iCAREPLAST ha desarrollado una innovadora tecnología de reciclado que convierte residuos plásticos no reciclables en productos químicos de alto valor
El proyecto iCAREPLAST, reconocido por la Comisión Europea como uno de los más destacados en materia energética
El proyecto iCAREPLAST, liderado por el Instituto de Tecnología Química (ITQ), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat Politècnica de València (UPV), ha sido incluido en el CORDIS Results Pack ‘Descarbonización, eficiencia energética y circularidad para una Unión Europea climáticamente neutra y sostenible’ como uno de los proyectos más relevantes en materia de innovación energética. El proyecto que coordina el ITQ está financiado con fondos europeos y tiene como objetivo mejorar la circularidad de la industria del plástico, mediante el desarrollo de procesos que habilitan el reciclaje de residuos plásticos previamente no reciclables, que son los que acaban en vertederos. De este modo contribuye a la eficiencia global de esta industria, tanto en términos de energía como de materias primas.
Todos los proyectos incluidos en el CORDIS Results Pack han demostrado diferentes estrategias que ayudan a reducir las emisiones de CO2 emitidas en los procesos actuales en industrias de gran consumo de energía, disminuyen la dependencia de los combustibles fósiles y crean nuevas opciones de producción que implican un menor impacto medioambiental. Proyectos como CAPRI, COGNIPLANT o INEVITABLE utilizan la digitalización para mejorar la eficiencia, el rendimiento de la producción, la optimización en la producción y/o el control de calidad industrial. En cambio, otros proyectos como RETROFEED y REVaMP emplearon nuevas tecnologías para optimizar y gestionar de manera más eficiente las materias primas en los sectores metalúrgicos, de cemento y de cerámica.
La Unión Europea apuesta por financiar investigaciones en materia de neutralidad climática con la finalidad de reducir su huella de carbono y disminuir la generación de residuos para conseguir una mayor sostenibilidad en el ámbito industrial y ser más competitivos a nivel mundial. Esto forma parte del compromiso de la UE, que se refleja en el Pacto Verde Europeo, el cual compromete a la Unión Europea a alcanzar la neutralidad climática en 2050 y en la Estrategia Industrial Europea que incide en la importancia de desarrollar un sistema industrial basado en una economía ecológica y digital.
iCAREPLAST
El proyecto iCAREPLAST está coordinado por José Manuel Serra, jefe del grupo de Conversión y Almacenamiento de Energías Renovables y Fósiles del ITQ, y cuenta con la participación de Marcelo E. Domine, científico del mismo centro. La investigación ha desarrollado una innovadora tecnología de reciclado que convierte residuos plásticos no reciclables en productos químicos de alto valor y que permite crear nuevos materiales que pueden ser utilizados en sectores industriales. Esto se traduciría en una solución rentable y eficiente para la recuperación de residuos plásticos que previamente no podían ser reutilizados.
El proyecto, desarrollado por diferentes organismos de investigación, universidades y empresas europeas, quiere dar solución a los problemas de gestión de residuos plásticos en Europa y reducir el impacto ambiental que provocan los restos plásticos que acaban en vertederos, a través de un método más eficiente para el reciclaje químico de estos materiales. Este hito lo consigue mediante una aproximación novedosa, basada en tecnologías alternativas como la combinación de las tecnologías de pirólisis, tratamientos catalíticos y membranas.
La tecnología desarrollada por iCAREPLAST está cada vez más cerca de entrar en la fase comercial, ya que se han hecho pruebas con plásticos reales en las instalaciones de Urbaser. Los resultados han sido positivos y han permitido validar la escalabilidad y viabilidad de las tecnologías desarrolladas por el grupo de investigación.
iCAREPLAST prevé mejorar un 12% el rendimiento a líquidos de pirólisis, reducir en torno al 45% las necesidades energéticas, reducir la producción de residuos en un 95 % y reducir las emisiones de efecto invernadero ente el 58% y el 76%, lo que implicaría llegar a niveles inferiores a cero neto si se tiene en cuenta la sustitución de productos secundarios. En términos económicos, se calcula que el rendimiento económico del proceso de reciclaje aumentaría hasta un 200%.