“La eficiencia energética debe ser una prioridad, y estamos trabajando en consolidar el sector de los certificados de ahorro energético”
Entrevista a Carlos Ballesteros, director general de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Energéticos (Anese)
El próximo 26 de noviembre la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Energéticos (Anese) celebrará el II Congreso de 'Descarbonización y sostenibilidad'. Carlos Ballesteros, director general de la asociación, nos adelanta cómo será esta nueva edición, los principales contenidos que se abordarán y nos ofrece una visión sobre el presente y futuro de la eficiencia energética en España, subrayando el papel crucial que juega la demanda, la competitividad industrial y la internacionalización de las empresas.
“Estamos generando un ecosistema en el que todos los actores estén involucrados, desde empresas tecnológicas, consultoras, hasta centros tecnológicos y fabricantes.”
¿Qué previsión tienen en cuanto al número de asistentes? Dado el creciente interés en la sostenibilidad y la eficiencia energética, ¿esperan una mayor afluencia de asistentes en comparación con la primera edición?
El éxito de un congreso se mide en su segunda edición, ya que es entonces cuando se consolida su relevancia en el sector. A falta de casi dos meses para su celebración, ya tenemos entre un 60% y 70% de la participación confirmada. Esperamos, al menos, repetir el número de congresistas y, si es posible, ampliarlo. Las expectativas son muy alentadoras, hay un gran interés y hemos trabajado para elevar el nivel de las ponencias y los participantes, que ya fue alto en la primera edición. Estamos deseando que llegue el momento para demostrar todo lo que el sector tiene que ofrecer.
El II Congreso de 'Descarbonización y sostenibilidad' se celebra en un contexto de urgencia por acelerar la transición energética. ¿Cuáles serán las temáticas clave que abordarán en este encuentro, tanto relacionadas con las tecnologías como con las normativas?
Este año, aunque mantenemos algunas de las temáticas del congreso anterior, hemos introducido novedades relevantes. Los dos grandes ejes seguirán siendo la descarbonización y la sostenibilidad. En este sentido, abordaremos temas transversales como la eficiencia energética, que es fundamental para el sector. También dedicaremos un espacio a los Certificados de Ahorro Energéticos (CAE), un mecanismo que, tras años de trabajo, parece estar dinamizando el mercado.
Por supuesto, la descarbonización será uno de los temas centrales, analizando los vectores, estrategias y tecnologías clave para lograrla. Este año, además, hemos incluido la digitalización como una palanca fundamental. La digitalización es clave no solo para medir y verificar los avances, sino también para optimizar todos los procesos del sector. Está claro que este vector será cada vez más relevante en el futuro de la energía.
Otro tema crucial es la rehabilitación de edificios, un sector fundamental para la descarbonización. Trataremos la nueva directiva europea que afecta a este ámbito, así como el impacto del nuevo mercado de certificados de eficiencia energética, que esperamos impulse aún más el concepto de rehabilitación energética.
También tendremos una perspectiva internacional, con la participación de expertos de la Agencia Internacional de la Energía, la Dirección General de Energía de la Comisión Europea y el Departamento de Energía de Estados Unidos, entre otros. Analizaremos qué se está haciendo en América Latina y otros países en términos de sostenibilidad y eficiencia energética. Será una oportunidad para aprender de las políticas más avanzadas y evaluar cómo podemos aplicar esas estrategias en nuestro contexto europeo y español.
Y ya que hablamos de normativas, ¿cuál es la valoración de Anese sobre el reciente PNIEC aprobado el 24 de septiembre? ¿Servirá para cumplir los objetivos planteados en cuanto a descarbonización?
Desde Anese recibimos el nuevo PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima) con buenos ojos, ya que cualquier medida que suponga elevar el nivel de ambición es positiva. Sin embargo, en comparación con el borrador de 2023, hemos notado una cierta reducción en las metas, tanto en lo que respecta a la energía final como a la primaria. Por ejemplo, mientras el borrador de 2023 establecía un objetivo de reducción del 42% en energía primaria, finalmente nos quedamos en un 39,5%. En cuanto a la energía final, el compromiso ha pasado del 44% al 43%, lo cual, aunque sea un pequeño ajuste, supone un retroceso.
