La formación, el desarrollo de políticas corporativas y las auditorías energéticas, claves para el éxito de las medidas de eficiencia energética en pymes
De este modo, los siete proyectos han llevado a cabo un análisis exhaustivo en pymes de sectores tan diversos como el alimenticio, automoción, bienes y servicios, comercio, construcción, educación, hostelería, manufactura, y químico en Alemania, Chipe, Eslovenia, España, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Polonia, Reino Unido y Rumanía.
El objetivo principal de E2DRIVER es formar a las pymes del sector de la automoción e impulsar programas de desarrollo de capacidades en auditoría energética mediante el establecimiento de una plataforma de aprendizaje innovadora.
Por su parte, ICCEE acelerará la conversión de oportunidades de eficiencia energética en inversiones reales, con un enfoque especial en las cadenas de suministro que involucran a las pymes europeas gracias a herramientas de análisis y programas específicos de desarrollo de capacidades.
INNOVEAS tiene como objetivo diseñar e implementar programas de capacitación de personal y de desarrollo de capacidades para mejorar la política corporativa hacia la eficiencia y la cultura energética y las iniciativas de cadena de suministro sostenible.
En lo que respecta a SMEmPower Efficiency, este proyecto se asegurará de eliminar muchas de las barreras existentes para la implantación de medidas de eficiencia energética mediante la activación de la formación de profesionales de la energía y responsables de la toma de decisiones, expertos en formación de pymes, empresas consultoras, entidades financieras y empresas de servicios energéticos (ESCO), y especialmente asociaciones patronales o profesionales industriales.
SPEEDIER, por su parte, es una solución innovadora de ventanilla única que aplica un enfoque integrado a la gestión energética, proporcionando información, asesoramiento, desarrollo de capacidades, auditoría energética, financiación, implementación de soluciones de eficiencia energética y seguimiento de impactos.
Finalmente, Triple-A tiene como objetivo ayudar a las instituciones financieras y los desarrolladores de proyectos a aumentar su despliegue de capital en eficiencia energética, haciendo que las inversiones sean más transparentes, predecibles y atractivas.
Financiación y talleres de formación, necesarios para la eficiencia energética en pymes
A pesar de esta preferencia, la desconfianza en algunos auditores sugiere la necesidad de la identificación de las empresas obligadas a someterse a auditorías, el efectivo cumplimiento y la calidad de estas, lograr un compromiso entre el esfuerzo de reporte y el seguimiento, aumentar la adopción de medidas y la creación de esquemas de apoyo, así como la sensibilización sobre oportunidades de eficiencia energética.
Ese desconocimiento de las fuentes de financiación y el retorno de esa inversión generada lleva a las pymes a interesarse por talleres de formación que les ayuden a mejorar sus habilidades acerca de la eficiencia energética y su implantación en todos los niveles de la empresa.
Otro de los puntos de vista analizados es el económico y de inversión. En este sentido, los análisis realizados indicaron que los propietarios de edificios tienden a no evaluar el rendimiento energético de sus activos cuando no existe tal requisito legal. Solo una minoría de los edificios tiene un Certificado de Eficiencia Energética (EPC) voluntario, en parte porque no se exige legalmente y, adicionalmente, porque existe una falta de incentivos para los propietarios. Aunque la alta eficiencia energética de un edificio puede influir significativamente en las inversiones de capital a largo plazo, el alto coste, la falta de capital y la falta de vías de financiamiento estandarizadas desalientan a los propietarios de edificios a implementar medidas de eficiencia energética. Sin embargo, algunas modificaciones, como las relacionadas con la envolvente del edificio, ventilación, aire acondicionado y calefacción (HVAC en sus siglas inglesas) y los aparatos de iluminación, pueden aumentar el valor de la propiedad cuando se aplican. Desafortunadamente, como la mayoría de las pymes utilizan sus propios recursos para financiar inversiones en eficiencia energética, priorizan a corto plazo medidas de eficiencia energética de bajo coste como iluminación LED.
Flexibilidad para adaptarse a las necesidades de cada pyme
Como conclusión destacada de las investigaciones, se sugiere que todos aquellos servicios que se centran en aumentar la eficiencia energética en pymes deben ser lo suficientemente flexibles para adaptarse a los requisitos individuales de estas. Por tanto, antes de proceder a la realización de una auditoría energética, es siempre recomendable conocer la realidad y requisitos de la compañía. Un servicio personalizado que se ajuste a las necesidades alentará al personal de la empresa en su compromiso con la eficiencia y a la compañía en la implementación de medidas de eficiencia energética.
El análisis de los resultados de la investigación realizada mostró la importancia de aumentar las oportunidades de formación en eficiencia energética tanto entre líderes empresariales como en empleados, así como la urgente necesidad de transparencia en la información sobre incentivos y opciones de financiación en las regiones donde estas están disponibles.
Las pymes requieren acciones formativas que les ayuden a nombrar un gestor energético, a desarrollar una estrategia de eficiencia, a programar auditorías y a colaborar con un consultor energético para la evaluación y planificación de cualquier tipo de medida de eficiencia energética (no solo aquellas de menor coste y fácil implantación).
Además, el compromiso con las partes interesadas para establecer mejores mecanismos y vías de financiación es fundamental para superar la resistencia de las pymes a la hora de realizar auditorías energéticas e implantar sistemas de gestión y acondicionamiento energéticamente eficientes.
Son todas estas medidas las que sin duda contribuirán al cumplimiento del artículo 8 de la DEE para los Estados miembros europeos y también a la consecución del objetivo colectivo de los Estados miembros de una mejora del 32,5% en la eficiencia energética para 2030 en el marco de la DEE.