El sector del embalaje, con cerca de 1.500 empresas y más de 73.000 personas empleadas en España, no se puede decir que está aislado de la crisis, desde luego. Su facturación cercana a los 17.463 millones de euros en 2010, se ha visto disminuida un 10% respecto a 2007. Sin embargo, no todos los subsectores están teniendo el mismo comportamiento, ya que los hay como la madera y el papel que se están viendo más afectados, o menos como el cartón.
Otra de las tendencias que podemos ver claramente en este sector es que cada vez más, los clientes están utilizando el packaging o embalaje para diferenciarse del resto de marcas. Cada marca busca su embalaje customizado porque el consumidor final, difícilmente compra un producto porque lo ha probado con anterioridad. Por ello, el elemento más potente para atraer al consumidor es sin duda un embalaje diferente, atractivo, competitivo y diferenciador.
A la hora de diseñar los embalajes, el mercado también está demandando cada vez más que se tenga en cuenta toda la cadena logística para poder reducir los costes al máximo. Y en este sentido desde Tecnicartón estamos apostando fuerte por el modelo pack in house, que permite empaquetar y embalar los productos de nuestros clientes en su propia casa, en su propia empresa. Una distinción a tener muy en cuenta en plena crisis.
La otra punta de lanza esencial en nuestro sector, pero también en cualquier otro es la innovación, en cada fase de la cadena, desde el diseño hasta el punto final, pasando por los materiales y llegando a la internacionalización porque es ese binomio la ecuación perfecta del futuro para una empresa.
Pero sin duda, uno de los datos que más alientan al optimismo y que se conocieron en la pasada feria de Hispack, punto de reunión del sector, es que 6 de cada 10 empresarios del sector creen que este año facturarán igual o más que en 2011, y el 55% ya opera fuera del país.
Por eso, y pese a la actual coyuntura económica, el sector del embalaje debe pensar en el optimismo y reinventarse cada día para cumplir con las exigencias que está imponiendo el consumidor. No es momento de que cunda el desánimo, ni la negatividad, es el momento de invertir, de innovar y de ganar cuota de mercado.
Estamos observando como el consumidor ya no solo mira que un producto de embalaje sea respetuoso con el medio ambiente y que sea fácilmente reciclable, ahora se mira qué huella de carbono produce ese producto desde la primera fase de su fabricación hasta que termine su vida útil. Por tanto estamos hablando de productos que mejoren la sostenibilidad y, en definitiva, de encontrar negocios y productos sostenibles.
No hemos de perder de vista otro de los pilares del futuro de este sector como son las posibilidades vía internet o e-comerce
No hemos de perder de vista otro de los pilares del futuro de este sector como son las posibilidades vía internet o e-comerce. Este campo abre nuevas vías, de mercados, de expansión y de precios, porque las ventas online no han hecho nada más que empezar. Pero, es necesaria una revolución y una bajada de precios en los embalajes para una sola persona, porque si comprar por internet es más costoso que bajar a la tienda del barrio no tendrá éxito, pero si además de cómodo es igual de económico o más, tenemos las puertas abiertas, y un nicho de mercado para todos aquellos negocios online que nuestra empresa ya está empezando a ver.
Por otro lado, hay que darse cuenta que el consumidor exige calidad, pero también variedad con un diseño totalmente adaptado a sus necesidades y para esto hay que tratar al cliente con su embalaje como si de un traje a medida se tratara. Al fin y al cabo, tenemos que ser sus sastres del embalaje.
Con todos estos puntos a tener en cuenta creo que las tendencias del sector están bastante claras y que lejos de pensar que se acaba un ciclo tenemos que ponernos manos a la obre para trabajar en consolidar estas nuevas tendencias que van a estar más patentes cuando la crisis toque a su fin.
Por eso para el embalaje, no es momento de lamentos es momento de trabajar y de reinventar un sector que para muchos puede resultar tradicional, pero que para otros, como yo, está lleno de futuro.
En el actual ciclo histórico de transformación en el umbral de la cuarta revolución industrial, algunas empresas están haciendo un uso intensivo de la tecnología de plataformas