Entrevista a Teresa Rasero, presidenta de Feique
La presidenta de la Federación Empresarial de la Industria Química Española (Feique), Teresa Rasero, explica la importancia para el sector químico de abaratar la factura energética y así favorecer la competitividad del sector. También hace hincapié en el fuerte compromiso de la química con los objetivos de descarbonización, en los que ya lleva tiempo trabajando. No hay que olvidar que la industria química se sitúa en el primer puesto por inversión en I+D+i.
Mi primera pregunta seria sobre uno de los caballos de batalla del sector: el coste energético que afecta a la competitividad de las empresas. En unas declaraciones suyas veía necesario una reforma del mercado energético que conseguiría abaratar la factura y, por lo tanto, favorecer la competitividad. ¿Cuáles son los principales elementos que deberían cambiar?
Efectivamente, la competitividad en la industria química se ve muy afectada por la crisis de precios energéticos. Hay varias medidas que llevamos tiempo pidiendo a la Administración y que pensamos que podían ser un balón de oxígeno para la competitividad de nuestra industria.
Vivimos con mucha ilusión la propuesta de reforma del sistema eléctrico que está impulsando el gobierno. Creemos que, de momento, los pasos que está tomando la UE son pequeños para la gravedad de la situación que estamos viviendo. Una de las medidas que nosotros pedíamos, poder dedicar la energía de la RECORE, ya la puso sobre la mesa el Ministerio de Transición Ecológica. Esto podría dar un precio más competitivo y una seguridad en los precios, algo que la industria necesita mucho.
La industria química es eminentemente exportadora. Es el primer sector industrial exportador del país y obviamente sin una visión sobre cómo van a evolucionar los precios a corto y medio plazo es complicado atacar estos mercados, especialmente los exteriores.
Para esta reforma del mercado eléctrico pensamos que la palanca del RECORE puede ser muy importante. Estamos en una situación muy extraordinaria. En el momento que entra la primera planta de generación con gas natural al sistema, con los precios que hoy en día tenemos de CO2, al minuto siguientes tenemos un precio que se ha incrementado aproximadamente unos 30€ el kW/h y eso está restando competitividad a toda la industria europea.
Por eso pensamos que de forma transitoria se podría poner en marcha alguna medida que liberara de esta carga del precio de CO2 en la formación del precio final.
Llevamos años diciendo que en este país el precio de la energía renovable cada día se va haciendo más competitivo y por tanto, daría competitividad a la industria. Sin embargo, no es lo que nos estamos encontrando a corto y los mercados de futuro tampoco nos están dando una señal a medio plazo.
Por eso, cualquier medida que esté fomentando la contratación bilateral entre las compañías productoras y las compañías fuertemente generadoras, como es la industria química, sería muy importante.
¿Y en cuanto al consumo de gas?
Somos una industria tremendamente gasintensiva. Estamos hablando de un consumo de 60 TW, un 28% del consumo industrial de gas natural. Aquí también pensamos que hay medidas que otros países han puesto con bastante mayor rapidez que en España, y sobre todo dotándolas de un presupuesto suficiente. Su nos comparamos, por ejemplo, con Portugal, y trasladáramos aquí las medidas que se han tomado allí, representaría casi unos 4.500-5.000 millones de euros. Somos conscientes del esfuerzo que tiene que hacerse para alcanzar estos niveles, pero es la realidad con la que nos estamos encontrando frente a otros competidores industriales europeos que han visto como se han podido tomar medidas de forma más rápida y efectiva. No podemos dejar de citar a Alemania, que ha dado una gran dotación, entendiendo la importancia de la industria química como actividad tractora en toda la cadena de valor industrial y, por tanto, de la comunidad de país.
Nos hemos marcado un ambicioso objetivo de alcanzar la descarbonización en 2050. La industria química tiene mucho que decir por su apuesta por la innovación y desarrollo tecnológico. ¿Considera alcanzable este objetivo? ¿Cree que se están dando los pasos adecuados para alcanzarlo?
La sostenibilidad y la descarbonización son unos objetivos muy claros para la industria química. Llevamos ya tiempo trabajando en ello. Trabajamos tanto en nuestra descarbonización como en avanzar en innovación. Somos un sector totalmente innovador, de hecho, el primer sector industrial por inversión en I+D+i. Y trabajamos también en otros sectores de elementos fundamentales para que puedan desarrollarse, elementos esenciales como placas fotovoltaicas, hidrógeno renovable, en el que estamos trabajando con tanta ilusión, o aislamientos para edificios que son tan importantes para la eficiencia energética.
Por tanto, estamos dotando de soluciones a otras industrias, pues suministramos a un 96-98% de los sectores industriales del país, como también todo lo que es trabajar en nuestra propia descarbonización.
Es un objetivo realmente ambicioso pero con el que estamos totalmente comprometidos. Desde el año 2000 la industria química ha reducido ya un 40% sus emisiones de gases de efecto invernadero por tonelada producida.
Vamos a realizar también una serie de inversiones de cara a 2050 de unos 70.000 millones de euros. Una cifra tan ambiciosa necesita unos planes muy bien construidos y que se vayan alimentando en cada momento de las tecnologías disponibles.
“Desde el año 2000 la industria química ha reducido ya un 40% sus emisiones de gases de efecto invernadero por tonelada producida”.
¿Qué opinión le merece el PERTE de descarbonización de la industria?
Nuestros planes, como decía, son ambiciosos, con distintas etapas y vemos con mucha ilusión la convocatoria del PERTE de descarbonización de la industria, aunque tenemos cierta preocupación sobre todo por el plazo temporal. Pensamos que el PERTE de descarbonización es absolutamente necesario. Con unas inversiones de 70.000 millones de euros, obviamente tienes que tener un mapa muy establecido, pero hay que comenzar ya.
Estamos hablando de tecnologías que todavía están en una fase inicial y que necesitan, como en su día necesitaron las renovables, un soporte a esa inversión.
Nuestra gran preocupación es que proyectos de este calado necesitan un tiempo para su puesta en marcha. Si tenemos el margen de 2026 que ha puesto la Unión Europea, vemos con preocupación que esos proyectos puedan llevarse a cabo en este plazo.
También vemos que el Ministerio necesita dotarse de más medios. Los vemos trabajar a fondo, pero estamos hablando de muchos proyectos complejos por lo que hay una necesidad de medios al otro lado para gestionar el PERTE de descarbonización de la forma que todos deseamos, que sea un paso más en esta cadena de descarbonización que está siguiendo la industria química.
"De cara al 2050 el sector tiene previsto invertir unos 70.000 millones de euros. Una cifra tan ambiciosa necesita unos planes muy bien construidos y que se vayan alimentando en cada momento de las tecnologías disponibles".