Dicho esto, entendemos que los objetivos actuales están alineados con la Directiva Europea de Eficiencia Energética y que se ha optado por un enfoque pragmático, evitando una postura excesivamente ambiciosa. En cualquier caso, creemos que es esencial que sigamos trabajando para reducir nuestra dependencia energética y que las nuevas medidas -como los mecanismos de apoyo a los grandes consumidores o la verificación de consumos- nos ayudarán a avanzar en este camino.
Hubiera sido deseable mantener el nivel de ambición propuesto inicialmente.
¿Qué papel pueden jugar las empresas de servicios energéticos en la consecución de esos objetivos?
En España, las ESEs han evolucionado constantemente, adaptándose a las necesidades del mercado, desde el autoconsumo y el almacenamiento energético hasta la descarbonización y sostenibilidad. Han demostrado ser actores clave en la implementación de mejoras energéticas y la consecución de los objetivos de reducción de emisiones. Además, su conocimiento técnico y su capacidad de gestión son vitales para alcanzar estos ambiciosos objetivos europeos y nacionales de eficiencia y sostenibilidad.
¿Considera que los CAE están incentivando de manera efectiva la actividad de las ESEs y facilitando la inversión en proyectos de mayor envergadura, o todavía existen barreras que necesitan superarse?
Los Certificados de Ahorro Energético están siendo un incentivo clave para dinamizar el sector, proporcionando un impulso necesario a las ESEs. Estos certificados permiten canalizar las inversiones hacia proyectos de eficiencia energética, dando un respiro financiero y abriendo nuevas oportunidades. Sin embargo, aún existen barreras que deben superarse, especialmente en términos de escala y simplificación del acceso al sistema.
Las empresas de servicios energéticos han apostado desde el principio por los CAE, colaborando estrechamente con el Ministerio de Transición Ecológica en su desarrollo. A pesar de ello, todavía hay margen para mejorar en aspectos como la homologación de los sujetos delegados y la facilitación del acceso a la financiación, especialmente en proyectos de menor envergadura. Las ESEs están adaptando sus estrategias para ser más eficientes y competitivas, y los CAE son una herramienta crucial para continuar ese camino. Sin embargo, es necesario seguir ajustando el sistema para que sea aún más accesible y efectivo.
La financiación es un aspecto clave para la implementación de mejoras en la eficiencia energética. ¿Veremos nuevas fórmulas o modelos financieros para apoyar proyectos de descarbonización?
Definitivamente, el sector financiero ha evolucionado mucho en los últimos años y seguirá adaptándose para facilitar proyectos de descarbonización. Desde la guía Eurostat de 2019, que permitió un tratamiento contable más favorable para las inversiones en eficiencia energética en el sector público, hasta la aparición de la taxonomía verde en el sector financiero, se han dado pasos importantes. Cada vez más, las entidades financieras tienen la sostenibilidad y la eficiencia energética en su punto de mira, lo cual ha abierto nuevas oportunidades de financiación. Y, de hecho, hace unos años cogimos el testigo para ayudar tanto a la banca tradicional como a otras modalidades financieras para poder ir evolucionando en este sentido. Y como resultado, ahora mismo dentro de asociación están las cinco entidades más importantes a nivel nacional.
Además, los fondos de inversión han ido evolucionando hacia una mayor especialización en sostenibilidad. Ya no solo se enfocan en grandes proyectos, sino que empiezan a adaptarse para poder financiar iniciativas más pequeñas. El boom del autoconsumo y las renovables ha acelerado este proceso. Sin duda, veremos más herramientas financieras innovadoras, como el crowdfunding y nuevos modelos de renting, que harán posible que tanto las grandes empresas como las pymes puedan abordar proyectos de descarbonización y eficiencia energética con mayor facilidad.
Entonces, ¿qué echa en falta?
Lo que más echo en falta es la escala. Para maximizar el impacto de las inversiones en eficiencia energética, necesitamos paquetizar soluciones y alcanzar una mayor escala. Si conseguimos rehabilitar edificios o infraestructuras públicas o privadas a gran escala, podremos aprovechar mejor las oportunidades de financiación y conseguir que los proyectos sean más rentables y eficientes.
