es su función de mantener los juguetes mejor organizados en casa, ya que no se trata de un envoltorio que se tire, sino que está pensado como parte del juguete. Asimismo, esto significará que se reduzcan los residuos, lo cual beneficiará el medioambiente.
- Contenido inesperado: La tendencia hacia los embalajes ciegos -‘blind packaging’- está al orden del día. Su clave: el factor sorpresa y la ilusión, dos factores que atraen y ‘enganchan’ a los más pequeños, creando un universo de diversión.
- Minimalismo: Por último, la experta destaca el minimalismo como otra de las tendencias dominantes, fuertemente influenciada por compañías tecnológicas como Apple. “Generalmente se traduce en diseños simples pero con clase. En la mayoría de los casos, no hay información escrita, sino una imagen de alta calidad del producto, generalmente sobre un fondo blanco”, añade. Su función es clara: resaltar el producto que hay dentro y hacerlo de forma muy cuidada y atractiva.