Se estima que más del 20% de la energía consumida en la industria proviene del aire comprimido
El aire comprimido en la industria, fuente de energía segura, rápida y sostenible
El aire comprimido es una de las fuentes de energía con mayor importancia y que más se utilizan en múltiples procesos industriales gracias a su seguridad, rapidez y facilidad de uso. Podría definirse como una determinada masa de aire situada a una presión superior a la atmosférica. Su principal objetivo es el de aprovechar la capacidad de compresión que tiene el aire atmosférico por sí mismo y utilizarlo a modo de energía. Los compresores son los equipos encargados de aspirar el aire y comprimirlo hasta que alcance la presión adecuada, ya sea unos gramos/cm2 por encima de la atmósfera o muchos kg/cm2. Algunos estudios afirman que en la actualidad el aire comprimido supone ya más del 20% del consumo energético en las industrias, llegando incluso a ser muy superior en ciertos procesos industriales.
El ahorro de energía es una de las preocupaciones más extendidas entre múltiples industrias, lo que les lleva a desarrollar planes específicos que les ayuden a reducir el consumo de energía, como controlar las emisiones de sus procesos productivos o adaptar en sus instalaciones equipos y materiales eficientes y sostenibles. Es habitual, sin embargo, que no presten la atención adecuada a sus instalaciones de aire comprimido, lo que les lleva a generar un consumo energético elevado y un alto coste de explotación.
Mejorar el consumo energético de los sistemas de aire comprimido es posible siguiendo unas sencillas pautas
Desde Metrafil, empresa especializada en sistemas integrales de aire comprimido desde 1992, remarcan la importancia que tiene para la industria contar con una instalación adecuada a cada compañía según su ámbito de actuación, así como de disponer de equipos homologados que cumplan con la normativa legal correspondiente para lograr un eficiente ahorro energético. Los pasos más significativos a seguir para conseguir ahorrar con los sistemas de aire comprimido son:
- Realizar una auditoría. La mejor manera de optimizar el consumo de una planta industrial es que una empresa especializada lleve a cabo un exhaustivo estudio de la misma, en la que se compruebe el comportamiento de los equipos y su repercusión en el medio ambiente. Para todo el equipo que conforma Metrafil, la máxima que define a la perfección la importancia de una auditoría en estos casos es “If you can not measure it, you can not improve it” (Si no puede medirlo, no puede mejorarlo), de Lord Kelvin (1883).
- Aprovechar la energía disponible. Durante el proceso de compresión se genera calor que pude llegar a utilizarse en posteriores procesos industriales. En el mercado existen equipos especializados en intercambiar el calor para aprovecharlo posteriormente.
- Analizar los equipos instalados. Para conseguir el máximo ahorro y unos resultados óptimos es primordial que la instalación sea la adecuada en cada planta. No todos los procesos requieren de la misma potencia en la maquinaria ni unas prestaciones idénticas. Al disponer de los equipos adecuados se consigue un ahorro significativo de energía.
- Mantener las instalaciones. Si un compresor tiene un fallo, es más probable que no realice su trabajo como es debido y esto desemboque en un mayor consumo de energía y en una considerable pérdida de recursos. Lo más recomendable para evitar que esto ocurra es que una empresa cualificada se encargue de realizar revisiones periódicas y de cambiar los componentes necesarios.
La conclusión que se extrae de estos puntos es que los sistemas de aire comprimido pueden aportar grandes beneficios a la industria y aumentar su ahorro energético siempre que se sigan unas sencillas pautas y se apueste por empresas especializadas para su instalación. Se prevé, además, que el uso de esta fuente de energía adquiera cada vez mayor relevancia en los procesos industriales.