También es necesario que los periodos de amortización de las inversiones se reduzcan, lo que facilitaría una mayor penetración de las tecnologías de eficiencia. Además, necesitamos más colaboración entre el sector público y privado, así como una mayor flexibilidad en el uso de herramientas financieras, como los CAE o los fondos nacionales de eficiencia. Estas herramientas, si se emplean correctamente, podrían dinamizar sectores específicos y acelerar la transición hacia una economía descarbonizada.
En rehabilitación de viviendas, ¿cómo se pueden aprovechar estos sistemas de escala de los que habla?
La rehabilitación de viviendas es un área donde ya hemos visto avances importantes, pero aún hay mucho por hacer. En los últimos años, hemos visto cómo las políticas de incentivos han ayudado a las ESEs a apostar por la rehabilitación de viviendas, especialmente con la llegada de programas como el PREE (Programa de Rehabilitación Energética de Edificios) y el impulso a la eficiencia energética a través de elementos pasivos, como ventanas, fachadas y cubiertas.
Sin embargo, el gran reto sigue siendo la escala. Si conseguimos que los proyectos de rehabilitación de viviendas se estructuren en bloques más grandes, con comunidades de vecinos o incluso a nivel de barrios, podremos acceder a mayores recursos financieros y lograr que los proyectos sean más viables. Necesitamos que las escalas sean más amplias, tanto para acceder a financiación como para aprovechar al máximo las tecnologías disponibles. Esto no solo facilitará la inversión, sino que también permitirá reducir los costes de los proyectos y, en última instancia, mejorar la eficiencia energética de todo el parque residencial.
Como ya ocurrió en la primera edición, Anese aprovecha este evento para presentar su 'Observatorio de Eficiencia Energética' que llega ya a su quinta edición. ¿Cuáles han sido los avances más significativos en eficiencia energética desde la última edición del Observatorio? ¿qué tendencias se han consolidado o emergido en este periodo?
Esta es la primera vez que lo publicamos con carácter anual, pues vemos que existe un gran crecimiento del mercado. Empresas que en sus orígenes eras Pymes, vemos como se están convirtiendo en grandes empresas y eso dice mucho del sector.
Mirando hacia el futuro, ¿cuál es la hoja de ruta que Anese está trazando para los próximos años en cuanto a descarbonización y eficiencia energética?
Si miramos hacia el futuro, nuestra hoja de ruta en Anese se basa en fortalecer un ecosistema que aborde no solo la parte de generación energética, sino también la demanda, algo que a menudo se pasa por alto. Estamos comprometidos en crear un marco en el que todos los actores involucrados – desde las empresas tecnológicas, financieras, jurídicas, hasta los fabricantes y centros de investigación – colaboren para impulsar la descarbonización y la eficiencia energética en todos los sectores.
Un aspecto clave de nuestra estrategia es garantizar que las empresas, tanto grandes como pequeñas, sean competitivas a nivel global. Para lograrlo, la eficiencia energética debe ser una prioridad, y estamos trabajando en consolidar el sector de los Certificados de Ahorro Energético, un mecanismo valioso, aunque aún está en sus primeras fases.
También queremos apostar por la internacionalización de nuestras empresas asociadas. Queremos que las empresas que ya cuentan con un gran conocimiento y experiencia en España den el salto a otros mercados, aprovechando el marco normativo europeo y la demanda global de soluciones energéticas. No solo queremos que empresas extranjeras encuentren oportunidades aquí, sino también que las nuestras puedan competir y destacarse fuera de nuestras fronteras.
Finalmente, estamos comprometidos con temas transversales como la inclusión social, la equidad de género, y la responsabilidad ambiental. Estos aspectos son fundamentales en nuestro trabajo y en el desarrollo del sector de los servicios energéticos. Cada año, con el 'Observatorio de Eficiencia Energética', vamos viendo un crecimiento significativo en el número de empresas involucradas, con muchas pymes que están dando el salto a convertirse en grandes multinacionales. Creemos que en los próximos años veremos un sector mucho más robusto y con mayor capacidad de impacto tanto a nivel nacional como internacional.
"La digitalización será uno de los pilares del II Congreso de Descarbonización y sostenibilidad"