Tras dos ejercicios, 2021 y 2022, en los que el crecimiento de la demanda elevó, vía precios, un 39,3% la cifra de negocios del sector hasta los 89.866 millones €
La caída de la demanda redujo la cifra de negocios del sector químico un 8,2% en 2023, ajustando los fuertes incrementos experimentados en 2021 y 2022
En todo caso, la evolución reciente de la producción del área química española (CNAE20), tras la sucesivas y recientes crisis y su impacto en los precios energéticos, registra en el periodo 2015-2023 un crecimiento acumulado de 4,4 puntos porcentuales, dato que contrasta con la contracción acumulada en la Unión Europea (-9,2%), muy acentuada en Alemania (-21,6%), y de menor intensidad en Francia e Italia.
Con este dato de exportación, la industria química se sitúa como segundo mayor exportador de la industria española, por detrás de la automoción, siendo responsable del 17,2% del total de las exportaciones españolas de nuestros sectores productivos.
La Industria Química como motor de empleo de calidad
??En el ámbito del empleo, el sector químico alcanzó, el pasado año, los 233.000 asalariados directos, a los que se añaden otros 403.100 empleos indirectos y 156.100 inducidos, generando en total 792.200 empleos dependientes de su actividad, que equivalen al 5,5% de la población activa asalariada del sector privado de España.
Respecto a la estabilidad laboral, el sector químico supera ampliamente los registros de contratación indefinida de las distintas actividades económicas, alcanzando un 93,6%. El salario medio por trabajador supera los 39.967 euros anuales, un 57% más que el salario medio en España (25.353 €/año) y un 40% más que la media industrial (28.483 €/año). Apuesta también por la alta cualificación de su capital humano, al destinar a formación una media de 183€ persona/año, muy por encima de la media industrial (110,5€/año) o la media nacional (68,3€/año).
Asimismo, uno de los objetivos de la industria química española es incrementar la presencia de mujeres en los centros de trabajo. Así, el sector alcanzó su récord en términos de paridad y actualmente el 44,4% del personal asalariado son mujeres (103.100), frente al 36,2% de 2019. Si bien en los ámbitos técnicos, científicos, de administración o gestión, la progresión ha sido más eficaz, está siendo más complejo en las áreas relacionadas con la operación de planta, aunque también se aprecia la mejora.
Innovar para crecer: el mayor inversor en I+D+I
Uno de los principales rasgos de este sector y clave de su competitividad radica en su capacidad innovadora. Con una inversión de 2.000 millones €, las empresas químicas lideraran la inversión en innovación en el conjunto de la industria española, aglutinando el 24% del total y con una inversión media anual por empresa que alcanza los 537.000 €.
También encabeza la contratación de personal dedicado a I+D+I (investigadores y técnicos). Así, la quinta parte del personal investigador contratado por la industria española ejerce su actividad en la industria química.
La industria química presenta una alta intensidad innovadora, dedicando a actividades de I+D+I el 9,1% de su valor añadido. Esta cifra es un 57% superior a la media industrial y multiplica por 5 la media de inversión de las empresas españolas.
Comprometidos con la descarbonización y la neutralidad climática
La apuesta por la innovación está plenamente vinculada con el compromiso del sector con la transición energética y la neutralidad climática ofreciendo, por un lado, soluciones sostenibles a otros sectores, y por otro, mejorando los procesos propios para ser una industria aún más eficiente, productiva y segura.
La industria química abastece de productos y tecnologías al 98% de los sectores productivos y se encuentra en la base de innumerables cadenas de producción. Por ello, desarrolla continuamente nuevos procesos que demanden un menor consumo energético por unidad de producción, así como avances tecnológicos que permitan mejorar la eficiencia de los existentes. Desde 2005, el consumo energético del sector se ha reducido un 42,4%, registrando un menor consumo de gas (-39,6%), electricidad (-43,2%) y otras fuentes fósiles (-76,2%).
Asimismo, uno de los objetivos prioritarios del sector químico es alcanzar la neutralidad climática, eliminando progresivamente tanto sus emisiones de proceso como las de combustión. En el caso de las primeras, la reducción registrada desde 2005 es del 41,9%, si bien será preciso avanzar en la captura y almacenamiento de CO2 para alcanzar el objetivo.
Más allá de su propio desempeño, el sector va a jugar un papel fundamental para lograr los objetivos de descarbonización para 2050 marcados por el Green Deal desarrollando tecnologías y procesos innovadores net-zero.