Algo más que el verde del jardín
Más horas de luz, sol y buen tiempo. Si las condiciones meteorológicas lo permiten, la primavera es la estación ideal para empezar a disfrutar de los espacios exteriores de nuestros hogares. Los jardines se vuelven un refugio, un lugar destinado para el relax y los momentos de ocio, donde cada detalle contribuye a crear una atmósfera acogedora.
También la primavera suele convertirse en el momento de mirar con más detenimiento un espacio que durante el invierno ha podido estar más desocupado. Una decoración nueva y una intensificación del cuidado de las plantas harán que, con esta estación, el jardín vuelva a erigirse como uno de los principales espacios de la casa.
Por su versatilidad y funcionalidad, los objetos de cobre se han convertido en imprescindibles en los espacios ajardinados de los hogares. Así lo afirma el Instituto Europeo del Cobre, organización surgid de la asociación entre las principalesa compañías mineras del mundo, las empresas fundidoras y semitransformadoras –representadas por la International Copper Association– y la industria europea del cobre, que desmenuza las múltiples utilidades atribuibles a este material en este espacio de la casa.
Estética vintage
El cobre es un material duradero y altamente resistente a la corrosión, con lo cual potencia la vida útil de los objetos creados con este metal rojo. Con el paso del tiempo, los elementos realizados en cobre desarrollan un proceso de oxidación natural por el que van cambiando de aspecto desde su color rojizo original hacia tonos marrón, hasta llegar al color verde de la pátina que se forma sobre su superficie y que mejora su resistencia natural a la corrosión. De esta manera, se consigue ese aspecto envejecido, que contribuye a crear una atmósfera vintage en los jardines.
Cuidando hasta el más mínimo detalle
Detalle a detalle es como se va creando poco a poco un hogar acogedor que refleje la personalidad de las personas que lo habitan. Una veleta de cobre, que puede encontrarse coronando el tejado de una casa o sobre un soporte en el jardín, no sólo tiene una utilidad práctica para detectar el movimiento del viento, sino que añade un toque personal y distintivo al hogar. Dada su ubicación en el exterior de la casa, la resistencia del cobre frente a las condiciones climatológicas adversas es una de las principales ventajas para el uso de este material.
Plantas saludables
Las herramientas de jardinería elaboradas con cobre pueden mejorar la calidad del suelo de las plantas y flores. Al remover la tierra con ellas, se desprenden pequeñas partículas de cobre que sirven como enriquecimiento mineral natural, por lo que con este simple gesto se pueden proporcionar nutrientes esenciales a las plantas. Por otro lado, el cobre tiene propiedades antifúngicas y antibacterianas, lo que le convierte en un agente protector contra los parásitos de algunas plantas. Con estas herramientas de cobre, el cuidado de las zonas ajardinadas resulta una tarea más sencilla y entretenida de realizar.
Escudo natural contra invasores
Hay objetos de cobre destinados a las zonas de jardín que combinan a la perfección la funcionalidad con la ornamentación. Existen anillos de cobre que se colocan alrededor de las plantas para impedir el paso de gasterópodos como los caracoles y las babosas, que reaccionan ante la presencia del metal rojo. También se pueden usar láminas de cobre para ayudar a eliminar las larvas de mosquitos y otros insectos que proliferan en el agua que se recoge debajo de las macetas.
Jardín vertical
La capacidad del cobre de hacer frente a la corrosión y a las condiciones climatológicas adversas hace que se potencie el uso de este material en estructuras arquitectónicas destinadas al exterior de las edificaciones. Si a estas propiedades se le añade un diseño atractivo, se puede conseguir lo que se ha logrado en esta residencia privada de Mallorca: un “gavión verde” que sirve como separación entre dos espacios de la zona exterior de la casa y, a la vez, lo convierte en un buen lugar para albergar un jardín vertical.