Tendencias sostenibles y tecnológicas marcan el paisajismo en 2025
El paisajismo en España vive un momento de transformación profunda, marcado por el auge de la sostenibilidad, la integración de tecnologías inteligentes y la búsqueda de espacios verdes resilientes al cambio climático.
En 2025, el paisajismo en España se encuentra en el cruce de varios caminos: la crisis climática, el auge de la tecnología inteligente y una creciente conciencia social hacia la sostenibilidad. Los paisajistas, arquitectos y jardineros trabajan cada vez más para crear espacios verdes que no solo embellecen el entorno, sino que también cumplen funciones ecológicas vitales. Jardines verticales, espacios verdes inteligentes o entornos multifuncionales se erigen como las principales tendencias que configurarán el paisajismo en 2025.
Sostenibilidad en el centro de todo
La sostenibilidad ha dejado de ser una opción y se ha convertido en un requisito indispensable. Los diseñadores de paisajes están adoptando prácticas ecológicas que priorizan el uso eficiente de recursos como el agua y la energía.
Una de estas prácticas es la xerojardinería. Se trata de una técnica que ya había ganado popularidad en años anteriores, y que se consolida como una de las opciones favoritas en zonas cálidas y secas como Andalucía y Levante. Utiliza plantas autóctonas y resistentes a la sequía, combinadas con diseños que reducen la necesidad de riego.
Por otro lado, cada vez más proyectos incorporan materiales reciclados o reutilizados, desde pavimentos hechos de plástico reciclado hasta estructuras de jardín fabricadas con madera recuperada.
Siguiendo esta tendencia es cada vez más frecuente que los diseñadores busquen fomentar la biodiversidad mediante la inclusión de plantas que atraen polinizadores como abejas y mariposas, así como la creación de pequeños hábitats para aves y otros animales.
Jardines verticales y azoteas verdes
En las ciudades españolas, donde el espacio es limitado, los jardines verticales y las azoteas verdes se han convertido en una solución innovadora y muy demandada. Este tipo de estructuras no solo embellecen los edificios, sino que también mejoran la calidad del aire, reducen las temperaturas y ayudan a gestionar el agua de lluvia.
Para 2025 se presume que este tipo de jardines esté cada vez más presente en edificios públicos y comerciales de las principales urbes de España. Estas instalaciones suelen estar equipadas con sistemas de riego automático y paneles solares para garantizar su autosuficiencia.
Tecnología al servicio del paisajismo
La revolución tecnológica también está dejando su huella en el paisajismo. Las herramientas digitales y los dispositivos inteligentes permiten una gestión más eficiente de los espacios verdes.
Una de estas innovaciones son los sistemas de riego inteligentes. Equipados con sensores de humedad y conectividad IoT, estos sistemas ajustan el riego en tiempo real según las necesidades de las plantas y las condiciones climáticas. En regiones donde la sequía es una preocupación constante, estas soluciones son esenciales.
Otra tecnología en alza es el uso de drones para mapear terrenos, evaluar la salud de las plantas y detectar problemas como plagas o falta de nutrientes.
Además, el surgimiento de la inteligencia artificial ayuda a los diseñadores a crear proyectos únicos y eficientes, simulando cómo evolucionará el paisaje con el tiempo y optimizando la selección de plantas y materiales.
Resiliencia frente al cambio climático
El cambio climático plantea retos significativos para el paisajismo en España, especialmente en regiones propensas a sequías e inundaciones. Los diseños actuales buscan crear espacios resilientes que puedan adaptarse a condiciones climáticas extremas.
En este sentido, los jardines de lluvia y las franjas verdes son cada vez más comunes. Estas estructuras permiten absorber y filtrar el agua de lluvia, reduciendo el riesgo de inundaciones y mejorando la calidad del agua.
Asimismo, los paisajistas están optando por elegir especies capaces de soportar temperaturas extremas, como las gramíneas ornamentales y los arbustos mediterráneos.
Espacios verdes como refugios de bienestar
El impacto de la pandemia ha consolidado la percepción de los espacios verdes como refugios esenciales para el bienestar físico y mental. Según los expertos, en 2025, se priorizará la creación de espacios que promuevan la conexión con la naturaleza y el esparcimiento. Un ejemplo de ello son los parques terapéuticos, diseñados para promover la relajación y la meditación. Estos parques incluyen caminos sensoriales, jardines de aromas y fuentes de agua tranquilizadoras.
Otros ejemplos son los huertos urbanos, considerados una herramienta para fomentar la cohesión social y la educación ambiental, y los espacios multifuncionales, que integran áreas para el deporte, la cultura y la interacción social, ofreciendo algo para todas las edades y preferencias.